jueves, 26 de junio de 2025

Verano en Familia: Pautas para la Prevención de Adicciones en Jóvenes. Escuela de Familias – Asociación AD-HOC

 


Verano en Familia: Pautas para la Prevención de Adicciones en Jóvenes

Escuela de Familias – Asociación AD-HOC


El verano es una época que esperamos con ilusión: vacaciones, buen tiempo, menos rutinas… y más tiempo libre para nuestros hijos e hijas. Sin embargo, también puede convertirse en un periodo de mayor riesgo para el inicio o aumento del consumo de alcohol, tabaco, vapeadores u otras sustancias. Desde la Escuela de Familias de la Asociación AD-HOC, queremos acompañarte con herramientas y consejos sencillos para que este verano sea un tiempo de conexión, disfrute y prevención.

¿Por qué el verano puede ser una etapa de riesgo?

Durante el verano, muchos/as jóvenes disponen de más libertad, menos supervisión adulta y un entorno más relajado. Las fiestas, los festivales, los encuentros con amigos o incluso el aburrimiento pueden favorecer la experimentación con sustancias, especialmente si no tienen herramientas para manejar la presión de grupo o la curiosidad.

Además, el consumo puede ser una forma de encajar, de afrontar emociones o simplemente de “probar”. Por eso es fundamental que, como familias, estemos presentes, informados/as y disponibles.

Pautas prácticas para la prevención

1. Comunicación abierta y sin juicios

Hablar con nuestros hijos/as sobre estos temas no siempre es fácil, pero es necesario.
No esperes a que haya un problema para empezar a conversar.

  • Escucha con atención y sin interrumpir.
  • No te centres solo en advertencias o consecuencias, muestra interés genuino.
  • Crea momentos tranquilos para conversar: en el coche, caminando, cocinando juntos/as.
  • Usa ejemplos reales o noticias para iniciar el diálogo.
  • No minimices sus emociones ni exageres los peligros: sé claro/a, pero calmado/a.

2. Establece límites y acuerdos claros

Los límites dan seguridad. Aunque a veces se quejen, los/as jóvenes necesitan saber hasta dónde pueden llegar.

  • Negocia horarios y normas con ellos/as, no los impongas sin explicar el porqué.
  • Establece consecuencias claras si no se cumplen, y cúmplelas.
  • Acompaña con responsabilidad, sin invadir. Preguntar dónde van y con quién no es desconfiar: es cuidar.

3. Ofrece alternativas y fomenta su creatividad

El verano es una oportunidad para descubrir nuevas aficiones o potenciar sus talentos.

  • Anímales a probar actividades deportivas, artísticas o de voluntariado.
  • Planificad juntos/as algunas actividades familiares (excursiones, noches de juegos, cine en casa).
  • Apoya sus iniciativas, aunque no coincidan con tus gustos.

4. Conoce su entorno y amistades

Saber quiénes son sus amigos/as, dónde pasan el tiempo y cómo se sienten con ellos/as es esencial.

  • Invítales a casa. Conocer su entorno social ayuda a detectar dinámicas de riesgo.
  • Habla con otras madres, padres o personas cuidadoras. Crear redes de confianza favorece una crianza compartida.
  • Presta atención a cambios de humor, amistades nuevas o actitudes evasivas.

5. Sé su ejemplo más cercano

Los/as jóvenes aprenden más por lo que ven que por lo que se les dice.

  • Evita consumir alcohol o tabaco de forma descontrolada delante de ellos/as.
  • Comparte cómo disfrutas del ocio saludable.
  • Muestra cómo gestionar el estrés o las emociones sin recurrir a sustancias.

¿Y si ya hay señales de alerta?

Si notas cambios importantes en su comportamiento (aislamiento, agresividad, bajada del rendimiento escolar, mentiras frecuentes, consumo visible...), no lo ignores.

  • Habla con calma, desde la preocupación, no desde el enfado.
  • Evita confrontaciones agresivas. Busca el momento y el tono adecuado.
  • Pide ayuda profesional: no estás solo/a. Puedes contactar con nuestro equipo en AD-HOC, donde ofrecemos orientación y acompañamiento a familias.

Cierre: Cuidar también es prevenir

Ser madre, padre o cuidador/a no es tarea fácil, y mucho menos en la adolescencia. Pero recuerda: tu presencia, tu ejemplo y tu escucha pueden ser más poderosos que cualquier charla formal. Este verano, cuidémonos en familia, generemos espacios seguros y reforcemos los lazos que protegen a nuestros/as jóvenes.

Desde la Escuela de Familias de AD-HOC, te acompañamos en este camino.

 

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