LAS
NORMAS EN
¿SON IMPORTANTES LAS NORMAS EN
La familia es el primer grupo social al que el individuo pertenece y donde aprende a convivir. Naturalmente, para que no haya distorsiones y la convivencia sea fluida, el grupo familiar requiere la existencia de normas.
Ante esta necesidad los padres y madres tienen un papel que
cumplir como figuras de autoridad: deben fijar normas pertinentes y razonables.
Primero, cuando los hijos/as son todavía pequeños/as, de forma totalmente directiva.
Después, de manera más compartida, buscando (cuando sea posibles) la
negociación y el acuerdo.
Las normas son preventivas y sirven a las familias porque:
ü Ayudan a poner límites a
los impulsos y comportamientos. Facilitan, por lo tanto, el autocontrol de
nuestros hijos/as.
ü Regulan nuestros deseos
más inmediatos posponiéndolos (si no es el momento).
ü Regulan las situaciones y
conductas a las que pueden exponerse los hijos/as.
Las normas se establecen para ser respetadas. En este sentido, asegurar su cumplimiento a través del ejercicio de la autoridad es un derecho de los padres y madres, pero también es un compromiso.
TIPOS DE NORMAS
Los padres y madres deben tener en cuenta cuáles son las normas y
qué importancia tienen para ellos/as. En muchas ocasiones, los problemas de
disciplina tienen su origen en normas confusas. En este sentido, podemos
diferenciar al menos tres grandes grupos de normas:
·
Fundamentales: Son las normas de los derechos y valores
fundamentales de la familia. Si no son respetadas, la convivencia y la
educación de nuestra familia se ve dañada de forma importante. Tienen que ver
con la integridad física y moral de las personas. Deben de ser pocas,
extremadamente claras, poco matizables en función de las circunstancias y de
obligado cumplimiento e innegociables (Ej.: no agredir físicamente a un
hermano, hablar respetuosamente y sin insultar, ser sinceros, respetar los
bienes materiales, ausencia de uso de drogas, etc.).
·
Importantes: Son aquellas que tienen que ver con una correcta
socialización y salud de los hijos. Se deben respetar en su mayoría, pero
permiten cierta flexibilidad. Si no se cumplen afectan a la convivencia
familiar. Deben ser en número limitado y muy claras, pero son matizables en
función de las circunstancias. Si bien su cumplimiento global debe ser
inevitable, algunos aspectos pueden negociarse. (Ej.: horarios de llegada a
casa y de sueño, alimentación, etc.).
·
Accesorias: Regulan aspectos más circunstanciales de la vida
doméstica. Tienen que ver con el orden y la organización de la casa, las
actividades de ocio generales, con el respeto a las preferencias de los otros,
etc. Pueden ser numerosas y podemos permitir cierta flexibilidad en su
cumplimiento. No son esenciales para la convivencia familiar, pero la mejoran
si se cumplen. Son negociables.
CONDICIONES MÍNIMAS DE UNA BUENA NORMA
Para ejercer una autoridad firme y razonable, pueden
tenerse en cuenta los siguientes principios básicos:
Las normas deben ser
realistas y ajustadas a las capacidades: Han de ser posible de cumplir, y estar
ajustadas a la realidad, adaptadas a la edad, habilidades, personalidad, (Ej.:
no podemos pedir a un niño hiperactivo que estudie durante cuatro horas
seguidas).
Las normas deben ser
claras y concretas:
Uno no puede cumplir indicaciones que no entiende, ni puede hacer cumplir
normas cuya importancia no se han parado a valorar, por eso han de ser
comprensibles y estar muy claras. Los hijos/as deben de saber qué se espera de
ellos/as.
Las normas deben ser
consistentes y seguras: Su aplicación debe ser aproximadamente la misma
independientemente de nuestro estado de ánimo, de la presencia de otras
personas, de nuestras ocupaciones en ese momento, igual por la madre y el padre, etc.
Las normas deben ser
coherentes:
Los distintos miembros de la familia tienen diferentes funciones y, por lo
tanto, también distintas normas. Las que afectan a los hijos más pequeños no
pueden ser las mismas que las que afectan a sus hermanos mayores o a sus
padres y madres, pero si conviene ser coherente hasta donde sea posible.
Las normas deben ser
acordadas, negociadas y razonadas: A ser posible, cuando las normas son negociadas y
acordadas entre todos se facilita su cumplimiento y la responsabilidad de las
personas.
¿QUÉ PUEDEN HACER LOS PADRES Y MADRES?
Asumir sin contradicciones el papel de padres y madres.
Los padres y madres y los hijos/as pueden llevarse muy bien, tener una buena comunicación y comprensión mutua, esto es lo deseable, pero no se deben confundir los papeles y pensar que dejarles hacer los que quieran es el mejor modo de educarles; no es posible ser colegas de nuestros hijos/as.
Establecer límites y normas de convivencia
familiar
Hacerlo bien supone que los padres y madres se “paren a pensar” en
estos tres pasos:
Definir bien las normas para que los hijos/as las entiendan correctamente.
Motivar para que las acepten.
Tener claro qué se va a hacer cuando estas no se cumplan.
Actuar con coherencia a la hora de la aplicación
de normas
Como ya hemos analizado antes, es necesario que las
normas se apliquen con cierta coherencia.
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