jueves, 21 de abril de 2016

¿Cómo afectan las drogas a tus hijos?


Si bien es cierto que las drogas afectan a la salud de quien las toma, los daños a los sistemas circulatorio, digestivo, nervioso o endocrino, son los mismos que experimentan quienes consumen algún tipo de estupefaciente.
Además, es importante conocer que la maduración del cerebro termina después de los 20 años. El desarrollo cerebral es muy activo en el adolescente; por lo tanto la presencia de alcohol, tabaco u otra droga puede perjudicarlo.
Aunado a esto el consumo de drogas puede ocasionar otro tipo de lesiones, como son las físicas. Al consumir una droga aumentan tus probabilidades de hacerte daño o de sufrir un accidente, pues debido al efecto producido por la droga las personas pueden sufrir caídas graves o accidentes de tráfico.
También hay que saber que algunas zonas del cerebro relacionadas con el aprendizaje y la memoria pueden resultar afectadas para quienes consumen drogas, ocasionando disminución del coeficiente intelectual.
Por otra parte, el consumo de drogas puede llegar a provocar la aparición de graves trastornos psicosociales. Por ejemplo: el alcohol altera la producción de la hormona del estrés, afectando la capacidad de las personas para controlarse bajo presión. Esto puede ocasionar ansiedad y depresión en otros momentos de la vida.
Las drogas no representan solamente un problema sanitario, estás afectan el impacto sobre la vida de la persona, crean alteraciones psicológicas, conflictos de amistad, de pareja, con la familia, con los compañeros de trabajo.
La violencia que algunas drogas ocasionan, puede aumentar la posibilidad de que haya comportamiento irracional. La violencia inducida por drogas, por ende, puede provocar a los seres queridos lesiones graves, incluso a quien brinda ayuda y cualquier extraño que nos asesore.
Las drogas afectan a la persona de manera global, y consecuentemente afectan al conjunto de la sociedad.
No hay que olvidar que las drogas dañan seriamente los órganos internos, como el hígado, cerebro, pulmones, garganta y estómago.
Si tu hijo consume drogas existe la posibilidad de que termine dependiendo de ellas. Eso significa que podría sentir la necesidad de funcionar solamente con drogas en su sistema.
Asimismo, el consumo de drogas también puede alterar el estado de ánimo cuando se está drogado, puede crear estrés o una enfermedad mental, o empeorar los problemas sociales.
Tampoco hay que olvidar que las drogas provocan depresión, incluso hay casos en los que las personas consumen drogas para ayudar a controlarla, pero muchas veces el consumo de drogas puede empeorar la enfermedad.
Una de los efectos más desgarradores del abuso de drogas en las familias es especialmente el abandono. Por ello es necesario reconocer cómo afecta el consumo de drogas a tu hijo.

10 tips para alejar a tus hijos de las adicciones.


1. Apoya con el ejemplo.Los padres de familia son los modelos más importantes para los hijos. Enséñales que se pueden superar los problemas y salir adelante sin necesidad de consumir drogas.
2. Conoce a los amigos de tus hijos.
Motiva a tu hijo para que invite a sus amistades a tu casa cuando estés presente y relaciónate con otros padres de familia, así podrán estar atentos y unidos para detectar a tiempo cualquier problema.
3. Fomenta en tu hijo valores positivos hacia la vida.
Cuando un hijo vive con principios y valores claros y éstos se le refuerzan y reconocen, sabrá decir NO al consumo de drogas y evitar amigos o lugares que lo pongan en riesgo.
4. Motiva a tu hijo a tener amistades positivas.Impulsa a tu hijo para frecuentar ambientes positivos y sanos, de esta manera tendrán una buena influencia en los amigos que ahí hagan. Se apoyarán entre ellos y será menos probable que consuman alcohol, tabaco o drogas ilegales.
5. Escucha a tu hijo.La comunicación es muy importante, si escuchas a tu hijo, compartirá contigo sus experiencias y sentimientos, problemas y logros. Será más fácil si escuchas con atención e interés y sin juzgarlo.
6. Fortalece la autoestima de tu hijo.Demuestra tu cariño y afecto cuando elogies y cuando corrijas a tu hijo.
Los límites son MUY importantes, siempre con cariño, evita herirlo. Valora sus esfuerzos y logros.
7. Habla con tu hijo sobre las drogas. 
Apoya a tu hijo con información sobre los daños a la salud, económicos y legales que ocasiona el consumo de drogas. Que sepa que el uso y el abuso de alcohol y tabaco no son necesarios para el éxito social.
8. Enséñale a tu hijo a saber decir NO.
Fortalece la seguridad y confianza en tus hijos para que aprendan a de­cir “NO” ante la presión de sus compañeros frente al consumo de drogas. Pongan reglas claras en su familia con respecto al uso y abuso de alcohol, tabaco y drogas ilegales.
9. Fomenta actividades saludables. 
Impulsa a su hijo para que se involucre en actividades saludables, como practicar algún deporte, actividades artísticas, culturales u otras que le re­sulte interesantes, atractivas y divertidas.
10. Qué debes hacer si sospechas de consumo de drogas en tus hijos. 
Aprende a identificar las señales asociadas al consumo de drogas (cambio de amistades, comportamiento rebelde, constantes actividades fuera de casa). Actúa con calma, hable con tu hijo y coméntale sobre las dudas que tienes sobre su posible consumo de drogas, apóyalo si te dice que las está usando, no lo agredas.
Cenade

miércoles, 20 de abril de 2016

El consumo de cannabis en adolescentes perjudica el rendimiento escolar

Un estudio publicado en 'The Lancet' relaciona el consumo diario con menores probabilidades de acabar el instituto.


