jueves, 4 de abril de 2024

¿CÓMO ABORDAR EL ASUNTO DEL ALCOHOL CON TU HIJO/A?

 




¿Por qué debo hablar del tema con mi hijo/a?


La comunicación es una parte vital en el aprendizaje y el desarrollo personal de tu hijo/a.
Lo que tú dices y lo que tú haces tiene una gran influencia sobre tu hijo/a, por eso estás en una posición excelente para asegurarte de que cuente con la información necesaria para tomar decisiones apropiadas en el futuro.
Es muy importante que lo trates desde el seno de la familia el tema del alcohol.
¿Cuándo debo hacerlo?
Lo mejor es que el tema surja de manera natural, aprovecha alguna noticia en algún medio o que tu hijo/a te haga preguntas. Trata el tema de forma que os haga sentiros cómodos y se genere un diálogo. Tendrás que estar dispuesto/a a escuchar opiniones que no te gusten y respetarlas.
Lo ideal sería que hablarais del tema antes de que tu hijo/a se inicie en el consumo o se enfrente a la presión de grupo para consumir.
¿Qué debo decirle?
Los adolescentes son conscientes de qué tipo de comportamientos son aceptables o no entre los adultos, de modo que es posible comenzar a educarlos a edades muy tempranas.
Cuando hables con tu hijo/a sobre el consumo de alcohol, lo importante es dar información objetiva como los efectos que tiene en el cuerpo, las consecuencias de su abuso a corto y largo plazo, como afecta a sus capacidades, etc.
A través de la información objetiva, desmontaremos sus ideas erróneas sobre el alcohol y su consumo, y les dotaremos de herramientas para tomar decisiones adecuadas para evitar los peligros asociados al consumo de alcohol.
¿ A qué edad debo permitir que mi hijo/a beba?
Ninguna cantidad de alcohol es segura para los menores ya que el alcohol afecta en mayor medida a su organismo que está sin terminar de desarrollarse, por eso su consumo es ilegal.
Algunas familias permiten a sus hijos/as que prueben un poco de alcohol en su compañía en determinadas ocasiones.  La decisión de permitir o no a tu hijo/a que consuma alcohol en casa, es solo tuya. Pero recuerda que cualquier consumo de alcohol para un menor de edad  puede ser perjudicial.
Sea cual sea tu decisión, cíñete a ella y cerciórate de que tu hijo/a comprenda por qué beber alcohol puede ser peligroso para los menores. También debe saber que no puede comprar alcohol ni consumirlo si es menor de dieciocho años.
¿Qué puedo hacer cuando yo no esté presente?
A partir de los once años los niños/as empiezan a pasar cada vez más tiempo fuera de casa.  Es natural que te preocupes de las compañías de tus hijos/as, y si son o no de buena influencia. Interésate por conocer a sus amigos/as, acógeles en casa, promueve en tu hijo/a un tipo de ocio positivo y acepta que tu hijo/a necesita contar con cierto grado de libertad.
Si te encuentras con la situación de que un día tu hijo/a llega a casa con síntomas de estar bebido, es fácil reaccionar de forma exagerada, pero procura controlar tus emociones y pospón la charla a otro momento en el que se encuentre en un estado de lucidez.
Muéstrale tu rechazo ante esa actitud y cerciórate de que conozca las reglas, lo que es aceptable y lo que no, y cuales son las consecuencias de no cumplirlas. 
En mi familia ha habido casos de consumo abusivo, ¿Debo prohibir que mi hijo/a beba?
Habla de manera abierta sobre los problemas que el consumo abusivo ha ocasionado en tu familia, y explica la diferencia entre un consumo moderado y un consumo abusivo en los adultos.
Explícale también por qué la ley prohíbe beber a los menores de edad y como el alcohol afecta a su desarrollo. Deja claro que para los menores, lo más recomendable es no beber nada en absoluto.
Recuerda que tú eres un modelo de comportamiento para tu hijo/a, por eso estás en una posición idónea para demostrar que es posible beber de forma responsable y con moderación cuando se tiene la edad suficiente.
Por ello tendréis que ser coherentes entro lo que le decís a vuestros hijos/as y vuestra relación con el alcohol.
Mi hijo/a adolescente bebe alcohol de vez en cuando, ¿Qué consejos puedo darle?
Es importante hacerle entender que si no ha alcanzado aún la edad legal para comprar alcohol, está infringiendo la ley si compra alcohol o si pide a un adulto que se lo compre.
Debes explicarle por qué beber alcohol a su edad es peligroso, e intentar disuadirle de que lo haga hasta que sea mayor. Si no es menor de edad, puedes darle consejos para que reduzca al mínimo los riesgos:
  • Recuérdale que puede decidir no beber y que muchos jóvenes así lo han decidido también.
  • En el caso de que vaya hacerlo, que beba despacio y que nunca se tome una copa "de un trago".
  • Que alterne las bebidas alcohólicas con refrescos o agua, o que simplemente opte por no beber.
  • Que salga con amigos/as responsables y en quienes tenga confianza, y que no ceda a la presión de sus amigos/as para beber.
  • Que te diga dónde va a estar y cómo va a volver a casa (transporte público, con un conductor alternativo, que otro padre/madre que vaya a recogerles, etc.)
  • Que te llame si pasa algo.

