PREMIOS Y CASTIGOS
Una
forma muy importante de aprendizaje se produce a través de la experiencia que obtenemos por
las consecuencias de nuestros actos. Si queremos que nuestros hijos aprendan
comportamientos positivos, tendremos que fortalecérselos.
El
reforzamiento
es un método de fortalecimiento de conductas. Se utiliza para aumentar aquellas
conductas que queremos que se repitan. Por ejemplo: dar un premio después de
que se realice algo deseado.
Aspectos a considerar en relación al
reforzamiento:
1. Si premias una conducta de
tu hijo con algo que sea gratificante y satisfactorio para él, es muy probable
que se porte así con más frecuencia.
2. Las recompensas o premios
pueden ser materiales (dinero,
materiales deportivos, juguetes, etc.), o afectivas
(la atención, los elogios o el cariño). Las recompensas materiales nos gustan a
todos, las afectivas nos hacen sentirnos a gusto con nosotros mismos.
3. Si decides que vas a
utilizar las recompensas materiales, un buen criterio es hacerlo de una manera
extraordinaria y con actos que sabes que suponen un esfuerzo especial, y
acompañándolas siempre de recompensas afectivas.
4. Cualquier actividad que le
guste al niño puede usarse para reforzar los comportamientos que él/ella no
efectuaría con facilidad. Lo único que se requiere es que la actividad poco
preferida se haga antes que la preferida.
5. No hay dos niños iguales,
puede suceder que lo que para uno es motivador no lo sea para otro. Tienes que
adaptar los premios a la manera de ser de cada niño.
6. Para que sea efectivo un
reforzamiento, es conveniente que se realice inmediatamente después de que el
niño haga la conducta.
7. Recompensa las mejoras.
Hay que tener cuidado de no recompensar comportamientos indeseados.
8. Critica la conducta, no la
persona. No digas “eres malo”, sino “te has portado mal por haber hecho...”.
Se deben
tener en cuenta cuatro reglas básicas acerca del momento en
que debe aplicarse el reforzamiento, es decir, el momento en que debemos
premiar a nuestros hijos:
-
Cuando
se trate de enseñar tareas nuevas, se reforzará inmediatamente sin permitir que
haya un retraso entre la respuesta y el reforzamiento. Ej.: Carmen empieza a
vestirse sola, cuando la madre regresa inmediatamente hace este comentario “ya
sabes vestirte sola, eres una niña muy lista”.
-
En
las etapas iniciales del aprendizaje de una tarea, debe reforzarse cada
respuesta correcta. A medida que la conducta se hace más fuerte, se exigirán
más respuestas correctas antes de proporcionar el reforzamiento (se pasará
gradualmente a reforzar de vez en cuando, sin que se pueda predecir, es decir,
sin que pueda saber cuando se reforzará). Ej.: la madre de Carmen reforzó el
primer día que se puso el jersey, al día siguiente debió reforzar la conducta
de ponerse al menos tres prendas, cuatro, y así sucesivamente hasta que la niña
aprendiera a vestirse sola y entonces reforzaría de vez en cuando sin que la
niña supiera cuándo lo iba a hacer.
-
Es
necesario reforzar el progreso o los avances en la dirección correcta. No hay
que insistir en una ejecución perfecta desde el primer ensayo. Ej.: si
nuestro/a hijo/a trae a casa dos suspensos y en la evaluación siguiente sólo
trae suspensas las matemáticas, hay que reforzar el esfuerzo que ha hecho, ya
que a veces se nos olvida.
ELIMINACIÓN DE COMPORTAMIENTOS INADECUADOS
Para la eliminación de
comportamientos inadecuados, podemos hacer uso del castigo, la extinción o la
estimulación de comportamientos alternativos incompatibles con la conducta
indeseada.
El castigo es una forma de cortar un comportamiento indeseado.
Pero el uso frecuente del castigo no es eficaz para cambiar la conducta.
El castigo puede producir efectos no deseados como:
- Su duración es escasa, pues enseguida aparece la conducta no deseada.
- Las relaciones entre tú y tu hijo se resienten y pueden darse reacciones de rechazo afectivo.