Los adolescentes --menores de 17 años-- que consumen cannabis a diario tienen un 60% menos de probabilidades de acabar el instituto o de conseguir una titulación universitaria comparados con los que nunca han fumado esta droga. Es una de las conclusiones de un estudio publicado en la revista The Lancet Psychiatry que también analiza otras "secuelas psicosociales" del consumo habitual de cannabis: sus usuarios tienen siete veces más probabilidades de intentar suicidarse, 18 veces más de desarrollar dependencia al cannabis y ocho veces más de consumir otras drogas en la vida adulta.
El trabajo, de investigadores australianos y neozelandeses y financiado por el Gobierno australiano, es en realidad un metaanálisis que analiza varios estudios longitudinales (que siguen a los individuos durante años) con hasta 3.765 participantes. El objetivo era conocer mejor la relación entre la frecuencia del uso de cannabis (nunca, cada más de un mes, una vez al mes o más, semanalmente, a diario) en la adolescencia y siete resultados vinculados con el desarrollo hasta los 30 años de edad. Entre ellos, acabar el instituto, conseguir una titulación universitaria, dependencia del cannabis, uso de otras drogas ilícitas, intento de suicidio, depresión y dependencia de las prestaciones sociales.
Los investigadores encontraron asociaciones claras entre la frecuencia del consumo de cannabis durante la adolescencia y la mayoría de los resultados en la etapa adulta que investigaron, incluso después de controlar otros factores como la edad, el sexo, origen étnico, estatus socioeconómico, consumo de otras drogas y enfermedad mental. "Nuestros resultados proporcionan pruebas sólidas de que la prevención o el retraso en el consumo de cannabis puede tener grandes beneficios sociales y de salud", asegura el autor principal, Edmund Silins, del Centro Nacional de Investigación en Drogas y Alcohol de Australia
El trabajo relaciona la frecuencia del consumo con el incremento del riesgo, de forma que los participantes que en la adolescencia consumieron a diario mostraron mayores consecuencias en la primera etapa adulta. En un comentario que también publica la revista, la profesora de Psiquiatría de la Universidad de Copenhague Merete Nordentoft asegura: "Los convincentes resultados de Silins y sus colegas son muy valiosos y muy pertinentes en un momento en el que varios estados americanos y países latinoamericanos y europeos están despenalizando o legalizando el cannabis y permitiendo la publicidad libre de diferentes presentaciones de esta droga. A estos cambios en la legislación seguramente seguirá un descenso de los precios, que a su vez llevará a que más adolescentes tengan dificultades para acabar sus estudios y su maduración social y personal, y aumentará el riesgo de psicosis". 
El cannabis es la droga ilegal consumida por un porcentaje mayor de jóvenes en España. Según la última encuesta ESTUDES, sobre población escolar entre 14 y 18 años, el consumo diario es del 2,7% (3,8% en chicos y 1,5% en chicas). En 2012, último año del que hay datos del Ministerio de Sanidad, la tendencia decreciente que se observaba desde 2004 se frenó.

viernes, 15 de abril de 2016

Miscelánea Jóven

Miscelánea Jóven



La Junta de Andalucía,  través del canal YouTube, presenta una campaña de sensibilización con una serie de vídeos animados dirigidos a adolescentes sobre diferentes aspectos que tienen relación con las habilidades sociales, ocio saludable, consumo responsable, alimentación, etc..

http://www.miscelaneajoven.com/

Cómo hablar con adolescentes sobre alcohol y drogas

Cómo hablar con adolescentes sobre alcohol y drogas

jueves, 14 de abril de 2016

7 ingredientes mágicos para influir positivamente en la vida de tus hijos - Los Que No

7 ingredientes mágicos para influir positivamente en la vida de tus hijos - Los Que No: ingredientes magicos para influir positivamente en la vdia de tus hijos

CÓMO FOMENTAR EL RESPETO EN LOS ADOLESCENTES

Al entrar en la adolescencia, muchos  experimentan fuertes emociones y la necesidad de destacarse entre la multitud y encajar con sus pares. El respeto por lo general no es una prioridad. Como padre de , la enseñanza y el fomento del respeto en tu hijo es  de los mejores  que proporcionas. Un adolescente respetuoso es atento y cortés hacia la familia, los compañeros, las figuras de autoridad y hacia él mismo. Respeta muchos puntos de vista y estilos de vida diferentes. Los beneficios de fomentar el respeto durarán toda su vida.




