LA
FAMILIA
A lo largo de la historia,
la familia ha tenido un papel de indiscutible valor, ya que en todas sus formas
y culturas, ha supuesto un pilar básico para las sociedades. Es una estructura
abierta que se adapta a la cultura en la que vive, que está en permanente
conexión con ésta y que permite la transmisión de dicha cultura a las nuevas
generaciones.
En
definitiva, la familia es un espacio de crecimiento y aprendizaje para todos
sus miembros, en el que los padres pueden actuar como agentes de prevención del
consumo de drogas porque:
· La
familia es la forma más elemental de la sociedad y desempeña un papel
fundamental en la transmisión de información y experiencias, de valores y
reglas de conducta, proporcionando a los hijos perspectivas positivas de vida.
·
La
familia puede proporcionar a los hijos un ambiente de amor y aprobación,
dándoles la estabilidad emocional necesaria para afrontar su proyecto de vida.
·
En
el entorno familiar, los padres deben suministrar normas de convivencia, ya que
pueden ser un modelo de aprendizaje que facilite la socialización de los hijos,
la convivencia solidaria, la responsabilidad y la autonomía.
·
La
familia puede permitir el establecimiento de una comunicación íntima entre sus
miembros, favoreciendo el intercambio de sentimientos, emociones y experiencias
como elemento fundamental para mantener una relación de bienestar, afrontar los
problemas que surgen y orientar a sus miembros para resolverlos.
·
La
unidad familiar puede facilitar la participación de sus miembros en la
comunidad y ayuda a estos a adaptarse a los cambios que se producen en ésta.
·
La
unidad familiar puede convertirse en un refugio para el descanso, para
compartir experiencias y momentos de diversión.
Por otro lado, se puede
hablar de tres estilos de crianza, según las relaciones que se establecen entre
los miembros de la familia:
- Estilo autoritario o restrictivo: Son familias que basan su influencia en el poder de la autoridad formal sin tener en cuenta las opiniones de sus hijos. Establecen normas con poca participación del niño y fuerzan a que se cumplan mediante órdenes, castigos o amenazas. No explican por qué se critica ni como deberían de hacer las cosas. La comunicación es pobre, las reglas son inflexibles y la independencia escasa.
- Estilo permisivo o pasivo: Son familias que no se involucran en la educación de sus hijos permitiendo que estos no cumplan ningún tipo de normas. Imponen pocas o ningunas restricciones a sus hijos, por lo que muestran un amor incondicional. Son poco exigentes, utilizan poco el castigo y permiten que el niño regule su propia conducta, el cual dispone de gran libertad y poca conducción.
- Estilo autorizado o democrático: Son familias que pactan las normas con sus hijos y que se preocupan de que se cumplan. Se interesan por sus hijos y participan en sus actividades. Las relaciones se basan en la persuasión, dando explicaciones de por qué está mal y de cómo se deben de hacer las cosas. Aceptan y alientan la autonomía de sus hijos. Tienen una comunicación abierta con ellos y reglas flexibles.
LA IMPORTANCIA DE
LA COMUNICACIÓN EN
LA FAMILIA
Una de las cosas que los
jóvenes piden a los padres es más comunicación, considerando abiertamente a la
familia como el lugar que les proporciona afecto y seguridad y donde siempre
van a ser apoyados porque saben que los padres siempre quieren lo mejor para ellos.
Cuando los padres se
relacionan con sus hijos, es a través de este proceso de comunicación el modo
fundamental que tienen para transmitirles aquello que quieren que aprendan y
ayudarles en su desarrollo personal.
Sin la comunicación no
habría aprendizaje ni desarrollo personal, lo que nos da la medida de la
importancia que tienen no sólo hacerlo, sino hacerlo lo mejor posible. Sin
embargo, llevar a la práctica esto no resulta fácil para algunos padres tal y como
señalan algunos jóvenes.
María: <<Me gustaría
poder hablar con mi madre de estas cosas, pero es que enseguida se pone
histérica, piensa que me pongo “hasta el culo” cada vez que salgo y no es
verdad>>.
