miércoles, 7 de diciembre de 2016

Cómo aprendemos: premios y castigos. La observación



PREMIOS Y CASTIGOS





APRENDIZAJE Y FORTALECIMIENTO DE COMPORTAMIENTOS

Una forma muy importante de aprendizaje se produce a  través de la experiencia que obtenemos por las consecuencias de nuestros actos. Si queremos que nuestros hijos aprendan comportamientos positivos, tendremos que fortalecérselos.
El reforzamiento es un método de fortalecimiento de conductas. Se utiliza para aumentar aquellas conductas que queremos que se repitan. Por ejemplo: dar un premio después de que se realice algo deseado.


 
Aspectos a considerar en relación al reforzamiento:

1.     Si premias una conducta de tu hijo con algo que sea gratificante y satisfactorio para él, es muy probable que se porte así con más frecuencia.
2.    Las recompensas o premios pueden ser materiales (dinero, materiales deportivos, juguetes, etc.), o afectivas (la atención, los elogios o el cariño). Las recompensas materiales nos gustan a todos, las afectivas nos hacen sentirnos a gusto con nosotros mismos.
3.    Si decides que vas a utilizar las recompensas materiales, un buen criterio es hacerlo de una manera extraordinaria y con actos que sabes que suponen un esfuerzo especial, y acompañándolas siempre de recompensas afectivas.
4.    Cualquier actividad que le guste al niño puede usarse para reforzar los comportamientos que él/ella no efectuaría con facilidad. Lo único que se requiere es que la actividad poco preferida se haga antes que la preferida.
5.    No hay dos niños iguales, puede suceder que lo que para uno es motivador no lo sea para otro. Tienes que adaptar los premios a la manera de ser de cada niño.
6.    Para que sea efectivo un reforzamiento, es conveniente que se realice inmediatamente después de que el niño haga la conducta.
7.    Recompensa las mejoras. Hay que tener cuidado de no recompensar comportamientos indeseados.
8.    Critica la conducta, no la persona. No digas “eres malo”, sino “te has portado mal por haber hecho...”.

Se deben tener en cuenta cuatro reglas básicas acerca del momento en que debe aplicarse el reforzamiento, es decir, el momento en que debemos premiar a nuestros hijos:

-       Cuando se trate de enseñar tareas nuevas, se reforzará inmediatamente sin permitir que haya un retraso entre la respuesta y el reforzamiento. Ej.: Carmen empieza a vestirse sola, cuando la madre regresa inmediatamente hace este comentario “ya sabes vestirte sola, eres una niña muy lista”.
-       En las etapas iniciales del aprendizaje de una tarea, debe reforzarse cada respuesta correcta. A medida que la conducta se hace más fuerte, se exigirán más respuestas correctas antes de proporcionar el reforzamiento (se pasará gradualmente a reforzar de vez en cuando, sin que se pueda predecir, es decir, sin que pueda saber cuando se reforzará). Ej.: la madre de Carmen reforzó el primer día que se puso el jersey, al día siguiente debió reforzar la conducta de ponerse al menos tres prendas, cuatro, y así sucesivamente hasta que la niña aprendiera a vestirse sola y entonces reforzaría de vez en cuando sin que la niña supiera cuándo lo iba a hacer.
-       Es necesario reforzar el progreso o los avances en la dirección correcta. No hay que insistir en una ejecución perfecta desde el primer ensayo. Ej.: si nuestro/a hijo/a trae a casa dos suspensos y en la evaluación siguiente sólo trae suspensas las matemáticas, hay que reforzar el esfuerzo que ha hecho, ya que a veces se nos olvida.

ELIMINACIÓN DE COMPORTAMIENTOS INADECUADOS

Para la eliminación de comportamientos inadecuados, podemos hacer uso del castigo, la extinción o la estimulación de comportamientos alternativos incompatibles con la conducta indeseada.
El castigo es una forma de cortar un comportamiento indeseado. Pero el uso frecuente del castigo no es eficaz para cambiar la conducta.
 