Instrucciones


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    Modela el comportamiento respetuoso. Muestra un comportamiento respetuoso siempre que sea posible para que tu hijo tenga un modelo positivo y será más probable que escuche tu consejo. Evita hablar irrespetuosamente sobre las personas con diferentes estilos de vida, culturas y creencias. Maneja conflictos personales con madurez y compasión en lugar de agresión. Trata a tu hijo con respeto, escuchando seriamente sus opiniones y nota y alaba su buen comportamiento.
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    Observa e identifica el comportamiento irrespetuoso. Si tu hijo es irrespetuoso, observa su comportamiento durante unos días o semanas e identifica las áreas problemáticas. Podría ser irrespetuoso y grosero hacia ti o sus maestros, lo que indica un problema con la autoridad. O bien, puede hacer comentarios intolerantes sobre personas o grupos. Algunos adolescentes se faltan el respeto a sí mismos con los comportamientos de riesgo, como el abuso de drogas o relaciones poco saludables.
    1. 3  
    2. Analiza el comportamiento respetuoso. Pregúntale a tu hijo cómo se siente cuando se trata sin respeto a sí mismo o sobre las consecuencias negativas que ha experimentado cuando se comporta groseramente. Si tiene problemas en un área específica, como las figuras de autoridad, ayúdale a examinar las razones detrás de esta falta de respeto. Busca formas para aumentar el respeto. Por ejemplo, si tu hijo siente la presión de grupo para comportarse irrespetuosamente, puede ampliar su círculo de amigos o estar en contra el comportamiento grosero e intolerante.

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      Vigila y analiza las opciones de medios. Películas, programas de televisión, libros y revistas pueden tener un fuerte impacto en el comportamiento de tu hijo. Trata de evitar los medios de comunicación que representan la intolerancia, la violencia, el sexismo, la grosería y otras formas de falta de respeto. Con tu hijo, discutan si ese comportamiento parece atractivo o no. Señala que los medios de comunicación por lo general no muestran las consecuencias realistas.
    4. 5
      Establece reglas. En el hogar, trabaja con tu hijo para establecer reglas de juego. Dile que los gritos, agresiones, groserías, insultos u otras conductas irrespetuosas no serán toleradas. Discute las consecuencias y haz que se cumplan si tu hijo rompe las reglas. Establece límites que sean aceptables para los dos. Por ejemplo, si tu hijo respeta el toque de queda y reglas de la casa, haz el compromiso de respetar su privacidad o la forma de vestir.
  3. Consejos y advertencias

    • Fomenta la participación en la comunidad. El voluntariado le da al adolescente la experiencia de primera mano con la comunidad local. Comprometerse con una variedad de personas expone a tu hijo a una serie de puntos de vista y culturas. Esto ilustra la importancia de la compasión y la amabilidad.
    • Cuando un adolescente actúe irrespetuosamente, evita castigos agresivos. Reaccionar con la ira y la hostilidad sólo acumulan más resentimiento en lugar de abordar los problemas reales.
    Escrito por Sally Murphy

miércoles, 13 de abril de 2016

INCULCAR UN OCIO SALUDABLE

La vida saludable debe empezar desde la niñez, no se puede pretender que a un adolescentes a los 14 años, de pronto le de por apuntarse a un club de montaña si antes no se le ha llevado al campo, se le ha enseñado a disfrutar y ha conocido a otros chicos que hacen lo mismo. Campamentos, clubes infantiles y sobre todo, el ejemplo de los padres son fundamentales para inculcar los gustos y aficiones.
                                  

Ir con ellos a hacer deporte es infinitamente mejor modelo que “ver un partido con una cerveza en la mano”, ir a animarles a las competiciones el mejor premio que puede recibir un niño, fomentar cualquier afición que vaya en esta línea, menos clases de informática y si el niño quiere hacer teatro apuntarle a un taller. Un hijo feliz y sano es el objetivo…aunque a los padres nos parezcan tonterías, el juego y los hobbies forman una pieza fundamental del ocio.
Es cómodo ponerles pelis en el DVD, pero aunque escojamos esmeradamente estas películas no dejamos de estar fomentando conductas sedentarias, con poco socialización con otros niños y que desarrollan escasas habilidades. Dejemos la tele para los días especialmente malos del invierno.
Solo así conseguiremos que lleguen a la adolescencia con intereses diferentes y más sanos que jugar frente a una pantalla. El ocio saludable protege de todos los problemas que hemos ido nombrando en esta página, socializar, contribuye a un mejor estado físico y psicológico y ayuda a crearse una identidad en medio de esta sociedad que aliena a los adolescentes.
Es verdad que no tienen muchas opciones, la sociedad ha creado un grupo social que está en medio de la nada, ni niños ni adultos y ellos quieren divertirse. Deberíamos pensar en ellos a la hora de programar actividades, piscinas abiertas de noche o baloncesto nocturno tienen pocas posibilidades de ser un éxito de público juvenil. Una noche te puede apetecer ir a la piscina, todos los sábados, no.
Ellos quieren ligar, tienen intereses, modas y deberíamos ser capaces de ofrecérselos. Vamos a montar un taller de tatuajes de henna (al fin y al cabo se quitan), o de funky, conciertos sin alcohol para ellos, técnicas de rodaje de cortos, capoeira……..tienen que divertirse no lo olvidemos. Seguro que si les ofrecemos cosas que les resulten atractivas serían capaces de renunciar al botellón…y a la litrona.
Pero para eso debemos comprenderles primero.
A.I.G.S.
Participa en Connected the Game.

http://www.connectedthegame.eu/#home-section

Desde el 1 de Abril al 15 de Mayo de 2016. 

Connected The Game es un juego-concurso virtual cuyo objetivo es sensibilizar a jóvenes y adolescentes europeos de 13 a 16 años sobre el uso responsable de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) e Internet, y fomentar un uso constructivo de las mismas desde el respeto a uno mismo y a los demás.

miércoles, 6 de abril de 2016

Qué hacer si tu hijo llega bebido a casa

Según datos del Observatorio Español sobre Drogas, la mitad de los adolescentes confiesa haberse emborrachado en el último mes. Se trata, en la mayoría de los casos, de un consumo durante el fin de semana, por lo que la percepción de riesgo que tienen es menor.

Por otra parte, la práctica del binge drinking (consumo masivo de alcohol en un tiempo reducido) se extiende cada vez más. Puede considerarse atracón de alcohol tomar cinco bebidas (cuatro para las chicas) con un mínimo de 10 mg de etanol cada una e ingeridas en pocas horas, con la intención de emborracharse cuanto antes.
Los padres deben tomar siempre las riendas del problema, puesto que la prevención es efectiva tanto para evitar el inicio del consumo como para intentar que no se agrave más cuando ya se ha producido.
¿Qué hacer, entonces, cuando el adolescente llega borracho a casa? Aunque lo que más apetezca sea reprenderlo inmediatamente por su conducta, no es lo más efectivo, pues no se encontrará en la mejor disposición para atender. Sí hay que comprobar, sin embargo, si necesita ayuda médica por su estado. Será ya al día siguiente cuando se aborde de forma tranquila el problema.
Los padres deben valorar si se trata de una situación reincidente, para averiguar si hay un problema de adicción, y tratar de descubrir qué motiva el consumo de alcohol por parte del niño y cuál es la dosis y la frecuencia del mismo. Aunque resulte difícil, hay que procurar mantener una actitud serena, de modo que si el menor entiende que hay un problema pueda apoyarse en sus padres y no sentir su rechazo.
Es muy importante también ofrecerle al joven información rigurosa de lo que supone el consumo de alcohol en su edad, sin dramatizar, pero sí detallándole todos los graves riesgos que puede correr.
Una vez expuesta la situación, conviene hacer una serie de ajustes en la dinámica familiar, como ofrecerle algunas otras alternativas de ocio saludable, apoyarle si tiene algún problema escolar, con amigos o con la pareja, y establecer unas pautas estrictas de horarios y normas con unas consecuencias asociadas (fijadas de antemano) si no se cumplieran.

martes, 5 de abril de 2016

El Alcohol y tu, Ministerio de Sanidad.

Adolescentes saludables, adultos más sanos

Muchas enfermedades que se sufren en la edad adulta son consecuencia de malos hábitos que se establecen a edades tempranas 

Comportamientos que se adoptan en la adolescencia, como fumar, ser sedentario, mantener relaciones sexuales sin protección, consumir alcohol o realizar actividades de riesgo sin tomar las medidas de seguridad adecuadas, pueden pasar factura en la adultez. De hecho, las enfermedades crónicas, como las cardiovasculares, las patologías respiratorias y la diabetes mellitus tipo 2, que resultan de unos malos hábitos de salud, son consideradas ya una epidemia en las sociedades actuales. De ahí que, para para prevenir enfermedades crónicas en el adulto, sea tan importante establecer hábitos saludables en la adolescencia. Y es ahí donde los padres tienen un papel clave, pero también la sociedad y el entorno escolar. En este artículo se describe la función protectora de un estilo de vida saludable y cuáles son las particularidades que caracterizan a los adolescentes para poder guiarles. 



Consecuencias de hábitos insanos


Las enfermedades crónicas no son solo cosa de mayores. Debido al sobrepeso y la obesidad infantil -que afectan a más de 22 millones de menores de cinco años- ha aumentado la incidencia de manera alarmante de diabetes mellitus tipo 2 en niños y adolescentes; de hecho, el 40% de los adolescentes españoles tienen riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. También son la causa de muerte prematura de personas de menos de 70 años y el 25% de personas de menos de 60 años.
Lo peor (por la indiferencia) o lo mejor (por la sencillez en ponerle remedio), según se mire, es que el control de los factores de riesgo ayuda a vivir más y con más calidad de vida. Si se eliminaran estos factores dañinos, se evitarían como mínimo el 80% de las cardiopatías, los ictus y las diabetes 2, y el 40% de todos loscánceres. Sin embargo, en la práctica, esto no resulta tan fácil. Para los adolescentes la prioridad es el presente, el aquí y ahora, por lo que es complicado que asuman hoy conductas para un futuro saludable.

¿Cómo es un adolescente?

Es fundamental el papel activo de los padres en la promoción de actitudes saludables en los adolescentes
La adolescencia es una etapa de características propias. En este tránsito a la madurez es donde se establecen los hábitos y las conductas que serán concluyentes para la salud adulta. En esta etapa, que cada vez se hace más amplia, es fundamental el papel activo de los padres en la promoción de actitudes saludables en los adolescentes, en estar disponibles para proporcionar la información necesaria y en la detección de alteraciones en su salud. Pero, ¿por dónde empezar?

Para que los padres estén alerta de los cambios de sus adolescentes, hay que tener en cuenta qué caracteriza a esta etapa de desarrollo:
  • Los hábitos alimentarios en los adolescentes están influenciados por el tipo de alimentación que se sigue en casa, además de por conductas de imitación de lo que hacen otros adolescentes y por los estilos de vida de moda. Sus necesidades nutritivas aumentan: comen más y también lo hacen fuera de casa, con los amigos, por lo que es fácil que formen parte de su rutina otras costumbres (picar entre horas o aumentar el consumo de refrescos). En esta edad descubren las bebidas alcohólicas.
  • Los adolescentes sudan más. Aparece la menstruación que se regulariza poco a poco y, a veces, con dolor asociado. Pueden cambiar sus hábitos de eliminación (estreñimiento o diarrea) con la variación de alimentación. Modifican los hábitos de higiene.
  • Crecen rápido y ello les proporciona un aspecto desgarbado y una tendencia a adoptar malas posturas. Es importante promover la actividad física y la postura adecuada.
  • Pueden reducir sus horas de descanso nocturnoEs recomendable que duerman unas 9-10 horas. Cambian el patrón de descanso los fines de semana.
  • Buscan identificarse dentro de un grupo y, por ello, siguen unos criterios determinados en el vestir. Son muy influenciables por la moda.
  • Hay tendencia a asumir conductas de riesgo en todos los ámbitos: en alimentación por exceso o defecto, deportes de riesgo, consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas, automedicación o conducción temeraria, entre otras.
  • Es común cuestionarse los valores y las creencias de la familia y las normas sociales, y se rebelen contra ellas. Ocupan más tiempo en el pensamiento individual.
  • Aprendizaje social y sexual. Se adoptan actitudes provocadoras para llamar la atención y, en muchos casos, se rebelan contra la familia y buscan el apoyo en otros adultos.
  • Se ocupan más de la propia realización y es muy importante su grupo de amistades, que puede marcar mucho su comportamiento. Es importante en qué ocupa el tiempo de ocio del fin de semana. También pueden darse problemas de pérdida de la autoestima.
  • Suele haber una disminución del rendimiento escolar.

Reflexión de una madre: El acoso escolar se acabará cuando eduquemos en el respeto

Hoy publicamos una reflexión de una mamá, Sonia, tras conocer la noticia de la carta que Diego, de 11 años, dejó a su familia antes de suicidarse, en la que les confiesa: “No aguanto ir al colegio”. Sonia ha querido que publicáramos su reflexión porque espera que sus palabras sirvan para concienciar sobre la necesidad de poner freno a esta lacra. Para Sonia, al igual que para Carmen Cabestany, profesora, secretaria de No al Acoso Escolar y que pronunció una imprescindible ponencia sobre el tema, la educación en la empatía y el compromiso de todos es la clave para erradicar este problema social. 
                                      
La noticia de la muerte de Diego, el niño de 11 añitos que se suicidó, me hace ponerme a pensar. Y como sé de qué va el tema me llega de una manera especial y me toca algo más que una simple noticia. Vengo de una familia de 4 hermanos y el más pequeño de todos sufrió acoso escolar. Todos sufrimos las consecuencias de ese acoso con él: los llantos para no ir a clase, las enfermedades, la angustia, además de los malos tratos tanto físicos como psicológicos que sufrió sin que nadie hiciera nada para parar lo que estaba pasando. Mis padres fueron mil veces al cole a hablar con el director, con la tutora, con los profes y nadie ponía una solución. Al revés, parecía que culpaban a mi hermano de lo que pasaba porque era él quien se quedaba sin recreo, era él quien se perdía fiestas y actos porque podía pasar algo… Recuerdo que salíamos al recreo en diferentes horarios y yo intente que me dejasen salir con él para defenderlo pero la respuesta fue negativa por parte del centro. Mis padres llegaron incluso a seguir a los niños que le pegaban para llegar hasta sus casas y hablar con sus padres pero tampoco eso solucionó nada porque o se negaban a aceptar que fuese verdad o pasaban del tema….y eso sirvió para aumentar aún más las amenzas. Lo pasamos francamente mal y como es lógico es un tema que en mi casa nos preocupa muchísimo y que intentamos recalcar a los peques para que sepan que hay cosas que JAMÁS se deben hacer o decir.
Hoy soy madre de dos niños. El mayor, que tiene 8 años, va a ese mismo colegio y desde que tenía 6 ha tenido algunos problemas de burlas y golpes. Con 6 añitos ya tuve que ir a hablar con la tutora de mi hijo porque algunos niños se reían de él y le llegaban a empujar y poner la zancadilla en repetidas ocasiones (cosa que me parece increíble porque con esa edad deberían pensar solo en jugar)… Esta profesora cortó el tema de raíz y la cosa no fue a más. Pero al comenzar el curso pasado me empezó a contar algunas cosas y un día llegó lleno de moratones y contándome que en el recreo 4 niños lo agarraron para pegarle, lo tiraron al suelo y le pegaron incluso patadas en las costillas. Me presenté en el colegio, tuve que ir varias veces porque seguía teniendo problemas (burlas, insultos, golpes…cosas como tirarle la gorra en la taza del water)  pero después de amenazar con ponerle una denuncia al colegio en la Consejería de Educación la cosa paró. Pero este curso de nuevo ha vuelto a tener problemas esta vez con tres niñas de su misma clase que se ríen de él y algunas cosas más. Mi sorpresa llegó cuando pregunté a las madres de algunos niños si saben algo de lo que me cuenta mi hijo (sin dar nombres ni contar lo que ha pasado) y no sólo me confirmaron lo que él me había contado y me comentaron que dos niñas más son objeto de burlas. Me fui a hablar con la tutora y me recibió enfadadísimaporque según ella no había necesidad de poner en boca de todo el mundo a esas niñas, consideró que es ella quien debe resolver las cosas que pasan en el aula con los niños y me informó de que ella nunca había visto nada y me dijo que mi hijo es “demasiado sensible” (cosa que me molesta muchísimo porque ser sensible no es malo ni motivo para que se rían de él). Me llegó a decir que si yo, en vez de quitarle importancia, me pongo a buscar problemas, pues el niño se pone peor. Finalmente me hizo firmar un acuerdo: que no voy a hablar del tema más que con ella. Con las familias de esas niñas la reacción no es mucho mejor, llegan incluso a decirme que no creen que eso sea cierto.
Con todo esto vengo a decir que el tema es mucho más serio de lo que muchos piensan. Creo que en los colegios no se presta la atención necesaria y que muchas veces se dejan pasar cosas que no deberían pasar. Hay que llamar a cada cosa por su nombre y parar las burlas a tiempo puede ser un cambio enorme en la vida de una familia (porque es la familia entera la que sufre las consecuencias y no son pocas precisamente) Y sobre todo lo que más importa es la educación que les demos en casa. De nada valen números de teléfono para que los niños llamen si sufren acoso: el acoso se acaba cuando los niños estén educados en la igualdad y el respeto. Pero para eso tienen que ver un ejemplo de igualdad y respeto en casa. Si en casa se trata a todos con respeto sin importar que sean diferentes ellos  respetarán. Y sobre todo hay que enseñarles a tener empatía: “Si tú te sientes mal cuando te insultan, ¿por qué insultas? Si a ti te duelen los golpes, ¿por qué pegas?”
Como madre y sabiendo de buena tinta lo que significa el acoso creo firmemente que si en casa hacemos un trabajo de educación desde bebés estas cosas no pasarían…. Si un niño no crece viendo burlas, si no ve desigualdad ,si no crece viendo la violencia como algo normal, difícilmente se reirá, burlará o pegará, no acosará a otros niños porque sabrá que eso no es lo que debe ser. Y desde los centro escolares, no se debería dejar pasar las cosas. Nunca se sabe lo que un niño puede sufrir hasta que muchas veces el daño está hecho.
Espero que al menos mi historia sirva para concienciar y que mucha gente entienda que lo que en un principio puede parecer una cosa de niños no lo es tanto y que TODOS tenemos que cambiar la educación que damos a los niños para que no se vuelva a repetir la historia de Diego con ningún otro niño…. Que no haya más como él ni como mi hermano, como tantos niños y niñas que sufren un infierno y que ven como día a día están obligados a convivir con aquellos que les hacen la vida imposible y, peor aún, ven que aquellos que deberían defenderlos y cuidarlos dejan (dejamos) que lo que les hiere siga pasando sin ponerle freno.

viernes, 1 de abril de 2016

Cómo enseñar fuerza de voluntad a un adolescente

Una de las grandes carencias de los adolescentes es la falta de voluntad: capacidad para resistir la gratificación inmediata, o la tentación de tener algo que deseas ahora mismo y no después para poder alcanzar un objetivo mejor a largo plazo.
La realidad de los adolescentes es centrarse en las satisfacciones inmediatas sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo. Anclados en el querer y no poder, es propio que no muestren iniciativa para alcanzar sus metas. Según Bernabé Tierno, psicólogo, pedagogo y escritor, el problema radica en que confunden la verdadera voluntad con el simple hecho de desear o apetecer de algo.

Cómo fomentar la fuerza de voluntad

1. Conseguir metas difíciles supondrá aprender a valorar sus logros.
2. Aumentará su autoestima al sentirse competentes, siendo los dueños de sus éxitos.
3. Descubrir la satisfacción que produce ser responsable de sus logros, conseguir las cosas por sí mismos.
4. Se convertirán en personas constantes.
5. Sabrán lo que quieren ser y no tendrán miedo para conseguirlo.