- Las personas aprendemos por imitación y si un niño vive normalmente castigado, castigará a los de su alrededor.
- Daña la autoestima del niño.
El castigo
funciona bien si:
- Se utiliza en casos puntuales y aislados.
- El niño sabe perfectamente cuando va a ser castigado.
- Es inmediato al comportamiento inadecuado.
- Ocurre siempre que se comete la falta sin depender del buen o del mal humos de los padres y madres.
- Ofrece al niño siempre una alternativa, se le explica lo que se espera de ellos y el modo en que puede realizarlo.
- Permanece intacto el respeto por la persona, sin que sufra la autoestima. Son las acciones incorrectas las que se castigan, no la persona: no “eres mala”, sino “eso lo has hecho mal”.
- No lo asocies a actividades de aprendizaje, si lo castigas haciendo cuentas, acabará odiando hacer las cuentas.
Tipos de castigos:
- El castigo que pretende eliminar una conducta presentando un estímulo desagradable (reprimenda, cachete, etc.). Este tipo de castigo se aplica de inmediato, nada más aparecer la conducta que se pretende corregir. Aunque la conducta castigada desaparece de manera rápida, es algo transitorio y a la larga no resulta demasiado eficaz (Ej.: Un maestro que tenga una clase muy ruidosa puede gritar a los niños y conseguir un período de silencio. Al rato, sin embargo, vuelve el cuchicheo y el movimiento ruidoso, de manera que tiene que volver a gritar. A las pocas semanas, el maestro gritará cada vez más).
- El otro tipo de castigo es la retirada de algo deseado por el niño. Éste tiene menos connotaciones negativas, pero siempre que se pueda es mejor utilizar la extinción. La extinción consiste en eliminar todos los reforzadores que mantienen una conducta para suprimirla. Una de las técnicas consiste en retirar la atención o simplemente trasladar al niño a un lugar (habitación) en el que no pueda recibir refuerzos a esa conducta que pretendemos eliminar. Ej.: Ana interrumpía constantemente cuando su madre hablaba por teléfono. Las reprimendas no eran severas y la atención que le daba a Ana en estas ocasiones resultaba gratificante para la niña. Un día, la madre decidió ignorar completamente a su hija en esos momentos. Vio que Ana era peor durante unos días. Eventualmente, la niña aprendió que ya no iba a recibir más atención por portarse de esa manera y disminuyó el número de veces que interrumpía a la madre cuando ésta hablaba por teléfono.
- Otro método para reducir comportamientos no deseados es estimulando y proponiendo actividades alternativas o incompatibles a comportamientos no deseados. Es decir, ofrecerle algo que le gusta, distrayendo su atención para que olvide el comportamiento inadecuado. Además, se puede reforzar deliberadamente, con atención o recompensa, alguna actividad de su hijo que sea incompatible con la conducta que se pretende desanimar. Es el reforzamiento de conductas alternativas. Ej.: niña nerviosa había tomado la costumbre de coger tejidos, pañuelos, bordes de los vestidos cuando no estaba haciendo otra cosa. Castigarla era inadecuado porque no hacía ningún daño real. Los padres ignoraban está conducta y su madre la enseñó a hacer punto y a bordar, lo cual se ajustaba a su interés por el dibujo. Ambos padres le animaron ensalzando las prendas terminadas. Al poco tiempo, la muchacha abandonó la costumbre y pasaba muchos ratos haciendo punto.
CONSECUENCIAS NATURALES
Y CONSECUENCIAS LÓGICAS
Frente al sistema de premios y castigos, algunos autores
proponen el método de las consecuencias naturales y las consecuencias
lógicas. Se trata de una buena alternativa frente a los problemas que
plantea el método de premios y castigos; pero pueden coexistir ambos sistemas:
la edad, la manera de ser del niño y cada situación concreta nos indicará lo
más conveniente en cada momento.
Básicamente, el método consiste en relacionar la conducta
del niño con las consecuencias que de ella se derivan; así, si un adolescente
insiste en ponerse zapatos de tacón alto en invierno y se le mojan los pies
(consecuencia natural) probablemente arruinará los zapatos y no le comprarán
otros hasta que sea el momento (consecuencia lógica).