Cristina: <<Me gustaría que
me hablaran del alcohol, pero como a una amiga, entre ella y yo, charlando. Que
me contestara lo que es el alcohol y que produce esto y lo otro y es peligroso
por esto o por aquello, no sé … sin regañarme>>.
Miguel: <<Mis padres es
que no hablan conmigo, me interrogan: ¿Qué has tomado? ¿Cuántas cervezas?
¿Dónde? ¿Con quién? ¿Tus amigos beber? … vamos me someten a un interrogatorio
que no la Gestapo>>.
Mateo: <<Yo si hablo con
mi padre y me dice: “¡ojo con el alcohol, que no es ninguna broma!, porque te puede pasar esto o lo otro”. Me da la
charleta, pero me aconseja, no me prohibe>>.
Iñigo: <<Yo si hablo de
drogas con mis padres, pero por como es mi madre, que es una mujer del siglo
XXI, no del siglo pasado, quiero decir que está al día y además me habla con
tranquilidad … vamos que se puede hablar con ella perfectamente>>.
Esto
nos demuestra que comunicarse con los hijos en este tema es posible y que para
lograrlo deberemos de evitar algunas cosas (por ejemplo, ponerse histérico,
mostrar desconfianza, sospechas infundadas, interrogar, regañar … como hacen
los padres de María, Cristina y Miguel) e intentar hacer otras (por ejemplo,
aconsejar, estar al día, escuchar o explicarse bien … como los padres de Mateo
e Iñigo).
MODOS
DE COMUNICACIÓN
Independientemente de la
época y cultura, y de lo que expresemos, las personas nos comunicamos a través
de una variedad de formas.
- Comunicamos por la palabra
Es
la forma más usual. Por la palabra comunicamos ideas, sentimientos, estados de
ánimo, decisiones, etc.
Es necesario también saber
callar. No estamos acostumbrados a escuchar, nos encasillamos en nuestros
puntos de. No se puede dialogar si no sabemos escuchar al otro, dejarle que exprese sin interrumpirle y
tratar de ponernos en su punto de vista.
- Comunicamos por la mirada
Muchas personas poco
inclinadas a hablar pueden llegar a expresarse de modo intenso por la mirada.
Hay miradas pacientes, cariñosas, estimulantes, acogedoras, que son caricias
positivas, y existen miradas que matan, que te hacen sentir ridículo, etc.
- Comunicamos por hechos
Muchas
veces el amor ha acabado por quedarse en mera palabrería. Amor es compartir,
ayudarse, vivir juntos los acontecimientos, etc.
- Comunicamos por el cuerpo
Nuestro cuerpo expresa
plásticamente sentimientos, estados de ánimo, actitudes hacia el otro, etc. Por
ejemplo, el nerviosismo o la incomodidad se pueden expresar frunciendo el ceño,
tamborileando con los dedos, mirando al reloj, a la puerta, etc.
A
la hora de intentar establecer una adecuada interacción tenemos que tener en
cuenta:
·
Escoger
un lugar y momento adecuado.
·
Preguntar
sin dar nada por supuesto.
·
Escuchar
activamente (mirar a los ojos, postura relajada e inclinada hacia delante,
asentir, respuestas verbales, preguntar, sincronización, etc.).
·
Empatizar
(ponerse en el lugar del otro y manifestárselo).
·
Pedir
opinión.
·
Declarar
deseos.
·
Buscar
puntos de acuerdo en lo argumentos del otro y manifestarlos.
·
Dar
información enfatizando los aspectos positivos.
·
Utilizar
un lenguaje adecuado a la otra persona.
FACTORES
QUE DIFICULTAN LA
COMUNICACIÓN
Entre
los factores que dificultan la comunicación, nos encontramos con:
·
No
escoger un lugar o momento adecuado.
·
Acusar,
juzgar, amenazar o exigir.
·
Utilizar
frases del tipo deberías.
