lunes, 28 de diciembre de 2020

También en Navidad... regala igualdad :)

                                                                                            ¿Qué es eso del SEXISMO?   

Es la creencia naturalizada socialmente de que los hombres son superiores a las mujeres. A veces se manifiesta de forma tan sutil como vestir a las niñas de rosa y a los niños de azul, regalar muñecas y cocinicas a las niñas y coches de carreras a los niños, o una lavadora a una mujer y un balón de fútbol a un hombre, la falsa creencia de que los hombres pueden hacer un tipo de trabajo que no podrían hacer jamás las mujeres, y un largo etcétera... En ocasiones puede ser muy difícil detectarlo y además, suele hacerse de manera automática y casi me atrevería a decir que “de buena fe”. La igualdad es justamente el derecho que tienen todas las personas a ser tratadas con las mismas condiciones teniendo en cuenta sus diferencias personales.  

¿Qué cuentan los DATOS?

El IAM ha realizado un estudio-comparativo que  revela que las niñas principalmente son protagonistas en juegos relacionados con profesiones como la peluquería y la estética (34,1%), frente al 16% de los niños representando a policías. Además, los roles más representados en los anuncios protagonizados por niñas fueron los vinculados con la belleza personal y el ámbito doméstico. En cambio, los roles de connotaciones más violentas son los que tienen mayor presencia en los anuncios protagonizados por niños.
No existen etiquetas como tal, pero sí elementos que predisponen. Por ejemplo, la voz en off en los anuncios de muñecas siempre es femenina, también cuando se anuncian perros y gatos de peluche o juegos de manualidades. En cambio, la voz en off es masculina en la mayoría de anuncios de juegos de mesa, de habilidad y puntería. Las muñecas son los productos con mayor presencia en los anuncios protagonizados por niñas, constituyendo el 48% del total. Muy poco se percibe la aparición de las nuevas masculinidades realizando roles como el de cuidador o padre y amo de casa, en un 8,9% solo. 


Las chicas siguen siendo cuidadoras, madres y/o princesas y en un porcentaje muy bajo guerreras o heroínas.
Sigue estando presente la segregación de las profesiones por sexo y el discurso sexista que reduce las preferencias femeninas a la obsesión por el aspecto físico. También se detecta que las niñas reciben más mensajes estereotipados y mayor grado de sexismo en los envases y juguetes, los de color rosa siguen estando dirigidos a ellas. Tan solo el 34% de los envases tiene un enfoque neutro.

 

¿Qué puedo hacer yo como PADRE/MADRE/FAMILIAR?

-  EDUCAR EN IGUALDAD, ¡ese es el principal secreto!

La familia, como institución socializadora de primer nivel tiene una enorme influencia en la educación de l@s hij@s, en el desarrollo de valores, comportamientos y roles.

El juego es esencial en la educación, es una de las vías de aprendizaje, observar e imitar, jugar a ser mayores.

En torno a la industria del juguete, todavía hoy nos encontramos con una serie de aspectos que los segregan por sexos. En cuanto a la publicidad, no hay más que echar un vistazo a cualquier anuncio de televisión donde se fomenta la adquisición de roles diferenciados que son interiorizados entre los 3 y 5 años teniendo su momento de mayor expresión durante la adolescencia, entonces tienden a amoldarse a dicho estereotipo y a rechazar lo considerado como propio del sexo contrario. Aprenden cómo TIENEN QUE SER, cuáles son sus espacios, sus tareas y hasta de quién enamorarse. Al final terminan siendo lo que se espera de él o de ella y no lo que realmente quiere ser. Por eso, es fundamental fomentar el juego en igualdad y la corresponsabilidad en las tareas del hogar también en este periodo navideño. Cada niño, cada niña tiene derecho a ser diferente y a construirse en libertad. 

 

CORRESPONSABILIDAD, también en Navidad… 

      Para un segundo y pregúntate ¿en tu familia quién se encarga de sacar tiempo libre o pedir vacaciones para cuidar a l@s niñ@s en Navidad? ¿De poner los adornos? ¿quién piensa y realiza el menú de las cenas/comidas o prepara la casa si viene gente invitada? ¿quién prepara la mesa y la recoge? ¿friega los platos? ¿piensa y compra los regalos? Si la respuesta a estas preguntas no ha sido -Tod@s-alguien está sobrecargada asumiendo tareas de más y alguien se está escaqueando.

El reparto de tareas capacitará a los y las menores para ser responsables, implicarse y aprender a compartir los cuidados desde la infancia. Tú eres su ejemplo, da lo mejor de ti.