¿Puedo ayudar a mi hijo/a adolescente a que resista la presión de no beber?
Puedes ayudar a tu hijo/a hablando con él/ella sobre lo que te preocupa, y escuchando lo que te diga. De esta forma podréis encontrar soluciones realistas entre los dos.
La presión ejercida por compañeros/as y amigos/as tiene una enorme influencia en esta etapa, cuando los adolescentes son más susceptibles. Los grupos cuentan con líderes y seguidores, y todos/as ellos deben respetar las "reglas". Hay que enseñarles a defender su punto de vista y a comportarse de acuerdo con su criterio, y no adoptando su conducta a lo que marque el/la líder del grupo. Siempre valorando las consecuencias de sus actuaciones y decisiones.
Si tu hijo/a posee todos los datos sobre el consumo de alcohol que necesita y cuenta con la capacidad necesaria para tomar sus propias decisiones, podrá adoptar posiciones inteligentes cuando tú no estés presente.
¿Cómo puedo saber si mi hijo/a adolescente tiene un problema con el alcohol?
A esta edad, es bastante normal que se produzcan cambios en el comportamiento que no tienen por que estar necesariamente relacionados con el consumo de alcohol. La adolescencia, las amistades y otras presiones afectan a tu hijo/a, quien, de cuando en cuando, se mostrará temperamental o deprimido. Sin embargo, hay algunos signos que sí podrían apuntar a un problema con el consumo de bebidas alcohólicas:
  • Cambios de humor inexplicables.
  • Largos períodos encerrado/a y solo/a.
  • Pérdida de interés en sus aficiones y sus amistades habituales.
  • Pérdida de apetito.
  • Repentina pérdida de interés en su aspecto.
  • Mala higiene corporal, olor de alcohol.
  • Faltas a clase o al trabajo.
  • Apariencia deprimida, inquieta o fatigada durante un largo período de tiempo.
  • Siempre sin dinero.
  • Huidas.

Si realmente existe un problema, procura encontrar y tratar la causa, no sólo los síntomas. ¿Se trata de una válvula de escape, de ceder a la presión de sus  amigos/as, o de falta de orientación? Las posibilidades son infinitas, y no tienen por qué estar necesariamente relacionadas con el alcohol.
No dudes en buscar ayuda si sientes que has perdido el control de la situación o si los problemas persisten pese a tu apoyo. Algunos problemas, sin embargo, requieren la intervención de un especialista, sin la cual su resolución podría resultar imposible incluso para las familias más devotas y más capaces.

lunes, 11 de marzo de 2024

Escuela de Familias AD-HOC.

 



ESCUELAS DE FAMILIA AD-HOC

Desde la Asociación Ad-Hoc seguimos con el Programa de Escuela de Familias, dirigido a Centros Educativos y AMPAS,
donde se abordarán puntos como;

-La comunicación familiar
-Estilos educativos y normas
-Prevención de adicciones desde el ámbito familiar
-Responsabilidad y autoestima

Programa organizado por @adhocadicciones y subvencionado por @andaluciajunta. Esta actividad es totalmente gratuita.

Si estás interesado/a, ponte en contacto con nuestra Entidad.

Enlace de inscripción: https://forms.gle/Hrc7yhi2DeVndR229



jueves, 7 de marzo de 2024

Pepita "Nuggets" Animación sobre los efectos de las drogas.