·
Etiquetar
y generalizar (“siempre haces”, “nada, todo, nunca…”).
·
Ignorar
los mensajes del interlocutor o menospreciar sus argumentos.
·
Enfatizar
los aspectos negativos.
EL
JUEGO PSICOLÓGICO
Gran
parte de la comunicación humana se realiza en forma de juegos psicológicos.
Analizar los juegos psicológicos que puedan darse en nuestra familia puede
ayudarnos a entender dónde están las dificultades de nuestro diálogo.
Para
llamar juego psicológico a una situación familiar tiene que cumplirse ciertas
circunstancias:
-
Son
situaciones que se repiten con frecuencia.
-
Suceden
siempre de la misma manera.
-
Al
final todos se sienten mal, incluso si van “ganando”.
El juego psicológico es
siempre negativo porque bloquea la comunicación auténtica.
En todos los juegos
psicológicos suelen intervenir tres papeles: el perseguidor, el salvador
y la víctima.
Cada persona puede pasar
de una a otra postura con rapidez. Por ejemplo:
El: <<Esta carne está
fría>> (perseguidor).
Ella: <<Claro, yo nunca
hago nada bien>> (víctima).
El: <<Lo único que he
dicho es que está fría. No he dicho que hagas las cosas mal>> (entra en
juego el salvador).
Ella: <<Si, pero te las
arreglas siempre para molestarme y herirme>> (perseguidora).
El: <<En esta casa no
se puede abrir la boca, lo mejor será que me calle>> (víctima).
ESTILOS
DE COMUNICACIÓN
- Pasivo o “con rodeos”: Una persona tiene una conducta pasiva cuando permite que los demás la pisen, cuando no defiende sus intereses y cuando hace todo lo que le dicen sin importar lo que piense o sienta al respecto.
- Agresivo: Estas personas sí ejercen los derechos propios, pero no respetan los derechos ni los sentimientos ajenos. La persona se expresa de forma impositiva y utiliza la coacción (mirar amenazadoramente, dar pena, acusar, culpabilizar, chantajear emocionalmente).
- Asertivo: Una persona tiene una conducta asertiva cuando defiende sus propios intereses, expresa sus opiniones libremente y no permite que los demás se aprovechen de ella. Al mismo tiempo, es considerada con la forma de pensar y de sentir de los demás.
Ventajas e inconvenientes de cada estilo
VENTAJAS
|
INCONVENIENTES
|
|
PASIVO
|
-Se evitan conflictos interpersonales.
-Raramente se recibe el rechazo de los demás.
|
-Es probable que los demás se aprovechen de esa
persona.
-Que la persona no consiga sus objetivos.
-Efectos negativos sobre la autoestima.
|
AGRESIVO
|
-Consiguen con frecuencia sus objetivos.
-Nadie los “pisa”.
|
-Lo anterior suele conseguirse a costa de
relaciones interpersonales tensas y poco espontáneas.
|
ASERTIVO
|
-Es probable que consiga sus objetivos y que las
relaciones interpersonales se mantengan de forma sincera y gratificante
-Se suelen sentir más a gusto consigo mismo y
con los demás cuando expresan lo que sienten.
–Se fortalece la autoestima
|
-Se enfrenta a los conflictos interpersonales,
no los evita, y eso casi siempre resulta complicado.
-A veces, las personas se enfadan por muy
respetuosamente que se digan las cosas.
|
Técnicas asertivas
- Técnica del disco rallado: Repita su punto de vista con tranquilidad, sin dejarse ganar por aspectos irrelevantes (Si, pero … Sí, lo sé, pero mi punto de vista es … Estoy de acuerdo, pero … Sí, pero yo decía … )
- Técnica del acuerdo asertivo: Responda a la crítica admitiendo que se ha cometido un error, pero separándolo del hecho de ser una buena o mala persona (Sí, me he olvidado de la cita que teníamos, pero por lo general suelo ser más responsable).