El castigo puede producir efectos no deseados como:

  • Su duración es escasa, pues enseguida aparece la conducta no deseada.
  • Las relaciones entre tú y tu hijo se resienten y pueden darse reacciones de rechazo afectivo.
  • Las personas aprendemos por imitación y si un niño vive normalmente castigado, castigará a los de su alrededor.
  • Daña la autoestima del niño.

El castigo funciona bien si:

  • Se utiliza en casos puntuales y aislados.
  • El niño sabe perfectamente cuando va a ser castigado.
  • Es inmediato al comportamiento inadecuado.
  •  Ocurre siempre que se comete la falta sin depender del buen o del mal humos de los padres y madres.
  •  Ofrece al niño siempre una alternativa, se le explica lo que se espera de ellos y el modo en que puede realizarlo.
  • Permanece intacto el respeto por la persona, sin que sufra la autoestima. Son las acciones incorrectas las que se castigan, no la persona: no “eres mala”, sino “eso lo has hecho mal”.
  •  No lo asocies a actividades de aprendizaje, si lo castigas haciendo cuentas, acabará odiando hacer las cuentas.

Tipos de castigos:

  • El castigo que pretende eliminar una conducta presentando un estímulo desagradable (reprimenda, cachete, etc.). Este tipo de castigo se aplica de inmediato, nada más aparecer la conducta que se pretende corregir. Aunque la conducta castigada desaparece de manera rápida, es algo transitorio y a la larga no resulta demasiado eficaz (Ej.: Un maestro que tenga una clase muy ruidosa puede gritar a los niños y conseguir un período de silencio. Al rato, sin embargo, vuelve el cuchicheo y el movimiento ruidoso, de manera que tiene que volver a gritar. A las pocas semanas, el maestro gritará cada vez más).
  • El otro tipo de castigo es la retirada de algo deseado por el niño. Éste tiene menos connotaciones negativas, pero siempre que se pueda es mejor utilizar la extinción. La extinción consiste en eliminar todos los reforzadores que mantienen una conducta para suprimirla.  Una de las técnicas consiste en retirar la atención o simplemente trasladar al niño a un lugar (habitación) en el que no pueda recibir refuerzos a esa conducta que pretendemos eliminar. Ej.: Ana interrumpía constantemente cuando su madre hablaba por teléfono. Las reprimendas no eran severas y la atención que le daba a Ana en estas ocasiones resultaba gratificante para la niña. Un día, la madre decidió ignorar completamente a su hija en esos momentos. Vio que Ana era peor durante unos días. Eventualmente, la niña aprendió que ya no iba a recibir más atención por portarse de esa manera y disminuyó el número de veces que interrumpía a la madre cuando ésta hablaba por teléfono.
  • Otro método para reducir comportamientos no deseados es estimulando y proponiendo actividades alternativas o incompatibles a comportamientos no deseados. Es decir, ofrecerle algo que le gusta, distrayendo su atención para que olvide el comportamiento inadecuado.  Además, se puede reforzar deliberadamente, con atención o recompensa, alguna actividad de su hijo que sea incompatible con la conducta que se pretende desanimar. Es el reforzamiento de conductas alternativas. Ej.: niña nerviosa había tomado la costumbre de coger tejidos, pañuelos, bordes de los vestidos cuando no estaba haciendo otra cosa. Castigarla era inadecuado porque no hacía ningún daño real. Los padres ignoraban está conducta y su madre la enseñó a hacer punto y a bordar, lo cual se ajustaba a su interés por el dibujo. Ambos padres le animaron ensalzando las prendas terminadas. Al poco tiempo, la muchacha abandonó la costumbre y pasaba muchos ratos haciendo punto. 

CONSECUENCIAS NATURALES Y CONSECUENCIAS LÓGICAS

            Frente al sistema de premios y castigos, algunos autores proponen el método de las consecuencias naturales y las consecuencias lógicas. Se trata de una buena alternativa frente a los problemas que plantea el método de premios y castigos; pero pueden coexistir ambos sistemas: la edad, la manera de ser del niño y cada situación concreta nos indicará lo más conveniente en cada momento.
            Básicamente, el método consiste en relacionar la conducta del niño con las consecuencias que de ella se derivan; así, si un adolescente insiste en ponerse zapatos de tacón alto en invierno y se le mojan los pies (consecuencia natural) probablemente arruinará los zapatos y no le comprarán otros hasta que sea el momento (consecuencia lógica).

A modo de resumen, se puede apreciar el siguiente cuadro.



DAR
QUITAR


REFUERZO
Refuerzo positivo:
Dar algo positivo
-Material: Regalo
-Afectivo: Elogio
Refuerzo negativo:
Eliminar algo negativo
-No fregar los platos

INCREMENTAR CONDUCTAS

CASTIGO
Castigo:
Dar algo negativo
-Reprimenda
-Cachete
Extinción:
Quitar algo positivo
-Retirar la atención
-No dejarle salir

DISMINUIR O ELIMINAR CONDUCTAS


LA OBSERVACIÓN





Dar ejemplo

            Otra forma habitual que tiene el ser humano de aprender es a través de la observación de lo que las otras personas hacen.
            Aplicado al tema que estamos tratando, esto significa que para que los padres se conviertan en un referente claro de prevención deben pararse a analizar lo que piensan respecto al consumo de sustancias y en qué medida los mensajes que transmiten a sus hijos, a través de lo que les dicen y lo que hacen, son coherentes o contradictorios.

¿Qué opinan los jóvenes?

            Resulta interesante recoger algunas de las opiniones que algunos jóvenes expresan respecto al comportamiento de sus padres:

Lucas: <<Lo normal es que veas a tus padres como tus padres y si ves que cuando salen por la noche los fines de semana vuelven piripis, pues piensas que esto es normal, y que tu también puedes hacerlo>>.
Isabel: <<Yo he oído a mi madre muchas veces hablar por teléfono con sus amigas sobre la fiesta o la cena en casa de no se quién, el ciego que se cogieron y lo divertido que estuvo, así que luego que no me vengan con monsergas>>.
Pablo: <<Siempre te dicen que no bebas, pero mi padre cuando viene del trabajo se prepara un gin-tonic y dice que es para desconectar y relajarse>>.
Cristina: <<Mis padres beben vino en las comidas y alguna vez les he visto tomar copas con amigos, pero nunca les he visto borrachos ni descontrolar>>.

            Estamos seguros de que los hijos van a actuar y a tomar decisiones en las que van a influir además de los padres muchas otras cosas: los medios de comunicación (sobre todo la televisión), los amigos, la calle, el colegio o instituto, etc.
            Sin embargo, tampoco queremos dejar de resaltar que también los padres juegan un importante papel en todo esto y que, por tanto, deben hacer un esfuerzo por lograr que sus mensajes, es decir, las cosas que dicen y su forma de actuar sean claras y positivas para el aprendizaje de sus hijos. No olvidemos que el peso de lo que oyen y ven en casa es muy importante.
            Si analizamos detenidamente las afirmaciones anteriores se pueden extraer algunas conclusiones que pueden ayudarnos, no sólo a identificar dónde están las dificultades que impiden a los padres lograr ser esos referentes claros y significativos de los hijos, sino también las sugerencias que los propios chicos nos indican para conseguirlo. Para ello, vamos a hacer un análisis más detenido de cada una de las aportaciones de estos jóvenes. De este modo, vamos a intentar responder a una pregunta clave: ¿Qué crees que están transmitiendo los padres con su forma de actuar a cada uno de estos jóvenes? y ¿Cuáles son las consecuencias que esto puede tener para su aprendizaje?.



Padres
Hijos
Consecuencias
Lucas
Asociación fiesta/diversión/alcohol
Imitación
Justifican consumo
Isabel
Aceptación del alcohol
Permisividad
Aceptación del alcohol
Pablo
Te dicen una cosa y ellos hacen otra
Incoherencia
No sabe a que atenerse
Desorientación
Cristina
Consumo social
Moderación y control
Uso moderado y no abusivo del alcohol

            Parece claro que los padres tienen una influencia decisiva en sus hijos y que esta influencia va a ser en un sentido positivo o en un sentido negativo, en función de lo que les transmitimos a través de nuestra forma de actuar.
            Llegados a este punto y viendo la importancia que este tema tiene para el aprendizaje de los hijos, vamos a analizar algunas pautas que pueden servir a los padres para actuar de forma adecuada en este tema.



¿Qué pueden hacer los padres?

  • Los padres deben predicar con el ejemplo: La mejor herramienta de prevención es la coherencia  entre lo que dicen los padres y lo que realmente hacen.
-       La observación es una forma de aprendizaje. Por ello, es importante que los padres se fijen en su comportamiento ante el alcohol.
-       Cuidar nuestra forma de tratar el alcohol es importante para influir directamente en las opiniones que los hijos vayan formándose, por ejemplo, deben evitar hacer comentarios delante de los hijos sobre su propio consumo, de manera que sugiera que el alcohol les sirve para desconectar, relajarse o divertirse.
-       Los padres deben demostrar a sus hijos que tienen otras maneras “más saludables” que el uso del alcohol para enfrentar la evasión, la tensión o el ocio, como por ejemplo: hacer ejercicio, escuchar música, dar un paseo, hablar con un amigo, etc.
  • Mostrar un modelo de uso moderado y controlado: El uso social del alcohol es muy frecuente, por ello los padres deben diferenciar entre un uso moderado y un uso abusivo.
-       En las celebraciones, fiestas y ocasiones especiales, los padres deben de evitar ofrecer alcohol a los menores de 18 años.
-       Si en alguna ocasión el joven abusa del alcohol, los padres deben mostrar su rechazo y no su complicidad, por ejemplo, no reírles las gracias.
-       Si en alguna ocasión son los padres los que abusan del alcohol, deben de asumir sus contradicciones abiertamente ante sus hijos y sobre todo hacerles evidentes las consecuencias negativas que esta forma de beber tiene en su organismo y en su conducta. Por ejemplo:

Hijo: <<¿Qué te pasa?¿Estás malo?>>.
Padre: <<Pues si, estoy hecho polvo porque ayer por la noche bebí más de la cuenta>>.
Hijo: <<¡Ya! Vamos, ¡Que tienes resaca!>>.
Padre: <<Sí, me encuentro fatal. El alcohol es muy traicionero, parece que no te va a pasar nada y luego no es tan fácil de controlar como uno cree. Si te excedes después te pasa factura>>.

            Los modelos de padres “perfectos” no son reales, es mejor reconocer que los padres también tienen sus fallos y sus limitaciones. En este ejemplo se aprovecha un “modelo negativo de consumo de alcohol” para reconvertirlo en un “modelo de aprendizaje educativo”, es decir, una experiencia negativa para el hijo, puede pasar a ser una estrategia idónea de enseñanza por varios motivos:
  • El padre está reconociendo su fallo en el control, sus limitaciones, sus imperfecciones, lo que le está haciendo más humano y, en definitiva, más cercano a su hijo.
  • El padre está rompiendo el mito del control tan extendido entre los jóvenes y le está haciendo tomar conciencia de la importancia de ser prudentes con esta bebida.
  • Trasmite a su hijo que el abuso del alcohol tiene unas consecuencias desagradables para nuestra salud y nuestro estado de ánimo.
Es importante

  • No perder de vista que los padres son un referente de vital importancia para los hijos por lo que resulta importante que te pares a observar tus propias actitudes y comportamientos frente al consumo de alcohol.
  • Procura ser coherente en los mensajes y las actuaciones respecto al consumo de alcohol ante tus hijos.
  • Evita mostrar a tus hijos la asociación del uso del alcohol con la obtención de estados de ánimo positivos.
  • Hacer ver a tus hijos que hay maneras saludables de superar los problemas, las tensiones y las dificultades.
  • Reconoce abiertamente ante tus hijos las consecuencias negativas de un uso abusivo del alcohol, si alguna vez tu hijo te ha visto hacer un uso inapropiado del mismo.

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