 

-  ELEGIR JUGUETES NO SEXISTAS ------ ¿cómo lo hago?

 

 Busca que sea sencillo.

 Adecuado a la edad.

No violento.

 Si lo pide, regálaselo, no juzgues si es “de chicas” o “de chicos”.  

RECUERDA: lo importante es el juego, NO el juguete.


¿Cuál es el mejor regalo que puedo hacerle?

El mejor regalo es tu tiempo 😊😊

 

Busca cada día un hueco para jugar con él o con ella, no importa la edad que tenga ni tu hij@ ni tú. Con ello aprenderá:

    De peque, a escoger libremente con qué y cómo jugar. Será creativ@. Se divertirá solo con estar contigo, no le harán falta montañas de juguetes vacíos.

    Cuando crezca, buscará de manera natural establecer relaciones igualitarias basadas en el respeto y en el cariño. Libres de sustancias. No permitirá otras formas de relación.

 




 
  Para terminar, os dejo este vídeo cortito, a modo de reflexión. ¡Feliz Navidad¡

“Y tú ¿qué quieres ser de mayor?” : https://www.youtube.com/watch?v=YvGi7CrnqKc

 

Fuente: http://www.juntadeandalucia.es/presidencia/portavoz/resources/files/2020/12/10/1607624158978juguete1EST.jpg 

https://elcorreoweb.es/sevilla/un-estudio-constata-el-sexismo-de-las-campanas-de-navidad-de-juguetes-FC6895722

http://consumo.castillalamancha.es/sites/consumo.castillalamancha.es/files/2020-12/Guia%20Juguetes%20mod-convertido.pdf

 

 

 

 

 

martes, 22 de diciembre de 2020

Nomofobia, el viaje de las horas perdidas

¿Eres de las personas que salen de casa sin teléfono móvil o te vuelves a por él en cuanto te das cuenta que te lo has dejado? ¿Lo apagas en algún momento durante el día o cuando ya no te funciona? ¿Llevas el cargador siempre a mano? ¿Comes, ves la tele o realizas otras actividades con el móvil sobre la mesa? ¿Respondes los whatsapp nada más llegarte? ¿Lo miras continuamente aún sabiendo que no tienes ninguna notificación ni llamada? ¿Es lo primero que buscas nada más despertarte?

Si registrásemos los datos de las preguntas anteriores, nos sorprendería corroborar como la mayoría de la población vive enganchada al teléfono móvil. Sin embargo, pocas veces se entiende como un problema de adicción sino más bien como un vicio totalmente sano, socialmente aceptado y que comúnmente se practica de manera justificada: “Estoy esperando una llamada importante”, “Mi familia vive lejos”, “Mis padres están mayores”, “Mi hija está empezando a salir”, “Por si me surge algún imprevisto y tengo que llamar”,.. Fijaos como un aparato que se inventó para facilitarnos la vida, por el mal uso o abuso nos la puede llegar a fastidiar.

La NOMOFOBIA, esa palabreja que mencionábamos en el título, no es más que el miedo irracional que se siente a no disponer del teléfono móvil, bien porque se ha olvidado en casa o en el coche, porque se ha gastado la batería, se está fuera de cobertura, se han agotado los megas o simplemente se ha estropeado. No está considerada todavía como una patología o un trastorno del comportamiento pero sí se viene observando que es consecuencia de un uso desmedido del teléfono que generalmente se utiliza para todo menos para hablar.

Según los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística el 96% de las familias cuentan con al menos un teléfono móvil y el 77% acceden a internet a través de él. Lo miran una media de 34 veces al día. Son el 58% de los hombres y el 48% de las mujeres quienes sienten pánico al pensar en la posibilidad de no disponer de su teléfono móvil. La población que con mayor frecuencia lo utiliza para buscar pareja y romper con ella, mantener conversaciones con personas desconocidas y compartir detalles de su vida son los jóvenes entre los 15 y los 30 años.

¿QUÉ HAGO SI DETECTO ESTE PROBLEMA EN MI HIJ@?                                                                                        

1.   Revisarnos a nosotr@s mism@s. Recordad que como padres y madres somos su modelo educativo de referencia. Sería incoherente pedirle que deje el móvil si yo estoy a todas horas con él en la mano.

2.   Normas para tod@s. Lo ideal es fijar unos límites expresos consensuados que cumplan todos los miembros de la familia,  así como un espacio temporal libre para el uso del móvil.

