martes, 12 de enero de 2021

El conflicto entre herman@s

¿Qué saber?

La imagen de familia “perfecta” que como modelo a seguir aparecen en los anuncios de televisión, rara vez sucede en la vida real así tal cual. Como es natural, las personas somos diferentes en tanto a forma de pensar y de actuar y en ese desempeño de ser quienes somos sin más pueden surgir conflictos con nuestros iguales, incluso en las mejores familias! Por lo que entre hermanos y hermanas existirán momentos de desacuerdo y de rivalidad desde casi bebés, al igual que en cualquier relación interpersonal.

Lo primero a tener claro es saber que el conflicto es natural, sucede en todos los grupos sociales y como tal también en las familias. Lo que no es natural son algunas de las reacciones que tanto pequeños y pequeñas como mayores muestran ante ese conflicto. A menudo se actúa con golpes, gritos y demás tipos de violencia.

Los conflictos además de naturales, son necesarios, siempre y cuando se haga una adecuada gestión de ellos. Dicha gestión hará que nuestros pequeños y nuestras pequeñas crezcan como adultos civilizados, capaces de establecer y mantener relaciones emocionales mejores, y sobre todo de no utilizar la violencia a la primera de cambio. Pero esto no es tan fácil ¿verdad? Venimos de una larga tradición generacional donde todo se arregla con un golpe en la mesa o con un cachete a tiempo, donde los propios padres daban vía libre a los maestros para que pegaran a sus hijos si era necesario para aprender… Y lanzo la siguiente pregunta que daría para otro post: ¿realmente se aprende con la violencia o se aprende por el miedo que genera dicha violencia? Los padres y madres que utilizan y han utilizado la violencia en la educación de sus hijos e hijas, con todo su buen hacer por supuesto, no son conscientes de las secuelas psicológica que acarrean los hijos e hijas y que se reflejan con mayor claridad en la adultez. Ahí lo dejo, a modo de reflexión.

 


¿Por qué sucede? 

Los conflictos entre hermanos y hermanas pueden darse por muchos motivos, uno de ellos es el hecho de sentirse menos importante un@ que otr@, y eso depende de cómo los padres y las madres traten a sus hijos e hijas ante una situación similar. 
 

 

Yo como padre o madre, ¿cómo actúo en esas situaciones? ¿Qué puedo hacer?


Por mucho que te empeñes en afirmarlo por activa y por pasiva, es prácticamente imposible tratar por igual a dos de tus hijos o hijas, ya que su persona en primer lugar es diferente y porque las adversidades que aparezcan en su vida serán también distintas. Lo que sí puedes es ser just@. Aplicar la justicia ante cada situación hará que tanto el hijo o hija implicad@ como l@s que no lo están se sientan respetad@s y querid@s.  

Algunas pautas para emplear la justicia podrían ser:

·         _Evitar a toda costa las comparaciones ni entre ell@s ni con otr@s.

·        _Primero dejar que resuelvan el conflicto por sí sol@s.

·         _Aprender a quedarse fuera de la situación. No opinar a espaldas de uno o de otro ni malmeter. El conflicto se trata de ti (padre/madre) más de lo que crees. En todo momento tratarán de buscar que te posiciones y que sea a su favor.

·         _Enseñarles habilidades de resolución de conflictos: autocontrol, pensar conjuntamente en soluciones,… La única norma será: NADA DE VIOLENCIA, ni verbal ni física. 

·         _Respeta los tiempos de cada un@, tienen derecho a enfadarse y a tomarse el tiempo que necesiten para gestionarlo. No fuerces la situación. Pídele que te avisen cuando estén más tranquil@s.

·         _Aléjate de los tópicos transmitidos de generación en generación: “Los hermanos no se pelean”, “Es tu hermano”,… Busca tu frase de mochila, ¿la identificas?

·        _ En este post de nuevo retomamos la importancia del autocuidado. Por lo general las personas están más receptivas y serenas cuando hay buen ambiente familiar. Cuida de ti para cuidar de l@s demás. 

·         _Déjales que aprendan del error. Estate atento y atenta pero no intervengas, así le das la oportunidad de que pongan en práctica su capacidad de resolución de conflictos que habrán adquirido de conflictos anteriores.                                                                                          

 

¿Y qué pasa si la pelea sigue y llegan a las manos? ¿O si no son capaces de resolverlo sol@s? 

Entonces mediaremos separándoles, le recordaremos la única norma y pediremos que se sienten en frente para que se relajen. Por turnos les pedimos que expongan el asunto desde su punto de vista, que expongan también las soluciones y luego que acepten la responsabilidad propia en el asunto y que se pidan disculpas. No olvides agradecerles su comportamiento final y reforzarle que estás orgullos@ de ell@s. Es muy importante decir que la intervención se centrará en buscar soluciones no en buscar culpables


 

Por último, habría un aspecto a tener en cuenta, como padre y como madre ERES EL PRINCIPAL MODELO EDUCATIVO DE TU HIJO E HIJA, ante un conflicto intenta reaccionar tal y como le pides. Será el mejor legado que puedes dejarle. 

 

Así NO

 

 

 

Así :)
 

 

 

 

Fuente: https://cuentosparacrecer.org/blog/rivalidad-y-conflictos-entre-hermanos/

 

 

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