lunes, 22 de febrero de 2021

¿Cómo me COMUNICO...?


Es una verdad universal que todo el mundo de una forma u otra terminamos expresando, a veces incluso sin ser conscientes y sin tener una intención clara de hacerlo. La forma más usual de comunicarse es a través de la palabra, pero existen otras formas que lejos de parecer absurdas revelan aspectos mucho más reales de lo que nos está sucediendo en cada momento de nuestra vida. Así, podemos comunicar a través del cuerpo, de los gestos, de la mirada, de los sentidos, con los hechos,... 

En base a esto, seguimos unos patrones para comunicarnos que se conocen como ESTILOS DE COMUNICACIÓN y no es otra cosa que la forma que cada persona tiene para comunicarse, suele ser personal, estar formado por características de los 3 estilos y variar según la situación y la persona con la que nos comuniquemos. Son:

Pasivo: permite que los demás la pisen, no defiende sus intereses y hace todo lo que le dicen sin rechistar. NO se valora.

Agresivo: lo suyo es lo más importante, sus problemas son los más graves. Utiliza el dar pena, culpar al otro/a, chantaje emocional, la mentira,...

Asertivo: expresa sus opiniones libremente, empatiza pero no permite que los demás se aprovechen de ella. 

    Además de los estilos de comunicación, la manera de comunicarse puede estar basada en un juego psicológico conocido como el Triángulo dramático de Karpman. ¡Ojo con él! Consta de 3 roles principales en los que seguramente te puedas ver identificado o identificada e identificar a personas de tu entorno.

El salvador/a: la persona que está siempre dispuesta, se cree indispensable. Más que deseo, siente necesidad de ayudar, generando un vínculo de dependencia. Asume como responsabilidad suya el hecho de salvar al otro aunque no le hayan pedido ayuda. Un ejemplo podría ser el de aquellos padres y madres que sobreprotegen a sus hijos e hijas "por su bien".

_La víctima: se posiciona en situación de inferioridad y demanda que una persona con rol de salvador le solucione la vida. Falta de confianza en sí mismo/a, baja autoestima y continuamente se está comparando con los/las demás. Creencias limitantes como “No puedo” “No sé” “Me voy a equivocar”… le mantienen en su zona de confort y así evita responsabilidades.

_El perseguidor/a: personas amargadas que amargan a quienes se cruzan. Las cosas son tal y como él/ella supone y todo lo que se salga de ahí está mal.

¿POR QUÉ SE SUELEN ADOPTAR ESTE TIPO DE ROLES? Por el deseo de ser y de aparentar ante los/las demás. Son máscaras que se utilizan para encubrir nuestras inseguridades y frustraciones. De igual manera lo proyectamos a nuestros hijos e hijas. 

Por suerte, se puede transformar en actitudes más saludables, lo primero sería mirar que rol seguimos de manera más usual.  

Si somos salvadores/as, podemos identificar nuestras carencias y buscar la manera de suplirlas. Podemos ayudar a otras personas a hacer lo mismo pero siempre entendiendo que cada cual tiene su mochila y es su responsabilidad cargar con ella o soltar peso.

Si somos más de perseguir, lo ideal es dejar de mirar tanto a los/las demás y mirarnos a nosotros/as. Aprender a respetar los límites ajenos es básico.

Si somos más víctimas, vamos a rescatarnos de una vez por todas en lugar de esperar a que otr@s nos rescaten.


Para terminar este tema, os dejo algunas recomendaciones sobre factores que pueden facilitar la comunicación y los que pueden dificultarla. 

Para un segundo y piensa en ti, en tu familia, en tu entorno, en cómo te comunicas con todo lo que te rodea... ¿gritas? ¿golpeas? ¿suspiras? ¿abrazas?....  Lo que DAS es lo que RECIBES. No te castigues, si estás leyendo esto ya estás en el camino. El truco está en tomar consciencia para generar el cambio. 


 FACILITA LA COMUNICACIÓN: 

·         Reconocer que SOMOS IMPERFECT@S

·         Respetar diversidad de opiniones

·         No ocultar los sentimientos

·         Encontrar puntos de acuerdo

·         Pedir perdón cuando sea necesario

·         Ser coherente con lo que digo y luego hago

·         Escuchar y empatizar

·         Hablar claro, con libertad y desde el corazón

 

DIFICULTA LA COMUNICACIÓN:

 

·         Suponer/Juzgar

·         Amenazar/exigir

·         Los “deberías”, “tendrías que..”

·         Los “siempre”, “nada”, “todo”, “nunca”

·         Menospreciar su opinión e imponer la mía

·         Mentir, ocultar

 

 y RECUERDA.... decir lo que sentimos sin más puede hacer que la comunicación y la conexión con l@s otr@s sea más sencilla de lo que la hacemos :)






miércoles, 10 de febrero de 2021

Mi Familia

A lo largo de la historia, la familia ha tenido un papel de indiscutible valor, ya que en todas sus formas y culturas, ha supuesto un pilar básico para las sociedades. Es una estructura abierta que se adapta a la cultura en la que vive, que está en permanente conexión con ésta y que permite la transmisión de dicha cultura a las nuevas generaciones.

            La familia es un espacio de crecimiento y aprendizaje para todos sus miembros, de eso no hay duda. Según las circunstancias de cada miembro y la situación familiar en su conjunto las vivencias pueden ser de carácter positivo o negativo. Cada familia es diferente. Cada familia siente, gestiona y aprende de manera distinta.    