3.   Permitir hechos extraordinadios. Hay situaciones puntuales en las que se puede negociar y permitir sobrepasar las normas anteriormente pactadas, pero solo de manera aislada, no como rutina. Por ejemplo, tener que hacer un trabajo para una asignatura, una clase online, una videollamada con un amigo,…

4.   Comunicación asertiva y escucha activa. Tan simple como escuchar y compartir ideas, sin juzgar ni echarle la charla. Le hará sentir querid@ e importante.

5.   Educar en ocio y tiempo libre. Si se tienen hobbies para aprovechar el tiempo libre no habrá oportunidad para el aburrimiento y tampoco para pasar las horas muertas frente al teléfono móvil. Educar en ocio saludable incluyendo actividades al aire libre y compartidas con la familia, con mascotas o con personas de su agrado, es una garantía de cara al futuro. Además de que al realizar actividades que le gustan, se sentirá feliz, valorad@, capaz y automáticamente aumentará su autoestima.

 

Bien es cierto que todo en su justa medida es beneficioso, así que desde aquí os animamos a que hagáis un uso responsable de la tecnología y transmitáis ese magnífico ejemplo a las generaciones venideras.

 ¡Suelta el móvil! ¡Corre! ¡Salta! ¡Hay una vida alucinante esperándote ahí fuera! J

 




Fuente: https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-salud/prevencion-salud/nomofobia.html


lunes, 8 de junio de 2020

Estrategias para motivar a los niños a seguir aprendiendo desde casa




Aquí unos consejos para docentes y padres para conseguir mantener viva esa motivación por el aprendizaje durante el confinamiento:
1- Horarios con tiempo libre. Durante el periodo escolar, muchos niños van a la escuela por la mañana y parte de la tarde, hacen actividades físicas y extraescolares, socializan y juegan con los compañeros y, cuando llegan a casa, hacen las tareas escolares. Adriana Ornellas, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación y coordinadora del grupo de investigación eTIC de la UOC, afirma que no podemos reproducir al 100 % esta realidad, pero sí establecer hábitos y rutinas que nos acerquen a una situación de normalidad. Según la profesora de la UOC, es recomendable priorizar las mañanas, cuando los niños están más activos y dispuestos a participar, para que los docentes establezcan las conexiones con el grupo de clase y los estudiantes se conecten a los entornos virtuales, conozcan las tareas asignadas, planifiquen el trabajo y hagan actividades. Después, es importante «destinar un tiempo del día para el paseo, el juego y la actividad física en los espacios exteriores, ahora que se han flexibilizado las medidas de confinamiento». Las tardes son más apropiadas para leer, escribir, pintar, escuchar música, hacer tareas conjuntas o conectarse virtualmente con amigos y familiares.
2- Fomentar la concentración de los niños con espacios fijos. En función de las posibilidades del domicilio y de cada familia, podemos controlar algunos aspectos que promuevan la concentración. Si intentamos que estudien en un espacio lo más aislado posible, con todo el material necesario, les estaremos ayudando a reducir estímulos externos. «Así evitaremos interferencias de otras personas y que tengan que levantarse para buscar material», señala Amalia Gordóvil, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC y psicóloga infantojuvenil en el centro GRAT.
3- Seguir las cinco «C». Para Adriana Ornellas, la clave para lograr la motivación de los niños es promover actividades de aprendizaje que incluyan las cinco «C»: contexto, creatividad, curiosidad, control y colaboración. La primera se refiere a conectar el aprendizaje con los conocimientos y las experiencias previas, articulando lo que se aprende con la realidad que se está viviendo; la creatividad se logra estimulando la resolución creativa de problemas reales y significativos; en cuanto a la curiosidad, se trata de procurar despertar el interés del estudiante por lo que está aprendiendo; el control se refiere a que los estudiantes puedan influir en lo que aprenden y elegir cómo lo aprenden, y respecto a la colaboración, la idea es promover la interacción y el trabajo en equipo entre los estudiantes y las familias.
4- Fijar objetivos pequeños y concretos. Para fomentar la motivación de los niños, podemos concretar objetivos no demasiado ambiciosos. De esa forma, serán alcanzables «y ellos verán que van consiguiendo algo. Por ejemplo, hoy haremos los ejercicios de esta página. O estas diez multiplicaciones», señala Zenaida Aguilar, profesora colaboradora del máster universitario de Psicología Infantil y Juvenil: Técnicas y Estrategias de Intervención de la UOC, que advierte que hacer lo contrario —es decir, marcarse metas muy ambiciosas— solo conseguirá frustrarlos.
5- Adaptarse al niño. Las necesidades, los intereses y las formas de aprender de cada niño son distintas, y tenerlo en cuenta es una ventaja a la hora de motivarles. «No todos los niños tienen la misma capacidad de atención ni la ponen en práctica de la misma manera. Hay niños que en movimiento retienen más, otros lo hacen pintando, a algunos lo que les funciona es aprender a partir de enseñar a sus peluches o «trabajando» junto con mamá o papá… Con los descansos también hay que adaptarse a cada niño y niña, ya que la capacidad de concentración varía», explica Zenaida Aguilar. Por eso cree que lo importante es que los padres se adapten a las necesidades de sus hijos y sugiere que se les pregunte a ellos mismos.
6- Ser congruentes. Si todos en casa saben los horarios de los demás y se respetan, será más sencillo mantener un orden necesario tanto para el aprendizaje como para que los padres puedan trabajar, si lo hacen desde casa, o tengan su espacio de tiempo individual. De lo contrario, la situación puede desbordarnos. «Es fundamental ser congruente con lo pactado. Al fin y al cabo, lo mejor que nos deja este confinamiento es la posibilidad de conectar con los niños y las niñas y que sientan nuestra presencia, pero esta presencia ha de ser de calidad.

viernes, 5 de junio de 2020

El cerebro del niño se bloquea cuando le gritan




Como decía María Montessori, cuando se habla con las personas y sobre todo con los niños, la voz debe ser bajita y respetuosa… Si se alza la voz solo debe ser para cantar. El cerebro de los niños se bloquea cuando les gritan por lo que no aprenden y sienten un estrés emocional que les hace sentir mal.
Solo tienes que pensar en cómo reaccionas tú cuando te gritan… probablemente sientas ansiedad, ira y rabia cuando te hablan con un tono más alto de lo normal. Un niño no entiende por qué le hablan mal, su cerebro desconecta de la persona que le grita, y lo peor de todo es que también puede sentir miedo.

No conseguirás mejores resultados

Si gritas a tus hijos no conseguirás mejores resultados, todo lo contrario. Quizá grites porque piensas que tus hijos te respetarán más pero en realidad, cuando se grita solo indica una cosa: has perdido la paciencia y no sabes cómo reconducir la situación de otra manera… te has desbordado.
De cualquier modo, los gritos nunca son una buena opción porque no sirven para nada… Solo para que el cerebro de tu hijo se bloquee, tú te enfades y que el ambiente se convierta en tóxico.

Tu hijo no aprende si le gritas

¿Prestarías atención a tu jefe si te gritase mientras te explica algo o solo estarías en tensión todo el tiempo? A un niño le pasa igual… se tensa y sufre emocionalmente. Los gritos son como lanzas que se clavan en su corazón.
Quizá pienses que reacciona porque te respeta pero nada más lejos de la realidad. Los gritos le alejan de ti emocionalmente y pierden el respeto que te tienen. Cuando un niño reacciona ante los gritos es porque te tiene miedo y porque le duele emocionalmente… No aprende porque su cerebro deja de escucharte.



El cerebro de un niño y de cualquier persona de cualquier edad, solo aprende en un entorno de seguridad, amor y protección. Cuando una persona grita se activa el miedo y bloquea la zona de la amígdala que se encarga de regular las emociones (entre otras cosas). Cuando la amígdala detecta un peligro (como los gritos) se activa el estrés/miedo y existen diferentes opciones: huir, luchar o quedarse bloqueado. Ninguna de las tres son adecuadas porque el cortisol corre por las venas cuando se grita.
Esto ocurre porque cuando se grita a los niños, puesto que el cerebro es evolutivo, activa el modo de supervivencia y solo se protege de esa amenaza. Los gritos afectan directamente la amígdala y cuando da la orden de peligro comienza a aparecer por el torrente sanguíneo cortisol, adrenalina, dopamina… El cuerpo se prepara para protegerse.
Por si fuese poco, los gritos causan heridas emocionales, por lo que crean recuerdos negativos en la memoria de los niños, y lo peor, que si les gritas, tus hijos aprenderán a que gritar es una forma normal de comunicarse con los demás y gritarán cuando se sientan frustrados o enfadados por cualquier motivo.
Cuando quieras gritar hazlo, pero de cara al viento, no de cara a tus hijos. No es una estrategia educativa. Cuando estés con tus hijos, respira hondo y cuenta hasta 100 si hace falta, pero NO les grites a ellos. Son tus hijos, el amor más puro que existe para ti… NO se merecen un trato así.
Pon un poco más de educación emocional en tu vida y no será necesario que les grites… solo te darás cuenta de esto cuando notes que en realidad no te hace falta gritar para que tus hijos te hagan caso.

Fuente: https://www.etapainfantil.com/cerebro-nino-bloquea-gritan