Ofrecer disculpas
es una gran lección de humildad. Pedir perdón
implica reconocer que como todo ser humano te equivocas, que no eres infalible
y que tienes cientos de defectos que corregir. Pedir disculpas te engrandece
como persona, pero para completar el círculo de aprendizaje es necesario que
enmiendes de manera consecuente los errores que cometes, de lo contrario con el
tiempo tus palabras sonarán vacías.
Ser mamá te
hace un mejor ser humano. Quizás, esto ocurre porque nunca antes estuviste tan
enamorada ni tan compenetrada con alguien tan inocente e indefenso como un
niño. Nunca antes te sentiste tan responsable por alguien, mucho menos por una
persona tan perfecta y tan bella como tu hijo y eso sin duda invita a crecer
por dentro.
Este
crecimiento supone superar retos y madurar, una tarea a la que se enfrentan a
diario los padres, quienes como todos los seres humanos a veces se equivocan y
pueden gritar o juzgar mal a sus hijos, por ejemplo. A veces pasa, sin querer,
pero pasa. Por eso es importante que pidas disculpas cuando te equivocas.
Es
indispensable hacerlo. No se trata de una mera formalidad sino más bien de un
acto con el que le aportas a tus hijos, entre otros aspectos, seguridad,
confianza, reconforte, empatía
y asertividad. Además, los ayudas a integrar el perdón como herramienta
personal.
Pedir disculpas es dar un paso adelante
Ofrecer
disculpas no debe ser nunca un acto vacío, a través del cual pronuncias
palabras como: lo siento mucho, disculpa. Y ya. No se trata de eso sino de
reconocer que te equivocaste y de mostrarle a tus hijos que se pueden enmendar
los errores
de manera activa si se desea.
Una de las
lecciones más importantes de disculparse es que es posible aprender de los
errores. Aunque te equivoques hay posibilidades de mejorar y
de actuar de manera distinta en una futura oportunidad.
Rectificar es
de sabios, dice el refrán; y para poder hacerlo es necesario aprender de él y
modificar la actitud que te empuja a actuar de manera inadecuada. Eso te
ayudará a ver los errores como un elemento pedagógico, lo cual no solo te
aportará valiosas lecciones a ti sino también a tus hijos.
El respeto y la
coherencia son valores importantes para todos los padres
Saber
decir «me equivoqué y voy a intentar enmendarlo», es una muestra ejemplar de
respeto hacia tu hijo como ser humano. Cuando eres capaz de reconocer que te equivocaste
y de pedir disculpas a esa persona tan pequeñita le demuestras a través del
respeto el amor que sientes por él.
Pedirle
disculpas a tus hijos cuando te equivocas te hace un padre consciente, te hace
un padre responsable y te hace un padre abierto a revisarse por dentro. Y es que esta revisión surge la reflexión de que no eres infalible, que
cometes errores y que como, la mayoría de los seres humanos, quieres mejorar.
La experta en
crianza con apego Rosa Jove cuenta en uno de los capítulos de su libro
Ni rabietas ni conflictos que le asombra saber que muchos padres nunca
han intentado pedirle disculpas a sus hijos. Ella resalta la importancia de
hacerlo porque eso ayuda a los padres a reconocer a sus hijos como seres
humanos independientes, quienes como cualquier otra persona merecen ser
respetados cuando se le juzga mal o se les grita sin querer, por ejemplo.
Sin embargo,
resalta que es mucho más ejemplarizante ser un padre coherente, uno que
practica lo que predica. Esta es una de las reglas más importantes de una
educación basada en el respeto. Y ser coherente,
amplía la experta, no tiene nada que ver con que en casa hayan diferentes
opiniones sobre algún acontecimiento o tema; al contrario, resulta muy
enriquecedor cuando en el seno de una familia cada quien puede expresar de
manera libre lo que piensa sobre algún hecho.
No obstante,
las opiniones no tienen nada que ver con la coherencia. Ser coherente se trata
de actos, se trata de predicar con el ejemplo. Un padre coherente no es aquel
que tiene opiniones diferentes sobre un acontecimiento sino uno que respeta a
través de sus acciones y de su estilo de vida el cumplimiento de las normas y
los valores que rigen su hogar.
Fuente: https://eresmama.com/la-importancia-de-pedir-disculpas-a-tus-hijos-cuando-te-equivocas/
Licenciada en
Comunicación Social por la Universidad Fermín Toro (2001-2006).
Zuleyvic Adriana Cuicas tiene 12 años de experiencia como redactora y editora
de textos. Durante casi 10 años trabajó en el periódico venezolano “El
Informador”. Fue subeditora de “Barquisimeto”, una de las secciones más
importantes del periódico. Tuvo a su cargo la edición de textos y la
coordinación del equipo editorial, ocho periodistas. En el año 2017
escribió dos crónicas periodísticas para el sitio web “La vida de nos”.
Actualmente trabaja como gestora de las redes sociales. Tiene su propio blog.
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