martes, 29 de marzo de 2016

Esto NO Debería Ser Normal, www.alcoholenmenoresnoesnormal.es

CIBERACOSO Y GROOMING

Las nuevas tecnologías tienen innumerables beneficios pero también algún que otro nuevo problema como el ciberacoso y el grooming

¿Qué es el ciberacoso?

Se habla de ciberacoso o ciberbullying cuando un menor acosa a otro menor con amenazas, insultos, coacciones, chantajes, vejaciones o calumnias, haciendo uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC): teléfono móvil, Internet, chat, redes sociales, etc. Aunque no se debe restar importancia a los casos puntuales, para hablar de acoso los hechos deben repetirse a lo largo del tiempo durante un periodo prolongado. Las víctimas y acosadores son de edades similares y tienen relación o contacto en el mundo físico. Muchas veces el acoso comienza en el mundo real, para luego pasar al mundo virtual.
El ciberbullying representa una amenaza clara para la víctima, pudiendo crearle situaciones de riesgo psíquico y físico, y puede llegar a ser constitutivo de un delito. El acosador suele tener una falsa sensación de impunidad. Lo que a veces empieza como una broma, puede acabar en el juzgado por haber vulnerado el derecho a la intimidad.
Por ejemplo, una muchacha envía a través de un MMS (mensaje multimedia) o por WhatsApp, una foto comprometida a un amigo o novio. Éste lo reenvía a sus amigos, quienes luego se burlan y chantajean a la adolescente para que sea borrado de sus móviles y así frenar el espiral de envíos. Es un problema de intimidad que en su inicio fue voluntario.
Algunas conductas pueden no llegar a ser castigadas, pese a estar tipificadas en el Código Penal, por considerarse contraproducente para los menores o por ser realizadas por sujetos menores de 14 años, que se consideran inimputables a los efectos de responsabilidad criminal. Los padres de estos menores tendrán la responsabilidad civil subsidiaria.

¿Qué es el grooming?

En el caso del grooming el acoso también es a través de las nuevas tecnologías (chat, redes sociales, etc.), pero no es entre iguales, sino que el acosador es un adulto y la víctima un menor, y habrá una intención sexual explícita o implícita. En esta modalidad de acoso las situaciones de peligro para los menores son más sutiles y latentes. Son acciones realizadas para establecer, de forma deliberada, una relación y control emocional sobre un menor, con el fin de preparar el terreno para el abuso sexual.
Los acosadores tienen preferencia por un prepúber o púber y frecuentemente son hombres casados. El menor suele ser ingenuo y no se da cuenta de que “habla” con un adulto. El acosador acaba confesando su edad y pidiendo secretismo; les convence de que no deben decirlo a los padres, pues no lo entenderían. Logran datos personales y fotografías, que cada vez serán con menos ropa. El grooming puede ser considerado como un delito englobado dentro del denominado exhibicionismo, difusión de contenidos pornográficos y corrupción de menores. Internet proporciona sensación de anonimato, pero es importante tener en cuenta que hoy en día se puede averiguar el lugar exacto y el equipo informático utilizado, aunque no necesariamente la persona que efectuó el grooming.
Existen 3 fases:
  • Fase de amistad: se pone en contacto para conocer sus gustos, preferencias y crear una relación de amistad y confianza.
  • Fase de relación: incluye confesiones personales e íntimas entre acosador y menor, estableciéndose una mayor confianza. El acosador obtiene cada vez más información sobre sus gustos y preferencias.
  • Fase con componente sexual: hay petición a los menores de su participación en actos de naturaleza sexual, grabación de imágenes o toma de fotografías.

¿Cuáles son las recomendaciones para los menores?

  • En Internet utilizar pseudónimos o nicks personales que únicamente sean conocidos por un círculo de contactos.
  • Ser cuidadoso con los datos personales que se publican.
  • Tener especial cuidado a la hora de colgar en Internet contenidos audiovisuales y gráficos.
  • No aceptar ni agregar como contacto a desconocidos.
  • No enviar imágenes o videos a usuarios en los que no hay plena confianza.
  • Comunicar a padres o tutores cualquier situación de riesgo (si un tercero solicita temas relacionados con aspectos sexuales).

¿Cuáles son las recomendaciones para los padres?

  • Deben involucrarse en el uso que hacen sus hijos de Internet.
  • Los ordenadores con webcam y acceso a Internet deben estar en zonas comunes de la casa.
  • Establecer un horario para el uso de Internet y del ordenador.
  • Educar en el uso responsable de la cámara web.
  • Educar en la difusión responsable de imágenes (no enviar a desconocidos, ni colgar según qué imágenes).
  • Supervisar, evitando ser intrusivos.
  • Comunicación abierta con hijos abordando beneficios y riesgos de las TIC.
  • Educar en la autoprotección: ser cuidadoso a la hora de facilitar datos por Internet y en las redes sociales.

