jueves, 23 de abril de 2020

RECOMENDACIONES PARA VIVIR LA CUARENTENA FAMILIAR


Si para los adultos resulta complicado el confinamiento, para los niños y jóvenes este aislamiento puede convertirse en un auténtico desafío. Sin embargo, existen herramientas que, junto a la planificación diaria de sus progenitores, les permitirán mantener su bienestar físico y psicológico. Entre otras, Fundación Amigó propone:
  • Concienciar a todos los miembros de la familia de la nueva realidad que estamos viviendo. Tener información y conocer los detalles ayudará a “aceptarla y actuar en consecuencia”.

  • “Crear un ambiente predecible”. La anticipación y explicación de las consecuencias derivadas de una conducta inadecuada ayudarán a cumplir esas normas y evitar futuros enfados y consecuencias negativas.

  • Ajustar roles en casa. En este punto, será clave definir las pautas a seguir por cada miembro de la familia y cumplirlas. También ayudará el hecho de “ser algo más flexibles y comprensivos, bajando el nivel de exigencia”.

  • “Manejar las emociones y el estado de ánimo” contribuirá a dejar de lado de ansiedad y el estrés, “facilitando la vuelta a la normalidad”.

  • “Escucharnos mutuamente a lo largo del día y programar juntos las cosas que nos competen a todos” nos ayudará a “reforzar el vínculo con nuestros seres más queridos en estos momentos tan difíciles”.

  • Mantener los hábitos y rutinas que ya se llevaban a cabo: pactar horarios y mantener buenos hábitos de higiene personal, quitarse el pijama y vestirse, hacer las tareas del hogar o seguir estudiando y trabajando en los deberes son tareas que les permitirán ocupar su tiempo de forma adecuada. Además, es el momento de aprovechar las horas que los menores dedican a sus estudios para que los mayores aborden sus obligaciones laborales.

  • Aprovechar este contexto para compartir tiempo de ocio en familia. Encontrar momentos agradables mejorarán la convivencia y liberarán de estrés a la unidad familiar. El modo de hacerlo, por ejemplo, fomentando las tareas educativas y el ocio en familia: manualidades, leer juntos, juegos de mesa, construcciones de Lego, visionado de películas y series, etc.

  • Empezar o continuar con la práctica de algún deporte o actividad física. Numerosas plataformas virtuales ofrecen clases online con una gran variedad de ejercicios, que les ayudarán a ‘descargar’ energía y harán que se sientan mejor con ellos mismos.

  • En el caso de los adolescentes, promover que asuman algunas tareas de mayor responsabilidad (por ejemplo, el cuidado de hermanos pequeños), reforzando su confianza e implicación.

  • Brindar a niños y jóvenes la posibilidad de comunicarse virtualmente con sus iguales. Mantener el vínculo con su círculo más cercano contribuirá a regular su estado de ánimo y la ansiedad.
Fuente: Fundación Amigó

lunes, 13 de abril de 2020

ADOLESCENTES Y CONFINAMIENTO



Cómo pasar el encierro con adolescentes: 7 trucos para evitar tensiones y no volverse 'locos' 


6 abril, 2020

 
Estar encerrado en casa puede ser una situación muy estresante para casi todos nosotros y más conforme se va a alargando el estado de alarma. Se ha puesto mucho énfasis en cómo este confinamiento puede afectar a la psicología de los niños y a la salud de la familia si hay pequeños encerrados pero también hay que tener en cuenta las especificidades de los adolescentes.
Los expertos advierten que con ellos ya no funcionan ni los castigos ni los privilegios y que hay que empezar a utilizar otros valores como al confianza, la influencia, el espacio... El libro 'Manual para sobrellevar la pandemia en casa con niños y adolescentes', de la editorial 'Triunfa con tu libro', recoge la experiencia de 19 especialistas que cuentan algunos trucos para desconectar estas situaciones bombas y no volverse 'locos'.

1- Darles espacio e intimidad.