- Técnica de la pregunta asertiva: Incitar a la crítica para obtener información que podrá utilizar en su argumentación (Entiendo que no te guste el modo en que actué la otra noche, pero ¿qué fue lo que te molestó?).
- Técnica de la claudicación simulada: Aparente ceder terreno sin cederlo realmente. Muéstrese de acuerdo con el argumento de la otra persona, pero no consienta en cambiar de postura (Es posible que tengas razón, pero … ).
- Técnica de ignorar: Ignore la razón por la que su interlocutor parece estar enfadado y aplace la discusión hasta que éste se haya calmado (Veo que estás muy trastornado y enojado, así que ya discutiremos luego).
- Técnica del quebrantamiento del proceso: Responda a la crítica que intenta provocarle con una sola palabra (Sí … No … Quizá … Puede …).
- Técnica de la ironía asertiva: Responda positivamente a la crítica hostil (Yo también te quiero. Gracias).
- Técnica del aplazamiento asertivo: Aplace la respuesta a la afirmación que intenta desafiarle hasta que se sienta tranquilo y capaz de responder a ella apropiadamente (Si … es un tema muy interesante … Tengo que reservarme mi opinión al respecto … No quiero hablar de esto ahora).
LA COMUNICACIÓN
CON LOS HIJOS
Conseguir
una buena comunicación con los hijos no es tan difícil como se piensa, sólo hay
que tener en cuenta que ésta no surge de la noche a la mañana, sino que debe
ser un proceso que comienza desde que el niño nace, cuando es un bebé (aunque
creamos que no nos entiende) y durante toda la vida.
De
esta forma, poco a poco los hijos van adquiriendo la confianza necesaria con
sus padres, para tratar cualquier tipo de tema, sobre todo en la adolescencia,
que es la etapa más conflictiva.
Desde una visión amplia,
los motivos que dificultan la relación con los
hijos son:
·
Los
adolescentes tienen la necesidad de autodefinirse, por ello suelen llevar
siempre la contraria, creando un clima tenso. Son también muy inseguros y
necesitan del apoyo y afecto familiar aunque pueda parecer lo contrario,
intentando siempre probar que son mayores
·
En
esta etapa descubren su intimidad y quieren resguardarla, por ello no aceptan
diálogos que puedan parecer interrogatorios o que responden a una curiosidad
morbosa.
Hay
muchas maneras de solucionar estos
conflictos y algunas formas de actuación, que pueden ser.
· Crear
un clima agradable para favorecer un diálogo comprensivo y armonioso. Entablar
una conversación con nuestros hijos a veces no resulta sencillo, porque no
estamos relajados, no hemos tenido un buen día, no nos encontramos de buen
humor, estamos mosqueados por algo, etc. En estas ocasiones, es preferible
dejarlo para otro momento para que podamos hablar con más calma y serenidad.
Esto mismo habrá de hacerse cuando sea nuestro hijo el que no quiere hablar,
siendo esta negación al diálogo una actitud muy frecuente en los hijos
adolescentes. En estos casos, el primer paso es no forzar la conversación. Hay
que buscar el momento adecuado y estimular o motivar al hijo a hablar empezando
por algo que sabemos que le interesa.
·
Aprender
a reconocer que te has equivocado y pedir perdón, así como enseñar a tus hijos
a hacer lo mismo.
·
Tener
en cuenta que los problemas que para ti son insignificantes para tu hijo pueden
ser un mundo.
·
Dialogar
con tu hijo, no interrogarlo.
·
No
hablarle sólo de los estudios, él es algo más.
·
Proponer
siempre metas para animarlo, pero no imponerlas.
·
Prestar
atención a las emociones que transmitimos a nuestros hijos, ya que muchas veces
puede que lo que decimos con las palabras y lo que transmitimos con nuestro
cuerpo no coincida. En estos casos, hay que tener en cuenta que influye más lo
que les transmitimos a través de la
comunicación no verbal.
delincuentes exijo una copia de lo que me hizo firmar el psiquiatra luna leon en el Peru en complicidad con patricia fernandez
ResponderEliminar