El inicio temprano del consumo de alcohol predispone a la adicción en la edad adulta

Beber alcohol en la pubertad es más peligroso de lo que la sociedad percibe. Considerado casi un 'rito iniciático' propio de la rebeldía de esta etapa de la vida, el alcohol es mucho más dañino para el cerebro adolescente que para uno adulto ya que el órgano se encuentra en pleno cambio. Es durante esa edad cuando una persona empieza a desarrollar las capacidades que le permitirán defenderse de una posible futura adicción.
Acaba de ser publicada por la revista 'Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine' una investigación epidemiológica que arroja cifras alarmantes. De los 42.093 adultos que tuvieron en cuenta para el estudio los investigadores del Instituto Estadounidense de Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), el 47% de los que se iniciaron en el consumo de alcohol antes de los 14 años se volvieron dependientes de esta sustancia en algún momento de su vida adulta. En cambio, sólo cayeron en el alcoholismo un 9% de los que empezaron a beber tras los 21 años.
El alto porcentaje de alcohólicos adultos entre las personas que comenzaron a beber antes de los 14 años se deriva probablemente, de acuerdo con lo explicado por los investigadores, de la dificultad que padecen, como consecuencia del uso de alcohol en la adolescencia, a la hora de ejecutar el tipo de procesos neurológicos que pueden evitar que caiga en la adicción, como el control de impulsos y la motivación. Son estas habilidades las que permiten a un individuo afrontar las frustraciones, saber 'decir no' o frenar el consumo en un momento determinado. Además, desde el punto de vista psicológico, el joven bebedor no aprende a desarrollar sus habilidades sociales sin la influencia del alcohol.
Estudios previos con ratas adolescentes han demostrado que tras una borrachera las zonas del cerebro que más daño sufrían eran el hipotálamo y el córtex prefrontal, ambas relacionadas con el circuito de recompensa. En cuanto al cerebro humano aún no hay pruebas de que anatómicamente suceda lo mismo, pero todo apunta a que así es.

Buscar, probar y explorar

El doctor Aaron White, del departamento de Psiquiatría de la Universidad de Duke y uno de los autores de este estudio, señala que las evidencias proporcionadas por los últimos estudios sobre los efectos del alcohol en el cerebro adolescente ponen al descubierto una "urgencia". Asegura que "estamos en el mismo punto que cuando nos dimos cuenta de lo negativo que era beber alcohol estando embarazada".
El español Gabriel Rubio, coordinador del Programa de Alcoholismo de los Servicios de Salud Mental del Distrito de Retiro (Madrid), ha explicado a elmundo.es que "los clínicos siempre decimos que el consumo de drogas durante la adolescencia produce un 'parón' en el proceso de maduración".
"Durante la adolescencia estamos diseñados para buscar, probar, explorar... Y hacerlo está muy bien recompensado por el cerebro, que tiene más cantidad de receptores dopaminérgicos [relacionados con la satisfacción y el placer] que uno adulto". El inconveniente es que, precisamente por tener un alto número de estos receptores los jóvenes son más sensibles "a engancharse antes" al alcohol.

Lagunas de memoria

Los jóvenes también sufren más a menudo que los adultos los denominados 'blackouts', que son las populares lagunas de memoria que impiden recordar ciertos momentos transcurridos durante la borrachera. Estudios en ratas han concluido que esta pérdida de memoria se extiende a la edad adulta.
Cuando bebemos mucho alcohol se ve afectado el proceso de memorización. Éste consiste en fijar la atención, luego "guardar en un baúl" esta información, para luego poder recuperarla, es decir, recordarla. "Si estás intoxicado pierdes la capacidad de prestar atención y el proceso de fijación de la información se ve alterado", indica el doctor Rubio.
Hasta hace poco tiempo se creía que las lagunas de memoria se producían sobre todo entre las personas con un alcoholismo avanzado. Pero no es así. De hecho, entre los jóvenes se produce cada vez con más frecuencia por dos razones muy simples: beben más (aguantan más antes de quedarse amodorrados lo suficiente como para detener el consumo) e ingieren mucho más volumen de alcohol en mucho menos tiempo en comparación con un adulto. "El patrón de consumo de los jóvenes favorece el 'blackout'", concluye el experto.

Rayden - Videoclip Oficial "Tú mismo"

lunes, 28 de marzo de 2016

Hablar de drogas ayuda a nuestros hijos a tener una actitud responsable


Los padres y madres tenemos que procurarnos información adecuada y adaptar nuestras explicaciones a la edad de nuestros hijos. Es importante conocer el tema razonablemente bien, creer lo que decimos y practicarlo. Estar informados y saber cuáles son los efectos y los peligros de las drogas, no estimulará su consumo.
Dialogar no es solo hablar, sino observar, mostrar interés, crear un espacio de comunicación que permita expresar ideas, dudas y preocupaciones.

