Diez estrategias para educar personas independientes
Tarde o temprano, los jóvenes dejarán la casa de sus padres para iniciar su propia vida. Es normal que los padres sientan miedo ante esta circunstancia. El mundo está lleno de peligros y de tentaciones, y cuando los hijos se van de casa se pierde toda posibilidad de control.
Los padres tienen la responsabilidad de educar a sus hijos para que puedan afrontar con éxito su vida independiente. Para ello es fundamental ayudarles a desarrollar ciertas habilidades que le permitan afrontar los nuevos retos con la confianza suficiente.
Habilidades para la vida que debería desarrollar un adolescente
Para ayudar a los hijos a ser independientes, los padres deben fomentar buenos hábitos y trabajar las habilidades para la vida que son necesarias para vivir de forma independiente.
1: CAPACIDAD PARA HACER FRENTE A LA SOLEDAD
La soledad no es lo mismo que estar solo. Un adolescente debe aprender a reconocer el estado de soledad como una sensación temporal concreta y aprender a utilizarla y canalizarla. Es importante que aprenda a sentirse bien consigo mismo como parte de una actitud saludable y que descubra cómo puede disfrutar del tiempo que puede pasar consigo mismo en actividades como la lectura, pasear, escuchar música, crear, etc.
2: CAPACIDAD PARA FIJARSE METAS
Un adolescente debe fijarse sus propias metas para lograr lo que desea. Los padres deben ayudar a sus hijos a averiguar qué es lo que quiere su hijo para que este pueda fijarse un objetivo que le motive en su esfuerzo.
Pero fijarse una meta no implica solamente plantearse grandes retos. Para entrenar esta capacidad se puede empezar con un reto académico o deportivo sencillo. Lo importante es aprender la habilidad necesaria para plantearse ese reto u objetivo y actuar según la meta.
En este sentido, los padres pueden ayudar a sus hijos a clarificar sus metas y a aclarar las acciones necesarias para lograrlas, además de ofrecerles las herramientas necesarias
3: CAPACIDAD PARA GESTIONAR EL ESTRÉS Y PARA GESTIONAR EL TIEMPO
Desgraciadamente, no hace falta que los jóvenes lleguen a adolescentes para empezar a sentir estrés.Los niños de hoy en día también están creciendo en una era en la que se los expone a violencia y a la presión de los pares acerca de la actividad sexual y el consumo de drogas. También se les advierte que tengan cuidado de los secuestros, el abuso sexual y otros delitos. Esta sensación de que viven en un mundo inseguro es una fuente de estrés constante para algunos niños. Los jóvenes de hoy en día se enfrentan todo el tiempo a desafíos a sus destrezas de afrontamiento y, a menudo, se espera de ellos que crezcan demasiado rápido.
Es necesario enseñarles a gestionarlo, a canalizar sus energías y a liberar tensión y a organizarse para gestionar el tiempo de forma eficaz y productiva.
Reconocer el estrés es el primer paso para superarlo. Y aprender a superarlo ahora supone una lección que les ayudará durante toda la vida:
- Intentar ayudarles a identificar la causa de su estrés y hablar sobre cómo aliviar la situación.
- Una forma de combatir el estrés es a través de la diversión.
- Aprender juntos maneras de combatir el estrés.
- El deporte es una magnifica manera de luchar contra el estrés.
- Sobre todo, apoyarle.
4: HABILIDAD PARA ENCONTRAR Y MANTENER UN EMPLEO.
Animarles para que busquen algún trabajo remunerado en vacaciones o que le dediquen algunas horas semanales cuando tengan edad suficiente les reportará una experiencia muy enriquecedora para su vida adulta y les permitirá valorar el esfuerzo que cuesta ganar dinero.
5: HABILIDADES PARA MANEJAR EL DINERO Y AHORRAR.
Cuando los adolescentes tienen todo lo que quieren es fácil que no valoren lo que cuesta ganar el dinero necesario para sus caprichos y que hay unas necesidades primarias que hay que afrontar. Un adolescente debería ser consciente de todo lo que implica vivir de forma independiente, de todos los gastos que hay que afrontar y de lo importante que es ahorrar, administrar el dinero y planificar los gastos. Esto evitará muchos problemas futuros de gasto desmesurado y endeudamiento excesivo.