Educa la fuerza de voluntad

La fuerza de voluntad es algo que se ejercita, se desarrolla y se robustece con la práctica constante, es como un músculo ansioso de ejercicio. Por ello, cuanto antes empecemos a trabajar, mejores resultados se obtendrán. Nunca es tarde para adoptar un hábito de autocontrol y fortalecer la voluntad.
Especialistas nos indican el modelo a seguir para educar la voluntad:
- Predicar con el ejemplo. El ejemplo por parte de los adultos tiene una gran importancia. En gran medida de los padres.  Es necesario que vean y entiendan porque tienen que sacrificarse y renunciar a lo más cómodo. Viendo las connotaciones positivas que el autocontrol nos aporta en nuestra vida, aprenderán que el esfuerzo siempre merece la pena.
- Tener un plan. Ayudará especificar los factores de cuándo, cómo, dónde y cuánto tiempo se empleará para el cumplimiento del objetivo.
- Metas a corto plazo. Implantando objetivos concretos y diarios, se controlará y enseñará que se debe acabar lo que se empieza.
- Valor del esfuerzo. Las personas que tienen un mayor autocontrol se sienten más satisfechas. Conseguir metas difíciles por sí mismos, gracias al propio esfuerzo, les hará sentirse útiles. Hay que tener en cuenta que a veces habrá que valorar el esfuerzo y no el cumplimiento del objetivo. Es decir, apremiar el estudio pero no el aprobar.
- De los errores se aprende. Transmitirles que no deben de tener miedo al fracaso. Muchas veces el riesgo o la caída serán más eficaces que el éxito. Les ayudará a la búsqueda de una voluntad más fuerte.
- Ser hombre de palabra. Compromiso. La persona con voluntad es aquella que cumple lo que promete.
- El esfuerzo debe de ser prolongado. El hombre con voluntad es aquel que se ha habituado a obrar bien. No debe de ser reforzada mecánicamente sino salir de la propia persona.
- Libertad de elección. Darles rienda suelta a sus deseos. La fuerza que mueve la voluntad es la motivación.
- Independencia. Las personas que hacen el esfuerzo por sí mismos y no para contentar a otros, son más perseverantes a la hora de alcanzar sus objetivos.
- Saber pedir ayuda. Enseñar que en momentos de dificultad pedir ayuda a alguien no es signo de debilidad y que les fortalecerá a seguir firmes hacia su objetivo.
La voluntad necesita de objetivos, ideales y metas por las que merezca la pena esforzarse. Cualquier esfuerzo se convierte en ligero con el hábito.
Noelia de Santiago Monteserín

¿CÓMO ABORDAR EL TEMA DEL ALCOHOL CON TU HIJO?

¿Por qué debo hablar del tema con mi hijo?