Dialogar es indispensable

Hay que aprender a escuchar, provocar la conversación, establecer una relación de confianza y complicidad. Muchas veces, los padres, para hablar con sus hijos de temas delicados como las drogas, esperamos encontrar un momento ideal y un ambiente propicio.

Seamos claros

Las primeras informaciones que nuestros hijos reciben sobre las drogas acostumbran a ser incompletas y confusas. Hay que proporcionarles información seria, contrastada, que no reproduzca los tópicos, sin exageraciones ni falsas moralinas.

Debemos evitar

  • Interrogarles insistentemente sobre si piensan consumir drogas o si las han tomado ya. Es mucho mejor pedirles su opinión (qué piensan del consumo de drogas por parte de algunos jóvenes, qué peligros ven en ello).
  • Discutir y pelearnos, de modo que la defensa de las drogas se convierta en una afirmación de su identidad.
  • Se rebela contra los adultos, lleva la contraria y transgrede las normas en un acto de afirmación. "Dejadme hacer mi vida."
  • Desautorizar o culpabilizar de forma permanente con un juicio que fácilmente puede volvérsenos en contra.

PREVENIR QUE TU HIJO ADOLESCENTE CONSUMA DROGAS

Prevenir que tu hijo adolescente consuma drogas

Cuando se trata del consumo de drogas es mucho mejor prevenir desde el principio que luego tratar una adicción.
Pero ¿cómo pueden los padres prevenir o impedir que sus hijos adolescentes consuman drogas?
Es complicado, y la última decisión sobre si consumir drogas o no sólo puede ser tomada por nuestros hijos, pero sí podemos ayudar a que sean responsables y sepan las consecuencias del posible consumo.


Y también darles armas para rechazar. Aquí ofrecemos algunos consejos.
Sinceridad en todas las conversaciones relacionadas con la droga. Muchos de los que ahora somos padres hemos probado sustancias en el pasado, y es un error mentir a nuestros hijos adolescentes al respecto. Intenta no evadir la pregunta, ponerte incómodo ni tampoco responder con un "¿a ti qué te importa?". Ya hemos tratado la importancia de lograr tener una buena comunicación con los hijos adolescentes. Y cuando se trata de un tema tan grande como el de la droga, es especialmente importante que tu hijo pueda confiar en ti. Si intuye que mientes, perderás credibilidad. Además, reconocer que has tomado ciertas sustancias da mayor credibilidad a tu rechazo actual. Si eres uno de los que sí tomó en el pasado, utiliza la experiencia para darle información. Subraya los daños que hacen ciertas drogas y cómo afectan de forma negativa la capacidad de concentración (algo especialmente importante durante la adolescencia), de razonamiento y de relaciones. Háblale de casos reales, de posibles amigos que lo perdieron todo por culpa de una adicción.
Conviértete en aliado o aliada de tu adolescente. Si no sabe cómo decir que no, que te utilice a ti. "Mi padre me mataría". Si tiene algún contacto con una de las llamadas drogas blandas (tabaco, alcohol, hachís...), no le recrimines de forma automática. Es preferible que pueda compartir estas primeras ( y, en muchos casos, inevitables) experiencias para que tú puedas ayudarle a que no se conviertan en hábito. Si te conviertes en aliado/a (NO amigo, porque debes retener tu autoridad como madre o padre) en cuanto al consumo de drogas, se sentirá capaz de llamarte para que vayas a sacarle de una posible situación o fiesta que vaya fuera de control.
Conocer a los amigos de tu adolescente. Es importante conocer a los amigos - y si es posible los padres de los amigos - de tu hij@ adolescente. Esto te ayudará a seguirle la pista si está en una época evasiva o poco comunicativa.
Mantenerte en contacto con tu adolescente cuando no estáis juntos. A esta edad los teléfonos móviles son una gran ventaja. Envíale mensajes, dile que te llame a ciertas horas, o deja notas en tu casa si no vas a estar cuando llegue del colegio. Si pasas muchas horas fuera de casa, no dejes a tu adolescente solo en casa sin nada que hacer. Búscale alguna actividad extraescolar, contrata clases particulares para que aprenda algún instrumento musical.... Hay estudios que indican que los adolescentes que tienen intereses y una vida ocupada tienen menor probabilidad de consumir drogas que los adolescentes que quedan en la calle o salen con amigos sin realizar ninguna actividad más allá que estar juntos. Si le gusta hacer deporte, anímale en todo lo que puedas. El deporte supone un magnífico escudo contra las drogas.
Hablar con frecuencia sobre el tema de las drogas con tu adolescente. Aprovecha programas de televisión para verlos juntos y comentar sobre los contenidos.
Crea un ambiente anti-droga en el hogar. Establece unas normas muy claras. En tu familia, nadie toma drogas. Esto no quiere decir que vayas a marginar a un hijo adolescente que te confiesa haber tomado alguna sustancia. Pero sí demuestra un rechazo colectivo al asunto, y que existen actividades más divertidas y sanas en las que emplear el tiempo.
Organiza actividades en familia. Planifica alguna excursión y deja que tu adolescente colabore en la organización. Desayunar y cenar en familia, porque las estadísticas indican que niños que cenan habitualmente con su familia tienen menor probabilidad de liarse con las drogas.
Enseñar dando ejemplo. Es evidente que no tienes ninguna fuerza moral para exigir a tu adolescente que se abstenga de tomar sustancias que tú tomas. Si abusas de alguna sustancia, ahora es el momento más que nunca para buscar ayuda de forma urgente. Y si tienes amigos que tomen ciertas drogas, tal vez sea el momento para buscar nuevas amistades.
Saber qué hacer en los momentos de mayor exposición a las drogas. Cuando tu adolescente empieza a salir por la noche, pregúntale todo hasta que sepas con detalle a dónde va, con quién y qué van a hacer. Establece la hora de regreso y la forma de regresar. Habla con los padres de sus amigos y, al ser posible, organiza un sistema rotatorio de recogidas por fin de semana, con tal de compartir con ellos la responsabilidad de llevar a vuestros hijos sanos y salvos a casa. La mañana después, intenta pasar un rato con tu adolescente para que te pueda contar anécdotas de la noche anterior. No le hagas un interrogatorio porque se resistirá. Y además tiene derecho a su intimidad. Pero adopta una postura dialogante y abierta, para que sepa que si quiere compartir alguna información contigo, lo puede hacer con total confianza.