6: CAPACIDAD PARA COMPRAR ALIMENTOS Y PREPARARLOS.
Unos buenos hábitos alimenticios son fundamentales para la salud. Cuando los jóvenes están en casa eso es responsabilidad de los padres. Pero saber lo que hay que comprar y cómo prepararlo es otra cosa. Para que lo aprendan es importante hacerlos conscientes de su importancia y pedirles ellos mismos tomen parte en las decisiones y que, de vez en cuando, se encarguen de organizar y preparar las comidas.
7: HABILIDADES DE ORDEN Y LIMPIEZA.
Empezar por mantener ordenada la habitación es importante. Pero también lo es que los jóvenes aprendan, cómo mantener ordenada y limpia una casa y que valoren y disfruten un entorno recogido y bien colocado. Esto no sólo les ayudará en su día a día, sino que les facilitará y ayudará en su relación de pareja o convivencia.
Lo que impera es que ciertas tareas asignadas (tácitamente) a un miembro de la familia (madre, padre, hermano mayor, abuela, niñera) sean repartidas equitativamente por todos los miembros de la misma. Independientemente de la condición económica y de la posición social, que a veces también puede representar un gran freno para estos objetivos. “En cuanto puedas es necesario que hagas tu parte en casa y limpies lo que te corresponde”. En esta expresión podemos ver claramente que ambos conflictos están resueltos: el trabajo no recae sobre una sola persona y además se le hace ver al jóven o a la joven que tiene una responsabilidad compartida.
8: CAPACIDAD PARA MOVERSE Y DESPLAZARSE.
Los jóvenes que viven en grandes ciudades están más acostumbrados a moverse en metro o en autobús, pero los que viven en ciudades más pequeños o que se desplazan siempre con sus padres pueden sentir cierto miedo a salir de su zona de confort. Esto puede limitar sus aspiraciones y crearles situaciones de estrés más adelante. Por eso es importante darles la oportunidad de moverse y acompañarlos para que no tenga miedo a conocer otros entornos y puedan aprovechar nuevas oportunidades.
9: HABILIDADES INTERPERSONALES.
Es fundamental aprender a tratar con los demás en general, no solo con la gente del entorno. Para ello hay que favorecer que los adolescentes conozcan gente nueva y que se enfrenten a diferentes situaciones personales en diversos ambientes. Las relaciones interpersonales nos permiten alcanzar ciertos objetivos necesarios para nuestro desarrollo en una sociedad, y la mayoría de estas metas están implícitas a la hora de entablar lazos con otras personas. Es importante desarrollar una comunicación correcta, eficaz y asertiva, adquirir y mejorar la capacidad de expresar molestia, desagrado, disgusto, saber decir no, conocer los derechos personales y saber defenderlos, aprender o mejorar las habilidades para presentarse y pedir una cita, hacer y aceptar cumplidos, e iniciar, mantener y terminar conversaciones, saber llegar a acuerdos con los padres sobre problemas cotidianos.
10: CAPACIDAD PARA ENFRENTAR EMERGENCIAS.
Es muy importante que los padres expliquen a sus hijos cómo actuar en caso de emergencia para evitar que sean presas del pánico y que puedan actuar de manera adecuada. Para mantener el control y actuar de forma adecuada es necesario haber hablado antes de ello.
Para que los padres puedan asumir la responsabilidad de ayudar a sus hijos a desarrollar estas habilidades deben ser consciente de que lo más importante es el ejemplo. No se le puede pedir a un hijo que haga algo que no ve en su propia casa. Y, en el caso de que los padres se sientan poco preparados en alguna de las habilidades, nunca es tarde para trabajarlas. La autosuperación es también un gran ejemplo para los hijos.
Puede que no sea necesario desarrollar al máximo todas las habilidades, pero cuanto más preparados estén los jóvenes, más seguridad y confianza tendrán para afrontar su vida con determinación y lograr lo que se propongan.
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