martes, 14 de junio de 2022

LA FAMILIA

 

A lo largo de la historia, la familia ha tenido un papel de indiscutible valor, ya que en todas sus formas y culturas, ha supuesto un pilar básico para las sociedades. Es una estructura abierta que se adapta a la cultura en la que vive, que está en permanente conexión con ésta y que permite la transmisión de dicha cultura a las nuevas generaciones.

         En definitiva, la familia es un espacio de crecimiento y aprendizaje para todos sus miembros, en el que los padres pueden actuar como agentes de prevención del consumo de drogas porque:

 

·         La familia es la forma más elemental de la sociedad y desempeña un papel fundamental en la transmisión de información y experiencias, de valores y reglas de conducta, proporcionando a los hijos perspectivas positivas de vida.

·         La familia puede proporcionar a los hijos un ambiente de amor y aprobación, dándoles la estabilidad emocional necesaria para afrontar su proyecto de vida.

·         En el entorno familiar, los padres deben suministrar normas de convivencia, ya que pueden ser un modelo de aprendizaje que facilite la socialización de los hijos, la convivencia solidaria, la responsabilidad y la autonomía.

·         La familia puede permitir el establecimiento de una comunicación íntima entre sus miembros, favoreciendo el intercambio de sentimientos, emociones y experiencias como elemento fundamental para mantener una relación de bienestar, afrontar los problemas que surgen y orientar a sus miembros para resolverlos.

·         La unidad familiar puede facilitar la participación de sus miembros en la comunidad y ayuda a estos a adaptarse a los cambios que se producen en ésta.

·         La unidad familiar puede convertirse en un refugio para el descanso, para compartir experiencias y momentos de diversión.

 

Estilos de crianza:

 

Se puede hablar de tres estilos de crianza, según las relaciones que se establecen entre los miembros de la familia:

 

  1. Estilo autoritario o restrictivo: Son familias que basan su influencia en el poder de la autoridad formal sin tener en cuenta las opiniones de sus hijos. Establecen normas con poca participación del niño y fuerzan a que se cumplan mediante órdenes, castigos o amenazas. No explican por qué se critica ni como deberían de hacer las cosas. La comunicación es pobre, las reglas son inflexibles y la independencia escasa.
  2. Estilo permisivo o pasivo: Son familias que no se involucran en la educación de sus hijos permitiendo que estos no cumplan ningún tipo de normas. Imponen pocas o ningunas restricciones a sus hijos, por lo que muestran un amor incondicional. Son poco exigentes, utilizan poco el castigo y permiten que el niño regule su propia conducta, el cual dispone de gran libertad y poca conducción.
  3. Estilo autorizado o democrático: Son familias que pactan las normas con sus hijos y que se preocupan de que se cumplan. Se interesan por sus hijos y participan en sus actividades. Las relaciones se basan en la persuasión, dando explicaciones de por qué está mal y de cómo se deben de hacer las cosas. Aceptan y alientan la autonomía de sus hijos. Tienen una comunicación abierta con ellos y reglas flexibles.

 

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