Es muy común escuchar a los padres como se preguntan qué haran sus hijos en la habitación tanto tiempo, por qué no salen... Los adolescentes en general necesitan pasar tiempo alejados de los padres para desarrollar su propia personalidad pero esta situación de confinamiento se lo impide. Así que su habitación se convierte en su refugio, en su lugar sagrado y donde se sienten seguros. 
Los padres tienen que respetar ese espacio y su orden, su olor, su limpieza, aunque sea un caos, y, como mucho, pactar unas normas comunes para que la falta de higiene no llegue a mayores.
"Los padres helicópteros son un problema para los adolescentes. Esos padres que quieren controlarlo todo y que no dejan espacio. Ellos ahora necesitan una vía de escape y su habitación lo es. Hay que dejarles que estén ahí encerrados el tiempo que necesiten", asegura Diana Al Azem, una de las coordinadoras del manual y fundadora de "Adolescencia positiva"
Por eso es mejor llamar a su puerta, respetar sus normas en ese espacio y entender que su música, aunque no nos guste, es una forma de expresión del mundo interior de nuestros adolescentes puesto que "cada generación se forja en torno a unos géneros y artistas que hablan a sus inquietudes o estados de ánimo", advierten en el libro.
La mejor forma para hacerles salir voluntariamente de su cueva es crear planes de ocio alternativo en los que ellos puedan elegir qué hacer y cómo para compartir esos momentos con ellos.

2. Hablar, hablar, hablar... pero entender su lenguaje.

Los padres siempre se quejan de lo difícil que resulta hablar con un adolescente. Los expertos reconocen que la tarea no es fácil pero aunque se muestren esquivos y encerrados en sí mismos no significa que no quieran comunicarse con sus padres o que ya no les hagan falta emocionalmente.
Este manual recuerda que los jóvenes no siempre verbalizan lo que quieren con palabras por lo que hay que estar muy atentos a su lenguaje no verbal. Además, en muchas ocasiones lo que expresan es lo racional, pero no su parte emocional que hay que ir traduciendo de sus expresiones más usadas.
"Dicen 'me agobias, me rayas' pero quieren transmitir 'escúchame'; o 'ignórame' pero también 'no me dejes solo en casa' e incluso 'deja de controlarme' pero 'ocúpate de mí'", aclaran.
Los expertos recuerdan a su vez que hay que fomentar la comunicación vinculante, es decir, este tipo de informaciones que los jóvenes nos quieren dar y que, en principio no podría parecernos interesante, pero que crean hábito y vinculo: como un cotilleo de clase, algo sobre sus amigos, una cosa que le pasó jugando a un videojuego... etc. "Hay que dejar de hacer lo que estamos haciendo y escucharlos, dar importancia a lo que nos están contando a través de la escucha activa. Si dejamos escapar esa comunicación vinculante, los perdemos", aclaran en el libro.

3. Pactar un horario semanal con rutinas.

En esta etapa de sus vidas hay que cambiar el control por la influencia porque no se consigue nada con una autoridad absoluta que hará que quieran escapar siempre. Para mejorar la convivencia en este encierro esa comunicación tiene que plasmarse en un horario conjunto que establezca rutinas aceptadas y propuestas por todos.
"Hay que hacer una reunión familiar y ponerse de acuerdo en un horario que no puede ser impuesto por los padres sino que ellos también decidan. Si somos una familia todos opinamos y se puede llegar a un acuerdo, una vez a la semana, que establezca unas rutinas", explica Diana Al Azem. 
Claro que buscar el compromiso es bueno pero ¿y si no cumplen? Los expertos piden paciencia y no rendirse, "es parte de su proceso de crecimiento", y utilizar técnicas que rebajen la tensión en estos días y no la aumenten: "Apostar por métodos que no sean la repetición, la bronca o el sermón. Se puede optar por el humor, los chistes, los retos", añade Al Azem.