 





Pepita "Nuggets" Animación sobre los efectos de las drogas.


                                                                   


 


                                                                      
                               









miércoles, 6 de marzo de 2024

Recomendaciones preventivas a padres/madres sobre el uso de las Nuevas Tecnologías.

 



Recomendaciones preventivas a padres/madres sobre el uso de las Nuevas Tecnologías.

 

*    Fomentar y enseñar un “uso responsable”: No crear “hábito”: limitar el  tiempo de uso, uso como “premio o privilegio” y no como “derecho”,  programar horario de actividades en la Red, no  contactos con desconocidos, ni dar datos personales, ni descargar  archivos o programas “sospechosos”.

 

Filtros y programas para control de contenidos (netnanny, controlkids, webwatcher, Family link).

 

Mensajes recordatorios en la pantalla (tareas, deporte, STOP).

 

Potenciar vida familiar: Acompañarles en juegos, con amigos/as, etc.

 

Educar y reforzar “alternativas de ocio” (arte, deporte, música, lectura).

 

Respetar la autonomía sobre gustos y aficiones.

 

Orientar y fomentar sus aptitudes y actitudes.

 

No imponer una forma de ocio.

 

Informarles sobre alternativas de ocio.

 

Identificar los ocios nocivos. Sistema de valores.

 

Aceptar que sus preferencias derivarán a un mayor contacto con su grupo de iguales.


Aplicación de normas y límites:

 

Pactar acuerdos: tiempo y lugar de conexión.

 

Llega a un consenso con él/ella. (Lo que sea negociable)

 

Detección precoz de problemas (signos de alarma) y pedir ayuda lo  antes posible


Ser modelos de nuestros hijos/as, no pedir lo que no damos.

  F


 

lunes, 4 de marzo de 2024

Pautas a seguir ante la detección de un consumo de drogas.

 



PAUTAS A SEGUIR ANTE LA DETECCIÓN DE UN CONSUMO DE DROGAS

 

En el caso de detectar un problema de consumo de drogas es importante mantener una actitud serena y positiva y no dramatizar la situación, culpabilizarse a sí mismos, ya que estas energías harán falta para apoyar y llevar conjuntamente las acciones que puedan ir dando solución real al problema.

Para que la persona afectada tome conciencia de su problema y se busque conjuntamente una solución se seguirán las siguientes recomendaciones:

 

·         No abordar en primer lugar, y menos en tono acusatorio, los indicios de consumo de drogas, ya que esto puede llevar a que se oponga al diálogo.

·         Plantear abiertamente la existencia de aspectos preocupantes en su modo de vida, no centrando todas las observaciones exclusivamente en el consumo de drogas. Los cambios y desajustes en el tipo de vida que lleva, pueden ayudar a deducir el nivel de importancia del consumo.

·         Exponer con actitud serena y razonable las evidencias o signos específicos que hacen tener la certeza a la familia de la importancia de su problema de consumo, y solicitar al afectado argumentos para reconocer esos signos.

·         Mantener una actitud dialogante de forma serena y demostrando interés por sus problemas y disposición para apoyarle en la búsqueda de soluciones a los mismos.

·         Lo anterior no debe impedir que la persona que ofrece su ayuda mantenga su rol de adulto responsable en la familia y que se reafirme en su postura de intentar solucionar conductas incompatibles con una adecuada convivencia familiar.

·         Mantener una postura firme respecto a la resolución de no permitir ni consentir esa conducta de consumo dentro de la familia.

·         No ceder a los chantajes o reivindicaciones de libertad y derecho a “no dar cuentas de su vida” que pueda manifestar el consumidor como defensa frente a la presión familiar para comenzar tratamiento.

·         Plantear y tratar de pactar compromisos hacia situaciones de “puesta a prueba” en periodos cortos de tiempo (por ejemplo, estar una semana, o como mínimo un fin de semana, sin salir a las horas, lugares y medio de relación de más riesgo para el consumidor, no tomar esa primera copa por las mañanas, etc.).

·         Si se considera necesario alguna forma de tratamiento profesional, conviene visitar previamente el recurso asistencial elegido.

·         Si existiera una cierta resistencia al asesoramiento externo, es preferible no plantearlo como el lugar donde va a hacer un tratamiento, sino como un primer paso para tomar posteriormente una decisión al respecto.

·         En estos casos, puede resultar muy útil recurrir a personas (otros familiares, amigos no consumidores, etc.) cuya opinión sea tenida en cuenta y tenga capacidad de influencia en el familiar afectado. La motivación hacia el tratamiento puede ser inducida a veces más fácilmente por figuras que no están tan próximas y con las que los lazos afectivos y emocionales representan menor compromiso.

·         Si se niega a reconocer aún la necesidad de ayuda especializada, la familia tendrá que asesorarse para poner en marcha medidas de mayor presión que puedan contribuir a provocar la decisión de demandar ayuda por parte del consumidor.






jueves, 29 de febrero de 2024

Escuela de Familias. Indicadores de Consumo de Drogas.

 


INDICADORES DE CONSUMO DE DROGAS





Algunos signos de cambio hacia hábitos de consumo pueden ser:


 Cambios notables del aspecto físico: No tanto referido  a que se adopten nuevas formas de vestir, de llevar el pelo o ponerse adornos que para algunas personas puedan ser “estrafalarios”, sino en relación al aspecto corporal: adelgazamiento progresivo, cambios de color de la piel (palidez, enrojecimiento), ojeras, enrojecimiento de los ojos, somnolencia, cansancio permanente, etc

Pérdida de hábitos básicos de higiene corporal y de ropa.

Cambios en el tiempo de permanencia habitual en casa: Presencia de frecuentes salidas de casa o aumento importante del tiempo que pasa fuera. 

 Indicios de desmotivación hacia las actividades que normalmente ocupaban a la persona: Domésticas, académicas y laborales; unido a absentismo y bajo rendimiento

Cambio en el grado y calidad de la comunicación familiar: Evitación de situaciones de reunión, conversaciones y actividades conjuntas de la familia. Tendencia al aislamiento, evita mirar a los ojos.

Cambios en los ritmos normalizados de sueño y vigilia: Si se da de forma constante y no debidos a causas identificables.

Aumento de las necesidades económicas: Sobre todo si estas no están nunca claramente definidas en gastos concretos o normales, robos en casa, etc.

Aparición de ciertas enfermedades y trastornos físicos leves: Unidos a la resistencia a ir al médico o afán por no ir acompañado/a.

  Cambios en la alimentación: Generalmente falta de apetito, comer fuera de horas habituales en que lo hace el resto de la familia, cambios hacia un tipo de alimentación que no llevaba anteriormente (dulces, cosas de “picar”, etc.).

 Empleo repetido de la mentira como mecanismo habitual.

 Cambio de amigos/as: Asociado a tener constancia de que los integrantes del nuevo grupo, llevan a cabo comportamientos fuera de la normalidad o asociados al consumo de drogas.

Útiles de consumo: (papel de fumar, pipas, tubos para esnifar, cachimbas, papel de plata, etc.) o sustancias.

 En el consumo de alcohol: Olor a alcohol, dificultades en el habla y en el mantenimiento del equilibrio, dificultades en la visión, deseos de vomitar y somnolencia.

En el consumo de tabaco: Olor a tabaco, tos persistente y acidez de estómago.

En el consumo de cannabis: Ojos enrojecidos y/o risa fácil.

En el consumo de drogas de síntesis: Bajo los efectos existen signos de gran actividad, tensión, rigidez muscular y alta temperatura corporal. Cuando desaparecen los efectos aparece cansancio, depresión y apatía.

En el consumo de cocaína: Bajos los efectos aparece una gran dilatación de la pupila y gran excitación. Cuando desaparecen los efectos aparece cansancio, depresión y apatía.

En el consumo de heroína: Bajo los efectos las pupilas se muestran muy pequeñas y aparece adormecimiento y relajación excesiva. En adictos aparece una delgadez extrema y un fuerte síndrome de abstinencia.

En el consumo de alucinógenos:  Ideas delirantes o alucinatorias, verbalizaciones incoherentes o fuera de la realidad.

En el consumo de las Nuevas Tecnologías:   Ansiedad e hiperestimulacción, baja calidad del sueño, aislamiento, presencia de dificultades para la socialización presencial, pérdida del sentido de la realidad y cambios en el estado de ánimo.

           

Todas tienen algo en común. " LA FALTA DE AUTOCONTROL"



El hecho de que aparezcan algunos de estos elementos aisladamente, no indica que haya un posible consumo de drogas, es necesario que confluyan varios de estas situaciones en la persona.

 


 

 





martes, 27 de febrero de 2024

OCIO Y TIEMPO LIBRE EN LA FAMILIA.

 






OCIO Y TIEMPO LIBRE

 

LA IMPORTANCIA DEL OCIO Y EL TIEMPO LIBRE

El tiempo libre es el espacio temporal no ocupado por las obligaciones o necesidades. Es el tiempo para hacer las cosas que uno desea hacer y que le satisfacen; un tiempo para desarrollar la libertad, la autonomía y la independencia. No es un tiempo perdido.

El empleo de tiempo libre tiene una importancia capital como factor de riesgo del consumo de drogas. Un/a joven aburrido/a, insatisfecho/a con la forma en que invierte su tiempo de ocio, sin intereses, que pasa el tiempo sin hacer nada, no sólo es más probable que se inicie en el consumo de drogas, sino que es más fácil que ese consumo se convierta en la única forma de comportamiento y de relación con los demás que sabe desarrollar. Por el contrario, un/a joven que emplea su tiempo libre de forma productiva, haciendo cosas que le interesan y le satisfacen, que se relaciona con grupos distintos en actividades diferentes, es más improbable que consuma drogas y, en caso de que llegue a producirse el inicio del consumo, es menos probable que éste se convierta en un problema.

Lamentablemente, los adultos no ofrecemos un buen modelo de empleo del tiempo libre. Raramente hacemos deporte, acudimos a actos culturales o tenemos una afición a que dedicarnos. Cuando nos relacionamos con otros, los encuentros y actividades de ocio se organizan muchas veces en torno al consumo de drogas legales.

           

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES Y MADRES?

 Enseñar a ocupar su ocio de una manera positiva y gratificante para su desarrollo personal.

 Es necesario que los padres  y madres demos ejemplo positivo con la manera de ocupar nuestro ocio. 

  Hacer una reflexión sobre como empleamos nuestro tiempo libre y cómo nos divertimos.

Si los padres y madres somos capaces de vivir nuestro tiempo de ocio plenamente, mediante actividades variadas y saludables, nuestro hijos/as verán como algo natural que el ocio debe ser un tiempo de diversión y que es posible obtener satisfacción a través de esta clase de actividades.

Compartir parte de nuestro ocio con ellos/as (hacer excursiones, pasear en bici, cenar en un restaurante, ir al cine, salir de compras, practicar algún deporte, etc.  

 Llegar a acuerdos sobre actividades para realizar juntos y que sean del gusto de todos/as.

Escuchar lo que les gusta hacer y apoyar sus propuestas, cuando estas sean razonables.

Darles facilidades y apoyo para poder desarrollar las actividades que les gustan y que sean adecuadas para su edad.

Impulsar a la participación en instituciones educativas de cara al tiempo libre: clubs de tiempo libre, casa de la juventud, asociaciones, ONGs, etc.

 Hacer un seguimiento de la ocupación de su tiempo libre, acordar y pactar unas normas de comportamiento.

Interesarnos por lo que hacen en su ocio, sus gustos, sus planes, lo lugares que frecuentan, los amigos/as con quien van, etc., haciendo un seguimiento sin desconfianza.

Ceder espacios en casa para que se reúnan y realicen alguna actividad, así los padres y madres podrán conocer a sus amigos/as y el ambiente en que se mueven.

Si sus amigos/as no nos agradan, no criticarlos, sino facilitarles oportunidades de conocer otro tipo de amigos/as y otros ambientes.

Establecer una cantidad de dinero a la semana y no modificarla, salvo casos excepcionales. De esta manera, los chicos/as aprenderán a administrarse y reconocerán el valor del dinero.

Establecer unos compromisos con las “pagas” en función al cumplimiento de unas normas (estudios, ayudar en casa, etc.).

Acordar un horario razonable de regreso a casa, adaptado a su edad y a las características de los adolescentes, flexible según circunstancias (cumpleaños, fiestas especiales, feria, etc.) y, si es posible, fijar un horario de referencia con los padres y madres de los amigos/as de nuestros/as hijos/as.