Asociación sin ánimo de lucro que busca mejorar la calidad de vida de las personas con adicciones. Nuestra intención es poder orientar a través de este blog, a padres y madres y todos aquellos interesados, para tener un guión de referencia y actuar de manera preventiva con adolescentes. Subvencionado por la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía
martes, 29 de junio de 2021
AUDIO - CUENTOS: La Alternativa Educativa para el Verano
miércoles, 23 de junio de 2021
ACTIVIDADES CON ADOLESCENTES... ¿UNA PESADILLA?
¿Qué podemos hacer entonces?
FUENTE: https://saposyprincesas.elmundo.es/viajar-con-ninos/consejos-para-viajar/trucos-vacaciones-adolescentes/
lunes, 14 de junio de 2021
¿SIEMPRE es adecuado RECOMPENSAR?
Siguiendo la línea de la semana pasada, ante la inminencia de las "ansiadas" notas, son muchos los progenitores que han prometido una o más recompensas a sus hijos/hijas, a menudo de tipo material y casi podría decirse que más por obligación y exigencia de ellos y ellas que porque a papá y mamá les apetezca realizarla en sí misma... es aquí cuando os lanzamos la pregunta ¿SIEMPRE ES ADECUADO RECOMPENSAR? Si habéis seguido las sesiones de la Escuela de Familias impartidas por esta entidad sabréis de primera mano el hincapié que se ha hecho sobre las recompensas y la diferenciación con el castigo; sin embargo, ya os adelantamos: ¿RECOMPENSA? ¡Sí! pero no a cualquier precio.
La Universidad de Stanford quería investigar cómo influyen las recompensas en la realización de una tarea interpretada como agradable. Seleccionaron niños y niñas entre 3 y 5 años que les gustaba dibujar e hicieron tres grupos:
1. Se les dijo que por cada dibujo que hicieran recibirían una recompensa.
2. Se les dio una hora libre para hacer lo que quisieran y no se les habló sobre ninguna recompensa.
3. Se les dijo que podían pasar el tiempo como quisieran y recibieron una recompensa que no esperaban cuando dibujaban.
Tras unos días, los investigadores encontraron que a quienes se les prometió una recompensa fueron los que menos dibujos completaron, mientras que el resto siguieron dibujando al ritmo habitual. Además, sus dibujos aparentemente estaban tenían menos detalles, variedad de colores e implicación.
Se concluyó que los niños y niñas a quienes se le prometió una recompensa trabajaron con menos entusiasmo, lo hicieron por cumplir y recibir la recompensa, mientras que los y las demás siguieron haciendo lo que les gustaba, y esa es la diferencia ante la motivación intrínseca y la extrínseca, también denominada la -PARADOJA DEL INCENTIVO-.
La motivación intrínseca es la necesidad psicológica de implicarse en la ejecución de una tarea sin recompensa externa, por el simple gusto de hacerla.
La extrínseca es la que procede de la recompensa prometida.
Los incentivos son recursos excelentes para el aprendizaje pero ¡OJO! han de usarse con moderación, si se abusa de ellos pueden ser contraproducentes.
El premio o recompensa puede ayudar a que la persona realice esa tarea si no es capaz de activar su propia motivación. Y fijaos, la recompensa no esperada tiene efectos muy positivos en la ejecución de futuras tareas y en la autoestima, ¿POR QUÉ NO UTILIZAR MEJOR ESTA? :D
De cualquier forma, aunque la recompensa pueda llevar a condicionar su uso será inevitable en determinadas circunstancias.
¿La clave? NO abusar de los incentivos y, sobre todo, NO usarlos cuando no sean necesarios.
¡Ánimo papis! ¡Ánimo mamis!
lunes, 7 de junio de 2021
Lo que esconden las notas de tus hij@s
Ya casi llegamos a final de curso, y con ello las (en muchas ocasiones) temidas notas. Tanto las buenas como las malas notas reflejan el estado emocional de nuestros hijos e hijas. Sin embargo, dado que vivimos en un mundo que da más importancia a lo negativo que a lo positivo, si lo trasladamos al tema, un expediente académico plagado de suspensos puede crear tensión en el hogar y presión en el alumno o alumna que no obtiene buenas notas.
Pero, quería preguntaros, ¿hasta qué punto priorizamos padres y madres las calificaciones escolares frente a cuestiones como la felicidad y estabilidad emocional de nuestros hijos e hijas?
Antes quizás, conviene preguntarnos qué esperamos de nuestro hijo o hija y si nuestras expectativas son más altas de lo que debieran en relación con su capacidad, y por supuesto, ser honestos y honestas sobre si en el fondo lo que estamos haciendo es compararlo o compararla con el resto de hermanos y hermanas o con otros niños y niñas cercanos.
En tal caso, es aconsejable medir ese nivel de exigencia, siendo conscientes del rendimiento real y de qué resultados podemos esperar. Las etiquetas, evidentemente, afectan. Si le decimos: no vales para estudiar, siempre suspendes, no vas a llegar a nada en la vida,... lo más probable es que se lo crea y que disminuyan las ganas de querer probar lo contrario, porque disminuye su motivación para estudiar. Ese tipo de comentarios deberían evitarse por completo. En cuanto a las comparaciones, como dice el dicho "son odiosas" y así es, a las personas adultas a veces se nos olvida que cada cual es único y diferente aunque pertenezca a un grupo de iguales y que los procesos, situaciones y emociones son completamente distintas a las del resto, tengámoslo en cuenta también con respecto a nuestros hijos e hijas.