4. La técnica del Pomodoro.

Los psicólogos explican que hay que ser conscientes de que los adolescentes viven en una fiesta constante de hormonas: "La adrenalina, la testosterona o el estrógeno son algunas de las hormonas causantes de esa intensidad emocional que tanto los identifica". Además se suma la dopamina que, en su caso, "buscan la estimulación casi de manera involuntaria".
Por eso, no es de extrañar que aparezca en cada conversación la palabra de moda en la relación con los jóvenes: procrastinar (dejar de hacer algo que sabemos que debemos hacer).
En la gestión de tareas, los expertos hablan de la técnica del Pomodoro: se utiliza un temporizador para dividir el tiempo en intervalos de 25 minutos de actividad llamados pomodoros, seguidos de 5 minutos de descanso, con pausas más largas cada cuatro pomodoros.
En este tiempo, se dibuja en un círculo en un papel y, mientras dure el trabajo, marcamos cada vez que haya una distracción tanto interna (de pensamiento) como externa (móvil, ruido, golpes, etc.). Una vez finalizada la tarea a realizar, se dedica un tiempo a contar el número de interrupciones y a analizarlas.
Según aclaran en el manual, este método ayuda a minimizar las distracciones y, una vez comprobado que el nivel de concentración aumenta con el tiempo, quedará la sensación de logro.

5. Normas con las pantallas pero flexibilidad.

La mayoría de los adolescentes se comunican hoy en día a través de las redes sociales, una facilidad para los tiempos que corren puesto que el encierro no es un impedimento para continuar con sus relaciones sociales, pero también un problema por la exposición constantes que tienen a las pantallas
Por eso, los psicólogos y profesores advierten de que "es normal que ellos quieran quedar con sus amigos o con su pareja, por lo que hay que ser comprensivos y ponerse en su lugar".
El consejo en este caso es pactar una serie de normas tanto en el uso de qué tipo de redes sociales como en el tiempo que se pueden utilizar pero siendo flexibles y conscientes del momento en el que vivimos.

6. Ojo con las adicciones no conocidas

En los encierros y confinamientos, las adicciones son uno de los elementos que peor se llevan. Por eso, los expertos aseguran que en el caso de los adolescentes esta situación puede incrementar los conflictos. "Todos aquellos que tienen esas adicciones al tabaco u otras, lo estarán llevando mal porque estarán más susceptibles", aclara Diana Al Azem.
En el caso de muchos jóvenes, puede que sus padres no sepan que fuma y que ahora esté sufriendo situaciones de mayor estrés por esa razón. Así que lo mejor en estos casos es hablarlo abiertamente.

7. Cuídate tú.

Todos los psicólogos especializados coinciden en que la calma que mantengamos los adultos es la que permitirá a los adolescentes templar la suya. Por eso, un consejo muy importante para rebajar tensión es que nosotros estemos bien y cuidados.
En el manual se explica con una metáfora muy clara de cómo podemos sentirnos nosotros en esta situación: si cada vez que nuestros hijos nos demandan algo echamos agua a la jarra, lo más probable es que antes de acabar la mañana se desborde.
Es una imagen muy gráfica de que cuidarse es necesario. Así que hay que buscar un momento para tomarse una infusión, escuchar música, leer, estar a solas...
Lo ideal en estos casos es bajar nuestras expectativas, sean las que sean, y permitirnos equivocarnos como se van a equivocar nuestros hijos. "Quiérete, lo estás haciendo bien y sobre todo confía en ti. Merecerá la pena", advierten.

Fuente: https://www.elespanol.com/mujer/saludables/20200406/pasar-encierro-adolescentes-trucos-evitar-enfados/479703402_0.html

martes, 7 de abril de 2020

EL AISLAMIENTO DE LOS JÓVENES TENDRÁ REPERCUSIONES




El coronavirus ha dado un portazo a las salidas de los adolescentes, una etapa vital en la que el contacto con amigos y las quedadas después de clase o los fines de semana son importantísimas para ellos. Un gran número de ellos está acostumbrado a salir y relacionarse socialmente con una copa de alcohol en la mano. ¿Qué ocurre ahora con estos jóvenes que habitualmente realizan este tipo de consumos? ¿Cuál es su sensación por estar en casa encerrados?

¿Cómo les puede afectar el mono por falta de consumo?

Si realmente tienen un problema que muestre síntomas físicos deben pedir ayuda y consultar al médico especialista. No debemos confundir las ganas de socializar y compartir con sus amistades con un problema de adicción. Los consumos de adolescentes y jóvenes son principalmente experimentales, no tienen que ver con la adicción (causante del síndrome de abstinencia), y se realizan principalmente en tiempos y espacios de ocio, lo que puede conducir a que en estos momentos de aislamiento social se eche en falta todo ello y se confunda este aislamiento y la necesidad de un mayor contacto social con la necesidad de consumo.

¿Qué edades son las más complicadas?