Es importante matizar que el esquema familiar ha ido variando con el paso de los años. Actualmente, las familias pueden ser las tradicionales de padre, madre e hijos/as; o las que están compuestas por un solo progenitor y los hijos/as; o las que incluyen a personas mayores en el núcleo familiar, o las formadas por una pareja de gay o lesbianas con hijos/as, las heterosexuales reestructuradas donde conviven hijos/as de relaciones anteriores con hijos/as comunes e incluso la convivencia con mascotas inclusive. Por supuesto, todas válidas e igualmente respetables.


Los padres y madres pueden actuar como agentes de prevención del consumo de drogas, ya que:

·         El secreto está en la educación. Cuando ante un adolescente se presenta la posibilidad de consumir de drogas, que elija consumir o no dependerá de la educación recibida, de cómo se ha normalizado o no el consumo en su entorno, de los mensajes que ha recibido desde la infancia, de su autoestima y de su forma de resolver conflictos.

·         Son el referente de sus hijos e hijas. Si existe un modelo parental libre de drogas habrá más posibilidades de que los hijos e hijas continúen en esa línea.   

·         La familia tiene la capacidad de establecer una comunicación íntima, sincera y libre entre sus miembros, lo que favorece el bienestar y la actitud positiva para afrontar los problemas.

 

¿Qué podemos hacer padres y madres para ejercer ese papel de agentes de prevención?

Educar en valores, siempre desde el cariño. Dejar a un lado la excusa de que “a mí me educaron así y no salí tan mal” y reeducarnos en modelos más positivos e igualitarios.

Podemos hacerlo mediante los estilos de crianza que son patrones de actuación, o dicho de otra forma, la manera en que los progenitores reaccionan a las demandas de sus hijos e hijas. Existen tres:

  1. Estilo autoritario (porque lo digo yo y punto). Relaciones de poder basadas en el miedo. No tienen en cuenta las opiniones de sus hijos/as, ni escuchan, ni explican. Son súper exigentes. Mienten, utilizan chantajes emocionales. Educan en el negativismo y catastrofismo. Imponen reglas inflexibles y utilizan normas para todo menos para ellos/ellas.
  2. Estilo pasivo (no llores, que te lo compro). No ponen límites, dan todos los caprichos a sus hijos/as y creen que por ello les quieren más. Son poco exigentes, permiten al menor regular su propia conducta. Son esclavos/as de sus hijos/as.  
  3. Estilo democrático (Te entiendo, sé cómo te sientes). Se basan en relaciones igualitarias de empatía y comunicación. Admiten los errores y piden perdón. Pactan y negocian las normas. Se interesan por sus hijos/as y participan en sus actividades. Les respetan y favorecen su autonomía. Tienen una comunicación abierta y sincera.
Reconocer cual ha sido nuestro estilo de crianza y cual usamos con nuestros hijos e hijas es la base para el cambio. ¡ADELANTE!


La diverdidad Familiar explicada por nuestros hijos: 
https://www.youtube.com/watch?app=desktop&v=Qx3ME9PauQs

 





















martes, 2 de febrero de 2021

EN BUSCA DEL SÍ, un cuento para niñ@s pequeñ@s y niñ@s mayores ^^


    Daniela llevaba un tiempo haciéndose muchas preguntas para las que no hallaba respuestas. Desde que recordaba, su familia le había educado y enseñado a ser una princesa. Al principio era divertido. Siempre estaba rodeada de lujosos y coloridos vestidos y tenía una habitación llena de juguetes solo para ella. También había muchas fiestas a las que acudía mucha gente que venía de lugares muy lejanos y que le traían no pocos regalos.

    Pero ser princesa empezada a no ser tan divertido. Cuando todos los niños salían al patio a jugar con el balón, siempre había una voz que le recordaba que ella no debía participar porque mancharía su precioso vestido y una princesa nunca debía ensuciarse. De igual forma, no debía escalar por los columpios o acabaría con el pelo enmarañado y la compararían con una pordiosera. Ahora la palabra que más oía a su alrededor era NO: “No debes hacer esto”, “No está bien que te comportes de esa forma”… No, no, no… siempre había un “no”. 

    Daniela debía aprender a hacer ricas tartas, pero lo que a ella le gustaba era comérselas. Daniela debía aprender a bailar los bailes de palacio, pero ella prefería saltar. Daniela debía saber tocar un instrumento musical, pero ella buscaba el silencio para jugar al ajedrez.

    Daniela ya no quería ser princesa. Triste y cabizbaja vagaba desde entonces por el palacio. Su familia empezó a preocuparse. Pero pronto comprendió que lo único importante era ser feliz. Y así fue como animaron a Daniela a saltar, a jugar con el balón, a comer tartas que mancharan su vestido… La risa volvió al palacio y Daniela se convirtió desde entonces en la ‘Princesa que había vencido al NO’. Superó las expectativas de lo que se esperaba de ella para poder ser libre y decidir qué hacer y qué ser. Descubrió y demostró que las etiquetas que se ponen sobre las personas, como la de ser princesa, sólo sirven como límites y que el SÍ siempre es más divertido y enriquecedor que el NO.

Fuentehttps://www.guiainfantil.com/articulos/ocio/cuentos-infantiles/en-busca-del-si-cuento-para-ninos-sobre-los-limites/