miércoles, 23 de marzo de 2016

VALORES Y RESPONSABILIDAD.

Apuesta por una convivencia familiar sólida.

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GUÍA DE APOYO PARA PADRES EN LA PREVENCIÓN DE ADICCIONES EN ADOLESCENTES

Queridos amig@s, desde la Asociación Ad Hoc, queremos aportar un granito de arena más y nos gustaría orientar de alguna manera, a los padres, en la prevención de posibles adicciones que pudieran aparecer en sus hijos.
Desde aquí, nos gustaría aconsejar, guiar y servir de apoyo a aquellos padres que tengan dudas o estén preocupados por la educación de sus hijos. 

Prevenir los diferentes problemas que puedan surgir durante el desarrollo de los hijos permite anticiparse y potenciar los factores de protección que pueden trabajarse desde la propia familia.
La familia es un espacio de aprendizaje en el que los padres y madres pueden actuar como agentes de prevención.

Hacer prevención en la familia es tener una convivencia sana y natural. Es dar y recibir afecto, es comunicarse y disfrutar juntos del tiempo libre, es poner normas y hacerlas respetar, es dar confianza y apoyo incondicional. En definitiva: ES EDUCAR.

martes, 8 de marzo de 2016

ENLACE CUESTIONARIO





La Asociación AD-HOC de Atención a Personas con Problemas de Adicciones tiene como una de sus líneas de actuación principales la generación y difusión de investigaciones, publicaciones e informes como instrumentos necesarios para la transferencia de información y conocimiento y la generación de reflexiones y debates que oriente al desarrollo de programas con el fin de tratar la problemática de las adicciones.

El consumo de drogas y las adicciones sin sustancia supone en la actualidad un importante problema por las considerables implicaciones sociales y personales que le son atribuidas. Una de las poblaciones más sensibles a esta realidad son los jóvenes adolescentes.  Se encuentran inmersos en  una etapa del crecimiento marcado por la búsqueda de la propia identidad, el descubrimiento y la curiosidad y la necesidad de encontrar mayores cotas de independencia. Se trata de un periodo crítico para la adopción de pautas de abuso de sustancias adictivas y otras conductas que puedan generar dependencia.

La situación justifica la necesidad de desarrollar actividades investigadoras para conocer la realidad de los jóvenes en relación con este fenómeno. La información es la base sobre la que los agentes implicados deben actuar, desde su ámbito, para tratar de gestionar y dar solución a los problemas que se detecten.

Con tal fin la Asociación Ad-Hoc, a través de la Iniciativa de Proyectos de Interés General Social del Programa Emple@ 25+ de la Junta de Andalucía, ha contado con la financiación para la contratación de un equipo de trabajo multidisciplinar para el diseño y ejecución de un proyecto de investigación para conocer la realidad de los adolescentes de la zona del altiplano granadino. El objetivo principal será analizar sus hábitos y estilos de vida, así como sus opiniones y actitudes y conductas en relación con el ocio, las drogas y otras conductas de riesgo que, sin implicar sustancias, pueden generar problemas de adicciones.