La comunicación es una parte vital en el aprendizaje y el desarrollo personal de tu hijo.
Lo que tú dices y lo que tú haces tiene una gran influencia sobre tu hijo, por eso estás en una posición excelente para asegurarte de que cuente con la información necesaria para tomar decisiones apropiadas en el futuro.
 Aunque el tema del consumo de alcohol en ocasiones se trate en el colegio, es muy importante que lo trates desde el seno de la familia.
¿Cuándo debo hacerlo?
Lo mejor es que el tema surja de manera natural, aprovecha alguna noticia en algún medio o que tu hijo te haga preguntas. Trata el tema de forma que os haga sentiros cómodos y se genere un diálogo. Tendrás que estar dispuesto a escuchar opiniones que no te gusten y respetarlas.
Lo ideal sería que hablarais del tema antes de que tu hijo se inicie en el consumo o se enfrente a la presión de grupo para consumir.
¿Qué debo decirle?
Los adolescentes son conscientes de qué tipo de comportamientos son aceptables o no entre los adultos, de modo que es posible comenzar a educarlos a edades muy tempranas.
Cuando hables con tu hijo sobre el consumo de alcohol, lo importante es dar información objetiva como los efectos que tiene en el cuerpo, las consecuencias de su abuso a corto y largo plazo, como afecta a sus capacidades etc
A través de la información objetiva, desmontaremos sus ideas erróneas sobre el alcohol y su consumo, y les dotaremos de herramientas para tomar decisiones adecuadas para evitar los peligros asociados al consumo de alcohol.
¿ A qué edad debo permitir que mi hijo beba?
Ninguna cantidad de alcohol es segura para los menores ya que el alcohol afecta en mayor medida a su organismo que está sin terminar de desarrollarse, por eso su consumo es ilegal.
Algunas familias permiten a sus hijos que prueben un poco de alcohol en su compañía en determinadas ocasiones.  La decisión de permitir o no a tu hijo que consuma alcohol en casa, es solo tuya. Pero recuerda que cualquier consumo de alcohol para un menor de edad  puede ser perjudicial.
Sea cual sea tu decisión, cíñete a ella y cerciórate de que tu hijo comprenda por qué beber alcohol puede ser peligroso para los menores. También debe saber que no puede comprar alcohol ni consumirlo si es menor de dieciocho años.
¿Qué puedo hacer cuando yo no esté presente?
A partir de los once años los niños empiezan a pasar cada vez más tiempo fuera de casa.  Es natural que te preocupes de las compañías de tus hijos, y si son o no de buena influencia. Interésate por conocer a sus amigos, acógeles en casa, promueve en tu hijo un tipo de ocio positivo y acepta que tu hijo necesita contar con cierto grado de libertad.
Si te encuentras con la situación de que un día tu hijo llega a casa con síntomas de estar bebido, es fácil reaccionar de forma exagerada, pero procura controlar tus emociones y pospón la charla a otro momento en el que se encuentre en un estado de lucidez.
Muéstrale tu rechazo ante esa actitud y cerciórate de que conozca las reglas, lo que es aceptable y lo que no, y cuales son las consecuencias de no cumplirlas. 
En mi familia ha habido casos de consumo abusivo, ¿Debo prohibir que mi hijo beba?
Habla de manera abierta sobre los problemas que el consumo abusivo ha ocasionado en tu familia, y explica la diferencia entre un consumo moderado y un consumo abusivo en los adultos.
Explícale también por qué la ley prohíbe beber a los menores de edad y como el alcohol afecta a su desarrollo. Deja claro que para los menores, lo más recomendable es no beber nada en absoluto.
Recuerda que tú eres un modelo de comportamiento para tu hijo, por eso estás en una posición idónea para demostrar que es posible beber de forma responsable y con moderación cuando se tiene la edad suficiente.
Por ello tendréis que ser coherentes entro lo que le decís a vuestros hijos y vuestra relación con el alcohol.
Mi hijo adolescente bebe alcohol de vez en cuando, ¿qué consejos puedo darle?
Es importante hacerle entender que si no ha alcanzado aún la edad legal para comprar alcohol, está infringiendo la ley si compra alcohol o si pide a un adulto que se lo compre.
Debes explicarle por qué beber alcohol a su edad es peligroso, e intentar disuadirle de que lo haga hasta que sea mayor. Si no es menor de edad, puedes darle consejos para que reduzca al mínimo los riesgos:
  • Recuérdale que puede decidir no beber y que muchos jóvenes así lo han decidido también.
  • En el caso de que vaya hacerlo, que beba despacio y que nunca se tome una copa "de un trago".
  • Que alterne las bebidas alcohólicas con refrescos o agua, o que simplemente opte por no beber.
  • Que salga con amigos responsables y en quienes tenga confianza, y que no ceda a la presión de sus amigos para beber.
  • Que te diga dónde va a estar y cómo va a volver a casa (transporte público, con un conductor alternativo, que otro padre que vaya a recogerles, etc.)
  • Que te llame si pasa algo.

¿Puedo ayudar a mi hijo adolescente a que resista la presión de no beber?
Puedes ayudar a tu hijo hablando con él sobre lo que te preocupa, y escuchando lo que te diga. De esta forma podréis encontrar soluciones realistas entre los dos.
 La presión ejercida por compañeros y amigos tiene una enorme influencia en esta etapa, cuando los adolescentes son más susceptibles. Los grupos cuentan con líderes y seguidores, y todos ellos deben respetar las "reglas". Hay que enseñarles a defender su punto de vista y a comportarse de acuerdo con su criterio, y no adoptando su conducta a lo que marque el líder del grupo. Siempre valorando las consecuencias de sus actuaciones y decisiones.
Si tu hijo posee todos los datos sobre el consumo de alcohol que necesita y cuenta con la capacidad necesaria para tomar sus propias decisiones, podrá adoptar posiciones inteligentes cuando tú no estés presente.
¿Cómo puedo saber si mi hijo adolescente tiene un problema con el alcohol?
A esta edad, es bastante normal que se produzcan cambios en el comportamiento que no tienen por que estar necesariamente relacionados con el consumo de alcohol. La adolescencia, las amistades y otras presiones afectan a tu hijo, quien, de cuando en cuando, se mostrará temperamental o deprimido. Sin embargo, hay algunos signos que sí podrían apuntar a un problema con el consumo de bebidas alcohólicas:
  • Cambios de humor inexplicables.
  • Largos períodos encerrado y solo.
  • Pérdida de interés en sus aficiones y sus amistades habituales.
  • Pérdida de apetito.
  • Repentina pérdida de interés en su aspecto.
  • Mala higiene corporal, olor de alcohol.
  • Faltas a clase o al trabajo.
  • Apariencia deprimida, inquieta o fatigada durante un largo período de tiempo.
  • Siempre sin dinero.
  • Huidas.

Si realmente existe un problema, procura encontrar y tratar la causa, no sólo los síntomas. ¿Se trata de una válvula de escape, de ceder a la presión de sus  amigos, o de falta de orientación? Las posibilidades son infinitas, y no tienen por qué estar necesariamente relacionadas con el alcohol.
No dudes en buscar ayuda si sientes que has perdido el control de la situación o si los problemas persisten pese a tu apoyo. Algunos problemas, sin embargo, requieren la intervención de un especialista, sin la cual su resolución podría resultar imposible incluso para las familias más devotas y más capaces.



Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad - Campañas - Campañas 2007 - Alcohol y menores. El alcohol te destroza por partida doble

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