Cuanto más jóvenes, menos recursos personales se tienen desarrollados para sobrellevar situaciones estresantes, y esta, sin duda, lo es. Es la adolescencia el momento vital al que debemos estar atentos y acompañarlos en su necesidad de separarse de sus mayores aunque todavía los necesiten. Es aconsejable darles mucho espacio, permitirles el contacto con sus amistades y establecer unas rutinas diarias y vías de comunicación continuas para que se produzca el menor número de conflictos posible.

¿Cómo es la situación de los padres con hijos enganchados a algún tipo de droga cuando no pueden salir de casa ni para adquirirla? ¿Qué pueden hacer?

Si realmente hay un problema claro de consumo, un problema de adicción, deben ser los profesionales especializados los que determinen las pautas a seguir. Es posible que esta situación se conozca de antemano. En este caso, lo mejor es ponerse en manos del profesional que conduce el proceso de apoyo terapéutico. Si no es así, y se descubre como resultado de la situación de aislamiento actual, lo mejor es ponerse en contacto con un recurso especializado para que realicen las recomendaciones más adecuadas.
De cualquier modo, en estas situaciones hay que mantener una actitud tranquila y serena, la tensión no va a conducir a ayudarnos a afrontar la situación de la mejor manera. Es preferible obtener información y tomar decisiones en momentos que permitan una mayor reflexión y análisis. Una respuesta que muestre unión entre progenitores y, por supuesto, que no suponga un juicio de valor sobre el consumidor y su comportamiento van a ser unas medidas muy relevantes para comenzar a afrontar la situación.



¿Qué pueden hacer los progenitores en estos casos?

Primero hay que establecer comunicación y hablar con el hijo para intentar entender qué puede estar pasándole, sobre todo si son menores, para que necesite anestesiarse con bebida, droga, etc. También es importante, empatizar, no juzgarle de primeras para que no se cierre en banda. Intentar comprender que en algunas ocasiones, cuando un menor o adolescente bebe o se droga, lo hace porque lo está pasando mal por alguna causa y, de alguna manera, está intentando no sentir ese malestar. Sería bueno darle la oportunidad también de que se exprese y hable de lo que le pasa. Utilizar una comunicación directa: «estamos preocupados por ti, creemos que lo estás pasando mal y nos gustaría apoyarte y ayudarte», «Vemos que necesitas beber X cantidad y eso nos hace pensar que en el fondo te sientes mal», «Estamos aquí para escucharte y juntos intentar ver qué podemos hacer para solucionarlo». Una vez que entendamos el problema podremos aportar soluciones y apoyo.
Así, en general, es importante poner unas normas muy claras donde, si son menores de edad, no debería permitirse el consumo de alcohol y otras drogas en casa. No obstante, en el caso de los más mayores, el consumo de alcohol tiene que ser reducido al mínimo ya que altera el comportamiento y la percepción. Y, en todos los casos, sería muy conveniente revisar el consumo propio de todos los adultos ya, que en un espacio tan cercano, la influencia y el ejemplo que dan los adultos a los jóvenes son mucho más potentes.

¿Es tan difícil renunciar al ocio no saludable?

Lo más difícil es renunciar a nuestras rutinas. Todos tenemos preferencias a las que dedicar nuestro tiempo libre y, seguramente, para muchos jóvenes abandonar el contacto social es difícil. Sin embargo, en una situación extraordinaria como la actual tenemos muchas posibilidades que nos permiten no desistir a este contacto. Por supuesto, internet y las redes sociales son una estupenda alternativa, como ya sabemos, con mucha aceptación por parte de los jóvenes, no solo porque permiten la relación con los demás, sino porque abren muchas posibilidades a la cultura y al entretenimiento.
Por supuesto, si estamos hablando de un ocio ligado al consumo de drogas, cuando ya existen problemas de adicción, estamos en una situación de dependencia que supone una gran dificultad para controlar el propio comportamiento, ya que el objetivo principal de cualquier acción es conseguir la sustancia de consumo y esto tiene poca relación con un ocio saludable, lo demás pasa a un segundo lugar.

¿Puede ser una ocasión para dejar este tipo de consumo?, ¿o, al contrario, se acentúa más por lo estresante de la situación?

El confinamiento hará que cambiemos todo tipo de rutinas tanto los jóvenes como los adultos y los niños. Debemos estar atentos a nuestros niveles de estrés y establecer desde el principio nuevas rutinas que nos ayuden a combatirlo: los estudios, el ejercicio físico, el contacto con nuestras amistades y familiares, las labores del hogar, el juego, las conversaciones, etc. Cuanto antes adoptemos nuevas rutinas, antes nos adaptaremos a esta nueva situación.

¿Cómo afecta a estas familias el encierro por el coronavirus?

Claramente es un elemento de estrés añadido a la propia situación. Es importante pedir ayuda cuando tengamos dudas o no sepamos cómo afrontar una conversación o una situación concreta. Hay muy buenos profesionales en España que nos pueden ayudar, desde la distancia obligada, a superar esta situación estresante.

Laura Peraita

Fuente: https://www.abc.es/familia/padres-hijos/abci-aislamiento-jovenes-tendra-repercusiones-202003250149_noticia.html?ref=https://t.co/U45i8QwEnU?amp=1

lunes, 6 de abril de 2020

CONFINAMIENTO: 10 CONSEJOS PARA QUE LOS NIÑOS NO PASEN DEMASIADO TIEMPO PEGADOS A LAS PANTALLAS


CONFINAMIENTO: 10 CONSEJOS PARA QUE LOS NIÑOS NO PASEN DEMASIADO TIEMPO PEGADOS A LAS PANTALLAS

El riesgo de que los niños pasen más tiempo del conveniente con teléfonos, videojuegos y tabletas existe siempre, pero el confinamiento puede ser el pretexto perfecto para la hiperconexión


Artículo de Cristian Vázquez
31/03/2020 - 22:25h  EFE

Mucho se habla de la enorme ventaja que representa la tecnología para sobrellevar la cuarentena obligada por la pandemia de coronavirus. Estar en comunicación con nuestros seres queridos a través de las redes sociales, sistemas de mensajería y plataformas de videoconferencias, así como servicios para ver películas y series online e incluso para leer libros electrónicos, son una gran ayuda para pasar estos días.
Sin embargo, la tecnología también entraña un riesgo: el de pasar demasiado tiempo pegado a las pantallas, hasta el punto de la adicción. No se trata, por supuesto, de un problema exclusivo de tiempos de confinamiento. Nada menos que el 77% de la población española admite padecer de nomofobia, el miedo irracional a no disponer del teléfono móvil o a estar desconectado. Tampoco se trata de un problema que afecte solo a una específica franja de edad.
De hecho, las personas más jóvenes son las más vulnerables, en buena medida porque los adultos tienen la experiencia de haber vivido una época sin teléfonos móviles, mientras que los niños y adolescentes no. Esto los lleva a menudo a creer que "sin móvil no hay vida", y esa sensación también es responsabilidad de los adultos: así lo ha asegurado Marc Masip, director del Programa Desconect@, en una charla TED realizada el mes pasado.
Numerosos estudios, de hecho, han alertado sobre los riesgos de un exposición excesiva de los niños a las pantallas. Uno de los más recientes -basado en datos de más de 2.400 niños de Canadá de hasta cinco años de edad y publicado el año pasado en la revista especializada JAMA Pediatrics- halló una peligrosa asociación entre el contacto con los dispositivos digitales y el desarrollo cognitivo de los pequeños.
Desconect@ es un programa psicoeducativo, con sede en Barcelona, que tiene el objetivo de que los jóvenes y niños "aprendan a hacer un uso adecuado del teléfono móvil, las redes sociales y los videojuegos". A raíz de la cuarentena -lapso durante el cual las pantallas son una tentación e incluso las clases escolares se dictan por ese medio-, Desconect@ ha difundido un "protocolo tecnológico" que incluye una serie de recomendaciones y consejos para familias con niños en relación con el uso de estos aparatos. Los más importantes se enumeran en el siguiente decálogo.


10 consejos para que los niños acaben"empantallados"

1. Que no se aíslen para conectarse a internet

Se aconseja que los niños no se aíslen para conectarse a internet, sino que lo hagan en espacios comunes. Y que una parte del tiempo diario que ellos dedican a navegar por la web, lo hagan acompañados por sus padres, para que estos los guíen hacia contenidos adecuados y positivos.

2. Evitar que lean noticias

La recomendación de Desconect@ es que los niños no vean noticias, pues solo se preocuparán más. Son los padres quienes deben explicar al niño lo que sucede y aclarar sus dudas, sin alarmismo. También, llegado el caso, se debe inculcar a los niños que no deben creer todo lo que ven en internet. Es importante educar en el reconocimiento de fuentes fiables y en la búsqueda de la corroboración de información, en tiempos en que la información falsa (las famosas fake news) está a la orden del día.

3. Vigilar los chats

No se trata de invadir la privacidad de los hijos, sino de evitar lo citado en el apartado anterior. Por los servicios de mensajería, como WhatsApp o Telegram, circula mucha información errónea, en forma de "cadenas" de texto, audios, vídeos, etc. En estos casos es importante estar atentos para evitar que el niño lo crea y se asuste, y también que lo siga haciendo circular.

4. Limitar los videojuegos

La cuarentena no debe ser un pretexto para que se rompan los límites habituales. Si en épocas de normalidad el periodo para los videojuegos era de dos horas, pues el consejo es que siga siendo de dos horas.

5. Retirar el móvil mientras estudian

Si los niños deben poder contar con el móvil en clase (presencial) es un debate que divide a los profesores. Unos dicen que el teléfono es una herramienta cotidiana y que, por lo tanto, la escuela no puede ser ajena a ella. Otros, en cambio, sostienen que los dispositivos son un elemento de distracción y, por ello, aseguran que lo mejor es que no cuenten con él. La posición de Desconect@ es que, para las horas de trabajo escolar desde casa, lo más apropiado es retirar el móvil a los niños. En cualquier caso, pueden acceder al ordenador o a la tableta.


6. Participar de videoconferencias con familiares y amigos

Hay que estimular a los niños a que participen de charlas con sus familiares y amigos. Es una manera de que, en estos días tan atípicos, los niños sostengan y refuercen sus vínculos, los cuales resultan fundamentales para su bienestar. Hay que tener en cuenta que el confinamiento puede afectar en el campo emocional a los pequeños. Las consecuencias pueden ser ansiedad, estrés y otros síntomas que el niño no comprende del todo y, debido a eso, no sabe cómo expresar. Mantener el contacto con la gente querida ayuda a prevenirlo.

7. Proponer juegos "analógicos", sin pantallas

Marc Masip enfatiza la importancia de "fomentar lo real versus lo virtual". Y recomienda que el uso de dispositivos digitales no debería superar las dos horas diarias. Una de las maneras de dar prioridad a lo "real" es proponer alternativas, como juegos de mesa, acertijos, manualidades con papel, búsqueda del tesoro, etc. Existen muchos juegos sin pantallas para que los niños estén entretenidos durante la cuarentena.

8. Leer y ver series y películas

Si bien las series y películas incluyen una pantalla, se recomienda porque es una actividad que se puede hacer en compañía, si varias personas o toda la familia se sienta frente al televisor a ver lo mismo. Además, no incluye interacción (al menos no de manera física): se pueden ver de manera más relajada, sin tener que participar en el avance de la historia. Con respecto a la lectura, se recomienda que sea con libros en formato papel.

9. Dormir sin móvil

Esto se aconseja a los adultos y es fundamental para los niños. No solo dormir sin el móvil conectado cerca, sino también dejar de usarlo al menos una hora antes de ir a la cama. Distintos estudios han comprobado que exponerse a la luz de la pantalla del teléfono poco antes de acostarse inhibe la secreción de melatonina y puede, en consecuencia, provocar insomnio. Aunque otros estudios son escépticos a este respecto. De todos modos, conviene que el niño no se acueste excitado.

10. Dar el ejemplo

Este último consejo involucra, desde luego, casi todos los anteriores. Si los adultos cumplen con estos preceptos, es decir, si no abusan de los dispositivos digitales, si participen en actividades familiares, si -en definitiva- priorizan lo real por sobre lo virtual, será mucho más sencillo y más probable que los niños hagan lo mismo.

Fuente: eldiario.es
https://www.eldiario.es/consumoclaro/madres_y_padres/consejos-ninos-demasiado-movil-videojuegos_0_1011399222.html