A modo de resumen, se
puede apreciar el siguiente cuadro.
|
DAR
|
QUITAR
|
|
REFUERZO
|
Refuerzo positivo:
Dar algo positivo
-Material: Regalo
-Afectivo: Elogio
|
Refuerzo negativo:
Eliminar algo negativo
-No fregar los platos
|
INCREMENTAR CONDUCTAS
|
CASTIGO
|
Castigo:
Dar algo negativo
-Reprimenda
-Cachete
|
Extinción:
Quitar algo positivo
-Retirar la atención
-No dejarle salir
|
DISMINUIR O ELIMINAR CONDUCTAS
|
LA
OBSERVACIÓN
Dar ejemplo
Otra forma habitual que tiene el ser humano de aprender
es a través de la observación de lo que las otras personas hacen.
Aplicado al tema que estamos tratando, esto significa que
para que los padres se conviertan en un referente claro de prevención deben
pararse a analizar lo que piensan respecto al consumo de sustancias y en qué
medida los mensajes que transmiten a sus hijos, a través de lo que les dicen y
lo que hacen, son coherentes o contradictorios.
¿Qué opinan los jóvenes?
Resulta interesante recoger algunas de las opiniones que
algunos jóvenes expresan respecto al comportamiento de sus padres:
Lucas: <<Lo normal es que veas a tus padres como tus padres y
si ves que cuando salen por la noche los fines de semana vuelven piripis, pues
piensas que esto es normal, y que tu también puedes hacerlo>>.
Isabel: <<Yo he oído a mi madre muchas veces hablar por
teléfono con sus amigas sobre la fiesta o la cena en casa de no se quién, el
ciego que se cogieron y lo divertido que estuvo, así que luego que no me vengan
con monsergas>>.
Pablo: <<Siempre te dicen que no bebas, pero mi padre cuando
viene del trabajo se prepara un gin-tonic y dice que es para desconectar y
relajarse>>.
Cristina: <<Mis padres beben vino en las comidas y alguna vez
les he visto tomar copas con amigos, pero nunca les he visto borrachos ni
descontrolar>>.
Estamos seguros de que los hijos van a actuar y a tomar
decisiones en las que van a influir además de los padres muchas otras cosas:
los medios de comunicación (sobre todo la televisión), los amigos, la calle, el
colegio o instituto, etc.
Sin embargo, tampoco queremos dejar de resaltar que
también los padres juegan un importante papel en todo esto y que, por tanto,
deben hacer un esfuerzo por lograr que sus mensajes, es decir, las cosas que
dicen y su forma de actuar sean claras y positivas para el aprendizaje de sus
hijos. No olvidemos que el peso de lo que oyen y ven en casa es muy importante.
Si analizamos detenidamente las afirmaciones anteriores
se pueden extraer algunas conclusiones que pueden ayudarnos, no sólo a
identificar dónde están las dificultades que impiden a los padres lograr ser
esos referentes claros y significativos de los hijos, sino también las
sugerencias que los propios chicos nos indican para conseguirlo. Para ello,
vamos a hacer un análisis más detenido de cada una de las aportaciones de estos
jóvenes. De este modo, vamos a intentar responder a una pregunta clave: ¿Qué
crees que están transmitiendo los padres con su forma de actuar a cada uno de
estos jóvenes? y ¿Cuáles son las consecuencias que esto puede tener para su
aprendizaje?.
|
Padres
|
Hijos
|
Consecuencias
|
Lucas
|
Asociación
fiesta/diversión/alcohol
|
Imitación
|
Justifican consumo
|
Isabel
|
Aceptación del alcohol
|
Permisividad
|
Aceptación del alcohol
|
Pablo
|
Te dicen una cosa y
ellos hacen otra
|
Incoherencia
No sabe a que atenerse
|
Desorientación
|
Cristina
|
Consumo social
|
Moderación y control
|
Uso moderado y no
abusivo del alcohol
|
Parece claro que los padres tienen una influencia
decisiva en sus hijos y que esta influencia va a ser en un sentido positivo o
en un sentido negativo, en función de lo que les transmitimos a través de
nuestra forma de actuar.
Llegados a este punto y viendo la importancia que este
tema tiene para el aprendizaje de los hijos, vamos a analizar algunas pautas
que pueden servir a los padres para actuar de forma adecuada en este tema.
¿Qué pueden hacer los padres?
- Los padres deben predicar con el ejemplo: La mejor herramienta de prevención es la coherencia entre lo que dicen los padres y lo que realmente hacen.
-
La
observación es una forma de aprendizaje. Por ello, es importante que los padres
se fijen en su comportamiento ante el alcohol.
-
Cuidar
nuestra forma de tratar el alcohol es importante para influir directamente en
las opiniones que los hijos vayan formándose, por ejemplo, deben evitar hacer
comentarios delante de los hijos sobre su propio consumo, de manera que sugiera
que el alcohol les sirve para desconectar, relajarse o divertirse.
-
Los
padres deben demostrar a sus hijos que tienen otras maneras “más saludables”
que el uso del alcohol para enfrentar la evasión, la tensión o el ocio, como
por ejemplo: hacer ejercicio, escuchar música, dar un paseo, hablar con un
amigo, etc.
- Mostrar un modelo de uso moderado y controlado: El uso social del alcohol es muy frecuente, por ello los padres deben diferenciar entre un uso moderado y un uso abusivo.
-
En
las celebraciones, fiestas y ocasiones especiales, los padres deben de evitar
ofrecer alcohol a los menores de 18 años.
-
Si
en alguna ocasión el joven abusa del alcohol, los padres deben mostrar su
rechazo y no su complicidad, por ejemplo, no reírles las gracias.
-
Si
en alguna ocasión son los padres los que abusan del alcohol, deben de asumir
sus contradicciones abiertamente ante sus hijos y sobre todo hacerles evidentes
las consecuencias negativas que esta forma de beber tiene en su organismo y en
su conducta. Por ejemplo:
Hijo:
<<¿Qué te pasa?¿Estás malo?>>.
Padre: <<Pues si, estoy hecho polvo porque ayer por la noche
bebí más de la cuenta>>.
Hijo: <<¡Ya! Vamos, ¡Que
tienes resaca!>>.
Padre: <<Sí, me encuentro fatal. El alcohol es muy
traicionero, parece que no te va a pasar nada y luego no es tan fácil de
controlar como uno cree. Si te excedes después te pasa factura>>.
Los modelos de padres “perfectos” no son reales, es mejor
reconocer que los padres también tienen sus fallos y sus limitaciones. En este
ejemplo se aprovecha un “modelo negativo de consumo de alcohol” para
reconvertirlo en un “modelo de aprendizaje educativo”, es decir, una
experiencia negativa para el hijo, puede pasar a ser una estrategia idónea de
enseñanza por varios motivos:
- El padre está reconociendo su fallo en el control, sus limitaciones, sus imperfecciones, lo que le está haciendo más humano y, en definitiva, más cercano a su hijo.
- El padre está rompiendo el mito del control tan extendido entre los jóvenes y le está haciendo tomar conciencia de la importancia de ser prudentes con esta bebida.
- Trasmite a su hijo que el abuso del alcohol tiene unas consecuencias desagradables para nuestra salud y nuestro estado de ánimo.
Es importante
- No perder de vista que los padres son un referente de vital importancia para los hijos por lo que resulta importante que te pares a observar tus propias actitudes y comportamientos frente al consumo de alcohol.
- Procura ser coherente en los mensajes y las actuaciones respecto al consumo de alcohol ante tus hijos.
- Evita mostrar a tus hijos la asociación del uso del alcohol con la obtención de estados de ánimo positivos.
- Hacer ver a tus hijos que hay maneras saludables de superar los problemas, las tensiones y las dificultades.
- Reconoce abiertamente ante tus hijos las consecuencias negativas de un uso abusivo del alcohol, si alguna vez tu hijo te ha visto hacer un uso inapropiado del mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario